Construye en su jardín de Mojácar una ballena-museo de 32 metros de larga

Nino es un escultor 'por afición' que llegó a Mojácar en los años 80



ALMERÍA HOY / 1·04·2021

Bernardino Cortés, Nino, es un trotamundos que aterrizó por casualidad en Mojácar en los años 80. Aqui compró una casa, y aquí se quedaron. Llegó junto a su mujer, sudafricana a la que conoció en Zimbabue, en su primer gran aventura. Nació en Zamora pero, se le quedaba pequeña. Se enamoró de África cuando vió fotografías de este continente en un comercio. Acababa de terminar el servicio militar y decidió irse a buscar trabajo y aventura. Así llegó a Zimbabue, y encontró trabajo, aventura y a la mujer de su vida. Unas vacaciones en Mojácar, casuales, le abrieron la puerta de este paraíso que, más tarde, se convirtió en su destino final. Nino, como así le conocen todos, decidió dedicar su tiempo, desde su jubilación, a la escultura. Su casa es un auténtico museo. Y entre sus sueños, aprovechando materiales que ha ido reciblando, se pudo a construir una ballena en su jardín.

Moby Dick alberga, en su interior, una sala de exposiciones de 32 metros de larga donde se refugia el arte que ha esculpido en estos años. La ballena llama la atención y ha dado la vuelta al mundo a través de diversos programas televisivos que han puesto en ella su atención. Pero en realidad, la ballena nos descubre a un personaje único que utiliza su arte, a base de reciclar objetos, para denunciar precísamente el maltrato que damos al medioambiente. Nino espera impaciente el final de la pandemia para poder abrir el jardín y su alma al mundo, especialmente a los niños, para que pueden visitar el interior de esa ballena que esconde el arte fruto del trabajo de sus manos durante más de diez años. No es un artista que busque el reconocimiento, en todo caso, ante su última gran obra, Nino busca ofrecer a los demás sus emociones.

Nino ha tardado 10 años en dar forma a este sueño


El interior de la ballena es una sala de exposiciones