Los hosteleros denuncian que el Gobierno andaluz "está dejando morir" al sector

Reprochan los nuevos recortes horarios cuando "menos del 3,3% de los contagios registrados" están relacionados con sus establecimientos


La hostelería andaluza se ve "vapuleada" de nuevo por las medidas adoptadas por la Junta. Recuerdan que 250.000 trabajadores viven directamente del sector en la Comunidad.

ALMERÍA HOY / 09·11·2020

La Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía (Horeca) quiere denunciar una "persecución inaceptable" de la Junta de Andalucía a los más de 250.000 trabajadores de un sector que se ve, "de nuevo, injustamente vapuleado" por los anuncios de su presidente, Juanma Moreno. Los nuevos recortes horarios impuestos y, sobre todo, "la falta de ayudas económicas concretas, suponen una condena" de esta actividad que ha levantado una "ola de indignación" en todas las provincias andaluzas.

Este "enésimo" golpe del Gobierno andaluz a uno de los sectores económicos básicos de la comunidad es "incomprensible". La hostelería, que aporta casi el 10% del PIB regional, afronta un "futuro imposible" con los cierres a las 18:00 horas (y totales en Granada). Horeca denuncia que se está "dejando morir" a la hostelería en una "actitud negligente, con un cierre encubierto, cuando los datos del Gobierno de España marcan que menos del 3,3% de los contagios registrados (de trabajadores y de clientes) son achacables al sector".

En relación al anuncio del presidente de la Junta de estudiar un plan de apoyo económico la semana próxima, la Federación Horeca asegura que "no ha recibido ningún contacto oficial" para trabajar en las medidas de rescate necesarias. La patronal se siente "engañada" por la Junta de Andalucía y quiere transmitir la "enorme indignación creciente" entre los empleados y empresarios del sector, en lo que se considera una "tomadura de pelo constante mientras aumenta la afectación económica general".

La hostelería aplica "a rajatabla" desde el primer momento unas medidas que se han demostrado eficaces (aforos, distanciamientos, higiene), y que permiten un control exhaustivo tanto propio como de las autoridades. Sin embargo, la Junta opta por su "erradicación con decisiones sin ninguna base científica".