El jefe de sección de clínica forense del Instituto de Medicina Legal de Murcia cree que las autoridades sanitarias han “sobrevalorado” el virus y se han “excedido” en las medidas para combatirlo
ALMERÍA HOY / 01·10·2021
El prestigioso doctor Alfonso Sánchez Hermosilla ha analizado miles de cadáveres en su dilatada carrera como forense y, aunque matiza que su trabajo “se limita” al estudio de cuerpos cuya muerte ha sido judicializada, su experiencia le ha permitido obtener ciertas conclusiones durante los últimos 18 meses de pandemia que le conducen a animar a todo el mundo a “vivir sin miedo” al coronavirus, “aunque sin hacer el tonto”.
Subrayemos como inicio que no ha encontrado ninguna “sorpresa” en los fallecidos portadores del SARS-Cov-2. Es decir, nada “diferente” a lo observado en el organismo de personas que murieron a causa de otras enfermedades virales respiratorias. “El resultado en el hombre de la acción de este coronavirus es igual al propiciado por el virus de la gripe. He observado los mismos hallazgos en el sistema respiratorio o en embolias en otros órganos que los que he visto en cadáveres de enfermos que han padecido otros procesos infecciosos”, asevera el doctor.
Nuestro interlocutor, que posee la cualificación universitaria de doctor y jefe de Sección de Clínica Forense en Instituto de Medicina Legal de Murcia, explica que toda enfermedad viral es “originada por un parásito, y a ninguno de estos virus le interesa matar a su anfitrión, porque causaría también su propio fin. Prefiere que viva feliz y el máximo de tiempo posible. No obstante, la situación se le escapa a veces de las manos”.
¿Qué ocurre cuándo al virus se le escapa la situación de las manos? Pues que “mata a su anfitrión y muere con él”. Ésa es la razón por la que el “parásito” del que habla Sánchez Hermosilla prefiere que, en este caso el hombre, “viva muchos años”.
Sostiene el doctor que el SARS-Cov-2 “no es mucho más agresivo” que otros virus sufridos en el pasado por la humanidad. Por ello anima a vivir “sin miedo” a él. “Sin hacer el tonto, pero sin caer en conductas excesivas que rayan la paranoia. Lavarse las manos, sí, pero no hasta el punto de quemarlas de tanto hidrogel”.
Para mayor tranquilidad, argumenta que todos somos algo inmunes a este coronavirus, “incluso aquellos a los que no se ha administrado ninguna dosis de la vacuna”. ¿Cuál es el motivo? Que, tras 18 meses de pandemia, “todos hemos estado expuestos al virus en algún momento y, por tanto, en mayor o menor medida nos hemos dotado de cierta inmunidad”.
Lo que no alcanza a comprender el doctor son las razones por las que se han aplicado durante tanto tiempo una serie de restricciones tan duras como las que hemos sufrido todos. Aunque admite no estar “en el centro de decisiones” y, por tanto, carece de “cierta información que, supuestamente, deben poseer determinadas autoridades sanitarias”, Sánchez Hermosilla cree que “se ha sobrevalorado” el peligro generado por el covid-19 y se ha “sobreactuado” a la hora de efectuar medidas para combatirlo, aunque “al principio podían tener sentido por el grado de desconocimiento que existía sobre este virus”. Uno de los “pocos motivos” que, a su parecer, podrían justificar las restricciones decretadas para frenar la pandemia, sería el intento de “evitar el colapso del sistema sanitario”.
Tras eximir a los medios de comunicación de haber contribuido de manera determinante a expandir una sensación de alarma entre la población –“los periodistas no son expertos epidemiólogos y los datos son los que son”-, el galeno recuerda que las muertes provocadas por el covid, no son más que las causadas por otras etiologías más conocidas, “como el alcohol, el cannabis, la cocaína o el tabaco”.
“Sin embargo –añade-, no he visto a nadie pidiendo la prohibición del alcohol o del tabaco. Al contrario, existe un movimiento cada vez más importante que pugna por la legalización del cannabis, una droga que está matando gente”.
Porque, a todos los males sobradamente conocidos por todos que genera el tabaco, el forense añade que el cannabis suma una serie de alteraciones psíquicas. “Es el causante de la mitad de los suicidios de jóvenes y provoca conductas antisociales y de autoagresión. Es cierto que también tiene usos farmacológicos, del mismo modo que la cicuta y otros muchos venenos también se emplean en Medicina”.
“Nunca sabremos si las vacunas han frenado los contagios”
Sin entrar a valorar la eficacia de las vacunas para combatir la pandemia, el doctor Sánchez Hermosilla revela un dato objetivo, y es que “nunca sabremos si las vacunas han sido el factor determinante para minorar la incidencia de contagios del covid”.
¿Por qué?, Pues porque, en un sentido científico estricto, “para tener la certeza absoluta, las autoridades sanitarias tendrían que haber dividido el mundo en dos mitades, dejar una sin vacunar y comparar, pasado el tiempo, los resultados. Eso no se ha hecho y ya no se podrá hacer”.
