La leyenda de un mojaquero llamado Walt Disney

Existe una leyenda que vincula al creador del conocido coloso del entretenimiento con Mojácar, como hijo de Isabel 'la Bicha' Zamora


Detalle de la portada del 27 de Octubre de 1940 de la revista Primer Plano.


ÓSCAR GAGLIARDI* / ALMERÍA HOY / 10·07·2021

La leyenda comienza con el viaje de esta valiente mujer, que emigró con su bebe recién nacido, cruzando el Atlántico en busca de un futuro mejor para su hijo, huyendo de la miseria y la vergüenza de esa España profunda de principios del siglo pasado, pues fue madre soltera, con un hijo bastardo al que se le podían atribuir varios progenitores. Algunos dicen que pudo ser el médico, otros que un mercader. Sea como fuere, tuvo que escapar de las miradas inquisidoras para buscar mejor destino en tierras americanas, donde vivía su hermano, que era acróbata en un circo de Chicago.

Sí es rigurosamente cierto que Isabel emigró con su hijo y volvió mas tarde sin él. También está comprobado que su hermano vivía a pocas cuadras de la familia Disney en la ciudad más poblada de Illinois.

Tito del Amo, un hippie americano que emigró a Mojácar buscando la magia y el embrujo de este pequeño rincón andaluz, dedicó media vida a este asunto. De niño fue vecino del famoso Walt Disney, incluso intercambiaron algunos momentos en su jardín y en la inauguración de Disneyland. Por eso, cuando llegó a Mojácar y empezó a escuchar estas historias rocambolescas, decidió investigar con la intención de desmentir lo que consideraba falacias. Sin embargo, cuanto más investigaba, más se daba cuenta de que esa leyenda iba cobrando visos de realidad, hasta el punto de llegar abanderar esta causa hasta el día de su muerte. Descanse en paz en gran Tito.

Se dice que Isabel enfermó durante el largo viaje. Desorientada en esa fría y desconocida ciudad, buscó trabajo sin suerte, mantenida por su hermano, que ya subsistía a duras penas. Quizás es la historia de la primera de las princesas Disney, una historia que Walt reflejó bien en películas como Cenicienta o Blancanieves. Se dice que encontró sustento realizando esporádicas labores del hogar en casa de los Disney, matrimonio con 3 hijos que tampoco estaban bien económicamente, pero ese pequeño trabajo era del todo insuficiente, por lo que decidió volverse de nuevo a España, quizás añorando también su sol, su comida y sus gentes.

Pero cuentan que, antes de regresar, decidió que el destino de su hijo estaba allí, en América. Acordaron –sigue contando la leyenda- dejar al joven José en casa de los Disney, quienes lo cuidarían como uno más de los suyos. A partir de ahí todos conocemos el resto de la historia. ¿O quizás no tanto? Tal vez, como en todas las familias, existen secretos y verdades ocultas. Es bien sabido que Walt tenia una relación tormentosa con sus padres, y abandonó su hogar con 16 años. Era de carácter introspectivo, solitario y serio. Tuvo problemas con el alcohol. Se aferraba a los valores americanos y a la conducta patriótica por encima de todo, es por ello, quizás, que su gran secreto era también una cruz para él, una vergüenza que le llevó a ocultar su propia identidad y sus orígenes hasta la muerte.

Isabel volvió a España sola y rehízo su vida en Valencia. Se casó y tuvo más hijos, dice la leyenda que mantuvo contacto con su hijo a lo largo de los años. Incluso que Disney vino a verla un par de veces de incógnito. Algunos ancianos relataban que, en aquella Mojácar de los años 30, se vio a un joven alto y elegante caballero que paseaba por el pueblo con gorro y un tomavistas grabando sus calles, y que luego se subía en un lujoso coche con chófer. Eran viajes que realizaba de incógnito con la ayuda y el amparo de su gran amigo y director del FBI Edgar Hoover. No olvidemos que Walt fue confidente durante años de ese departamento de investigación, y que hasta le nombraron agente especial. Quizás Hoover sabía demasiadas cosas sobre el pasado ‘vergonzoso’ de Walt y éste le devolvía el ‘favor’ delatando a sus compañeros de oficio en la famosa caza de brujas anticomunista de Hollywood.

Por eso quizás no resulte tan fantasioso el momento que une toda esta historia y la dota de total sentido, casi como una obra literaria. Hablamos de la visita a principios de los 40 de unos misteriosos hombres de negro buscando la partida de nacimiento de un niño llamado José Guirao Zamora. Según parece, esto sucede por que llega a oídos del propio Walt Disney, una publicación del 27 de Octubre de 1940, concretamente el número 2 de la revista Primer Plano donde en la portada se asegura que Walt Disney era español, andaluz y mojaquero.

Algunos dicen que estos agentes estuvieron un par de días revisando lo que quedaba en el archivo. pero no encontraron lo que andaban buscando, ya que parte de la documentación se quemó durante la Guerra Civil y otra parte fue vendida a una fábrica de papel. Otros dicen que arrancaron una página completa del tomo de las actas de bautismo. Sea como fuere, lo cierto y verídico es que, a día de hoy, no existe partida de nacimiento ni de José Guirao en España, ni de Walt Disney en EEUU, curiosa coincidencia, ¿no creen? Y no menos asombroso resulta también que, a lo largo de la obra de Disney, siempre trató en sus relatos asuntos como el abandono, sobrevivir solo siendo un niño o de cómo la falta de la figura materna marca la narrativa de la historia. Dumbo, Pinocho, Bambi, Peter Pan o El libro de la Selva son buenos ejemplos de ello. También resulta curioso que el propio Walt, después de tener a su primera hija, adoptase a otra.

A pesar de que Disney nunca reconoció públicamente su legado andaluz, nunca ocultó su admiración por España. Su hija Diane ha dedicado mucho tiempo y dinero a intentar desmentir que su padre fuese español, pero nunca lo ha podido probar, negándose a realizar una prueba de ADN que podría resolver cualquier duda. Diane escribió de puño y letra cartas a varios dibujantes españoles del estudio preguntándoles sobre esos posibles orígenes de su padre. Ella había escuchado algunas historias en casa e incluso vio a su padre hablar español fluido en la intimidad de alguna cena con amigos en su casa. Es bastante inquietante que una compañía con tanto poder y dinero no haya podido desmentir de manera tajante que Walt Disney no es mojaquero.

Walt viajó oficialmente varias veces a España, donde visitó a su gran amigo Salvador Dalí, con el que tenía varios proyectos. Viajó otras varias veces de manera extraoficial. Quizás pasó por Mojácar o por Valencia a ver a su madre. Disney confesó en varias ocasiones a Dalí sus orígenes españoles.

Alguien preguntó a Walt una vez en inglés “Hey, Walt, are you really from Spain?”, y la respuesta, en perfecto castellano, fue “¡Quién sabe!”

*Óscar Gagliardi es vicepresidente de la asociación Walt Was Here.