La propuesta del Gobierno está "ideologizada" y tomada sin consenso, según los afectados
ALMERÍA HOY / 22·06·2021
El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura están muy preocupados a la vista del plan que propone el Gobierno con la política de trasvases. A la vista de los datos, los regantes piensan que "las decisiones están tomadas", y que todo lo demás es un paripé para aparentar. Una vez conocidas las intenciones del Ministerio de Transición Ecológica, que propone un incremento gradual en el caudal ecológico del Tajo a su paso por Aranjuez, lo que supondría un descenso en la aportación del trasvase a las provincias de Alicante, Murcia y Almería. Ese incremento del caudal ecológico determinará la disponibilidad de recursos para los regantes del Levante, y es una puerta abierta a la incertidumbre, y a "la muerte" del travase, según los representantes del Sindicato Central de Regantes. El plan del Goberno de Sánchez es aplicar un aumento del caudal ecológico que reduciría las aportaciones al trasvase, y hacerlo de manera paulatina y en 5 años. Osea, como expresan los regantes, matar poco a poco el trasvase y el futuro de Alicante, Murcia y Almería.
Aunque las intenciones del Gobierno eran previsibles, los regantes se han mostrado muy preocupados en una rueda de prensa en la que su presidente, Lucas Jiménez, ha dicho que "de confirmarse las cifras se estaría firmando la muerte de todo el Levante". Las cuencas dependientes del trasvase Tajo-Segura, las de Alicante, Murcia y parte de Almería, que dedican la mayor parte del agua que se recibe para agricultura, pero también para consumo humano, se quedarán sin recursos hídricos y ello supondrá el final de la agricultura, y un grave problema en el abastecimiento. Los regantes muestran su indignación y van a trabajar para presentar alegaciones a un plan que el Ministerio, según opinan, tiene más que decidido, "ideologizado y politizado". Si así fuere se sentencia el trasvase, pero también el futuro de miles de personas desde Alicante hasta el Levante de Almería. El Sindicato va a pedir, de entrada, al margen de aprovechar los seis meses de plazo para alegar, el cese de cargos del Gobierno que hayan tenido algo que ver en la elaboración del plan propuesto. Además, trabajan con la idea de movilizar a los agricultores y vecinos afectados para presionar al Gobierno y evitar el Real Decreto que, en opinión de los afectados, será una sentencia de muerte para estas tres cuencas. Lucas Jiménez tiene claro que "había una intencion clara por parte del Ministerio de mermar los caudales, con la excusa de los caudales ecologicos".
Si las decisiones estaban tomadas, cosa que así piensan en el Sindicato de Regantes, "¿qué piensan hacer los gobiernos de Valencia, Murcia y Andalucía?", se preuntan. El Gobierno no ha escuchado a los dannificados por sus decisiones, y está dispuesto a cambiar las reglas que están establecidas desde el origen del trasvase. Los de Murcia y Andalucía lo tienen claro y lo han expresado públicamente en varias ocasiones. Pelearán hasta la última gota de agua. Valencia ofrece matices en su postura, pero dicen estar al lado de los afectados. Tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno de la Región de Murcia firmaron un acuerdo conjunto para llegar hasta donde sea necesario en defensa de un trasvase que cumple 40 años de vida y que ha sido la herramienta más importante para las cuencas deficitarias en las que destina el agua de sus excedentes. La pregunta es ¿qué hará la Generalitar Valenciana por los afectados en la provincia de Alicante?. Los regantes alegarán al plan propuesto por el Gobierno, confían en ir de la mano de los tres gobiernos regionales, y -de paso- van a presentar una agenda de movilizaciones para intentar pelear hasta el final por la continuidad del trasvase Tajo-Segura. "Nos tendrá delante el Ministerio en la batalla legal y en la calle con todo lo que tengamos a nuestro alcance", ha dicho Lucas Jiménez en la rueda de prensa que da respuesta a las tesis del Gobierno de Pedro Sánchez.
Aunque las intenciones del Gobierno eran previsibles, los regantes se han mostrado muy preocupados en una rueda de prensa en la que su presidente, Lucas Jiménez, ha dicho que "de confirmarse las cifras se estaría firmando la muerte de todo el Levante". Las cuencas dependientes del trasvase Tajo-Segura, las de Alicante, Murcia y parte de Almería, que dedican la mayor parte del agua que se recibe para agricultura, pero también para consumo humano, se quedarán sin recursos hídricos y ello supondrá el final de la agricultura, y un grave problema en el abastecimiento. Los regantes muestran su indignación y van a trabajar para presentar alegaciones a un plan que el Ministerio, según opinan, tiene más que decidido, "ideologizado y politizado". Si así fuere se sentencia el trasvase, pero también el futuro de miles de personas desde Alicante hasta el Levante de Almería. El Sindicato va a pedir, de entrada, al margen de aprovechar los seis meses de plazo para alegar, el cese de cargos del Gobierno que hayan tenido algo que ver en la elaboración del plan propuesto. Además, trabajan con la idea de movilizar a los agricultores y vecinos afectados para presionar al Gobierno y evitar el Real Decreto que, en opinión de los afectados, será una sentencia de muerte para estas tres cuencas. Lucas Jiménez tiene claro que "había una intencion clara por parte del Ministerio de mermar los caudales, con la excusa de los caudales ecologicos".
Si las decisiones estaban tomadas, cosa que así piensan en el Sindicato de Regantes, "¿qué piensan hacer los gobiernos de Valencia, Murcia y Andalucía?", se preuntan. El Gobierno no ha escuchado a los dannificados por sus decisiones, y está dispuesto a cambiar las reglas que están establecidas desde el origen del trasvase. Los de Murcia y Andalucía lo tienen claro y lo han expresado públicamente en varias ocasiones. Pelearán hasta la última gota de agua. Valencia ofrece matices en su postura, pero dicen estar al lado de los afectados. Tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno de la Región de Murcia firmaron un acuerdo conjunto para llegar hasta donde sea necesario en defensa de un trasvase que cumple 40 años de vida y que ha sido la herramienta más importante para las cuencas deficitarias en las que destina el agua de sus excedentes. La pregunta es ¿qué hará la Generalitar Valenciana por los afectados en la provincia de Alicante?. Los regantes alegarán al plan propuesto por el Gobierno, confían en ir de la mano de los tres gobiernos regionales, y -de paso- van a presentar una agenda de movilizaciones para intentar pelear hasta el final por la continuidad del trasvase Tajo-Segura. "Nos tendrá delante el Ministerio en la batalla legal y en la calle con todo lo que tengamos a nuestro alcance", ha dicho Lucas Jiménez en la rueda de prensa que da respuesta a las tesis del Gobierno de Pedro Sánchez.