“Sostener que gracias a la vacuna se ha frenado la propagación de la enfermedad y vencido al covid es tan irrefutable como categorizar que no se han producido muertes por dentelladas de tigre en Andalucía como consecuencia de la vacunación”, concluye el doctor.
Subrayemos como inicio que no ha encontrado ninguna “sorpresa” en los fallecidos portadores del SARS-Cov-2. Es decir, nada “diferente” a lo observado en el organismo de personas que murieron a causa de otras enfermedades virales respiratorias. “El resultado en el hombre de la acción de este coronavirus es igual al propiciado por el virus de la gripe. He observado los mismos hallazgos en el sistema respiratorio o en embolias en otros órganos que los que he visto en cadáveres de enfermos que han padecido otros procesos infecciosos”, asevera el doctor.
Nuestro interlocutor, que posee la cualificación universitaria de doctor y jefe de Sección de Clínica Forense en Instituto de Medicina Legal de Murcia, explica que toda enfermedad viral es “originada por un parásito, y a ninguno de estos virus le interesa matar a su anfitrión, porque causaría también su propio fin. Prefiere que viva feliz y el máximo de tiempo posible. No obstante, la situación se le escapa a veces de las manos”.
¿Qué ocurre cuándo al virus se le escapa la situación de las manos? Pues que “mata a su anfitrión y muere con él”. Ésa es la razón por la que el “parásito” del que habla Sánchez Hermosilla prefiere que, en este caso el hombre, “viva muchos años”.
Sostiene el doctor que el SARS-Cov-2 “no es mucho más agresivo” que otros virus sufridos en el pasado por la humanidad. Por ello anima a vivir “sin miedo” a él. “Sin hacer el tonto, pero sin caer en conductas excesivas que rayan la paranoia. Lavarse las manos, sí, pero no hasta el punto de quemarlas de tanto hidrogel”.
Para mayor tranquilidad, argumenta que todos somos algo inmunes a este coronavirus, “incluso aquellos a los que no se ha administrado ninguna dosis de la vacuna”. ¿Cuál es el motivo? Que, tras 18 meses de pandemia, “todos hemos estado expuestos al virus en algún momento y, por tanto, en mayor o menor medida nos hemos dotado de cierta inmunidad”.
Lo que no alcanza a comprender el doctor son las razones por las que se han aplicado durante tanto tiempo una serie de restricciones tan duras como las que hemos sufrido todos. Aunque admite no estar “en el centro de decisiones” y, por tanto, carece de “cierta información que, supuestamente, deben poseer determinadas autoridades sanitarias”, Sánchez Hermosilla cree que “se ha sobrevalorado” el peligro generado por el covid-19 y se ha “sobreactuado” a la hora de efectuar medidas para combatirlo, aunque “al principio podían tener sentido por el grado de desconocimiento que existía sobre este virus”. Uno de los “pocos motivos” que, a su parecer, podrían justificar las restricciones decretadas para frenar la pandemia, sería el intento de “evitar el colapso del sistema sanitario”.
Tras eximir a los medios de comunicación de haber contribuido de manera determinante a expandir una sensación de alarma entre la población –“los periodistas no son expertos epidemiólogos y los datos son los que son”-, el galeno recuerda que las muertes provocadas por el covid, no son más que las causadas por otras etiologías más conocidas, “como el alcohol, el cannabis, la cocaína o el tabaco”.
“Sin embargo –añade-, no he visto a nadie pidiendo la prohibición del alcohol o del tabaco. Al contrario, existe un movimiento cada vez más importante que pugna por la legalización del cannabis, una droga que está matando gente”.
Porque, a todos los males sobradamente conocidos por todos que genera el tabaco, el forense añade que el cannabis suma una serie de alteraciones psíquicas. “Es el causante de la mitad de los suicidios de jóvenes y provoca conductas antisociales y de autoagresión. Es cierto que también tiene usos farmacológicos, del mismo modo que la cicuta y otros muchos venenos también se emplean en Medicina”.
“Nunca sabremos si las vacunas han frenado los contagios”
Sin entrar a valorar la eficacia de las vacunas para combatir la pandemia, el doctor Sánchez Hermosilla revela un dato objetivo, y es que “nunca sabremos si las vacunas han sido el factor determinante para minorar la incidencia de contagios del covid”.
¿Por qué?, Pues porque, en un sentido científico estricto, “para tener la certeza absoluta, las autoridades sanitarias tendrían que haber dividido el mundo en dos mitades, dejar una sin vacunar y comparar, pasado el tiempo, los resultados. Eso no se ha hecho y ya no se podrá hacer”.
“Sostener que gracias a la vacuna se ha frenado la propagación de la enfermedad y vencido al covid es tan irrefutable como categorizar que no se han producido muertes por dentelladas de tigre en Andalucía como consecuencia de la vacunación”, concluye el doctor.
