El caso del concejal del PSOE de Felix Gabriel Magán Cañadas


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PASEO ABAJO/ Juan Torrijos

Gabriel Magán, como otros muchos ediles socialistas de esos miles de municipios que pueblan España, es un hombre al que le gusta salir a los montes de su pueblo a cazar. Está comprometido con la agricultura de la que viene viviendo su familia desde siempre, o tiene, como otros muchos, un corral con gallinas, conejos y otros animales que han servido, unos para vender y ganar unos ahorrillos y los demás para las comidas de los domingos cuando subía la familia de la capital.

Gabriel Magán es edil socialista del pueblo almeriense de Felix y no se lo ocurrió otra cosa que ir el domingo pasado a Madrid a protestar contra el Gobierno de su partido por la política que está llevando este a cabo con la agricultura, la caza, la ganadería.

Gabriel nos estaba demostrando que, por encima del partido en el que milita (PSOE), se siente persona que vive en uno de esos pueblos pequeños de la España vaciada, con todos los inconvenientes que ello conlleva, y que no está nada contento con la política con que Pedro Sánchez está castigando a los ciudadanos de estos pueblos españoles.

A Gabriel, algunos dirigentes de su partido le han dicho que es un “ultra furibundo” y un elemento de la “extrema derecha” por haber estado en Madrid defendiendo una forma de vida que para él ha sido la suya y la de sus antepasados a lo largo de los años.

No le he preguntado a Gabriel cómo le han sentado los adjetivos que le han endosado sus compañeros, pero es de imaginar que no han debido gustar demasiado. Al cabo de más cuarenta años se entera que sus camaradas le llaman “derechona facha”, “ultra” y no sé cuántas lindezas más.

No contentos con eso, a Gabriel Magán, una vez ha vuelto a su pueblo tras la manifestación en los madriles, la derecha del PP de Felix, su pueblo, pide que el PSOE lo expulse del partido o que él se vaya, por coherencia vital, por coherencia política.

Los perdigones le han llovido a Gabriel desde todas las aceras de la política. Lo siento Gabriel. Creo que lo único que le has demostrado a muchos españoles es que hay que estar por encima de las banderas y banderías de los partido políticos y especialmente de algunos líderes, como en este caso le ha tocado al PSOE.

Lo triste para estos pueblos agrícolas y ganaderos de España es que no son demasiados los militantes con cargo del PSOE que se atreven a cantarle las cuarenta a su propio partido cuando se equivoca.

Mi amigo Mariano es militante socialista desde hace más de treinta años, no es de los niñatos que vienen mandando en estos tiempos en su partido, no ha estado en la manifestación de Madrid, pero se ha quedado con las ganas. La gota puñetera y los años lo tienen algo acobardado. Ha sido cazador durante toda su vida, ha trabajado y vivido del campo, con más de ochenta lo sigue haciendo, con las quejas de su mujer, que nota que cada día su Mariano va perdiendo fuerza.

Gabriel, Mariano, si hubiera podido, te habría acompañado defendiendo un modelo de vida que unos políticos imbéciles que no han pisado la tierra en su vida y que desde los despachos de las capitales os lo quieren quitar.

Imbéciles, malvados y sectarios. Hay que echarlos cuanto antes.