El autor del choque mortal de la Rambla actuó "con desprecio a la vida de los demás" según el fiscal

El Ministerio Público ha elevado a definitiva su petición de nueve años de prisión



ALMERÍA HOY / 25·11·2020

La Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de nueve años de prisión para I.F.B., el hombre acusado de provocar una accidente mortal en la avenida Federico García Lorca de Almería en la mañana del 8 de enero de 2017 al entender que actuó "con desprecio a la vida de los demás" tras enfrentar la céntrica y extensa vía a alta velocidad a bordo de un vehículo de gran cilindrada e impactar contra otro coche del que salió proyectada una vecina de Mallorca que falleció prácticamente en el acto.

Durante su informe final, el Ministerio Público ha mantenido su acusación por un delito de conducción temeraria al entender que la mañana de los hechos condujo por Almería a "un mínimo de 90 kilómetros por hora", según consta en los informes policiales así como han trasladado varios testigos, algunos de los cuales aseguraron en la Sala que al pasar junto a ellos "hasta se les movió el coche" de la velocidad a la que transitaba.

"No sólo se saltó los semáforos en rojo de la rambla, sino que ya se saltó uno en el puerto", ha incidido la Fiscalía, quien también achaca al acusado un delito de homicidio por imprudencia grave ante el "violento" choque que ocasionó tras colisionar con el vehículo en el que iba la víctima, situado en el centro de la parte posterior del turismo.

En este sentido, ha cuestionado el informe del perito aportado por la aseguradora ante la posibilidad de que la víctima y su pareja se encontraran en la parte trasera del coche sin llevar el cinturón de seguridad frente a la versión ofrecida por el médico forense, quien ha incidido en que las lesiones de la fallecida en la parte izquierda del pecho eran compatibles con una quemadura ocasionada por el cinturón si bien las fotografías del vehículo le han hecho dudar sobre la disposición de este elemento de seguridad.

Asimismo, la Fiscalía ha incidido también en que el acusado sería un autor de un delito de omisión del deber de socorro por no haber prestado atención "a una víctima grave" tras el siniestro, ya que se bajó del coche y se fue hasta su casa, donde durmió antes de ser encontrado por los agentes. "Sabía que había una accidente gravísimo y se va", ha aseverado.

Las acusaciones particulares se han adherido en su mayor parte al escrito del fiscal, si bien han aumentado las peticiones de indemnización a tenor de la prueba practicada. "Era un proyectil en la vía", ha afirmado el letrado de la acusación, quien ha tildado de "kamikaze" y "suicida" al conductor del coche, de que ha supuesto incluso la posibilidad de que hubiera tomado drogas dada su actitud.

Asimismo, han insistido en que los ocupantes del coche llevaban puesto el cinturón de seguridad frente a la versión dada del perito de parte, para quien únicamente la bebé de corta edad que salió ilesa del accidente llevaba el sistema de retención.

"La fallecida murió a consecuencia de no usar el cinturón de seguridad, algo que le llevó a la muerte y rebaja del 40 por ciento de la indemnización", ha defendido por su parte el representante de la compañía de seguros, quien además ha incidido en que solamente el cinturón de la pequeña tenía el carrete destensado tras el accidente.

"HUBO CONFESIÓN"

La defensa del acusado, por su parte, ha variado sus conclusiones finales al entender que su representado sería autor de un delito de lesiones imprudentes con la atenuante de confesión, por la que pide un máximo de un año de cárcel, y alternativamente, de un homicidio imprudente con atenuante de confesión en concurso con un delito contra la seguridad vial, por el que interesa un máximo de un año y nueve meses de prisión.

Para el letrado Nabil El Meknassi, su defendido, quien ha vuelto a pedir perdón al hacer uso de su derecho a la última palabra, confesó ante los agentes el hecho cometido una vez fueron en su busca y mostró una "colaboración total y plena" para esclarecer los hechos, con lo que "ha evitado mayor dolor a las víctimas y ha facilitado la labor de la administración de justicia".

Así, ha pedido además la absolución por el delito de omisión del deber de socorro al entender que las víctimas del impacto fueron asistidas por los testigos, que avisaron a los servicios de emergencias. Del mismo modo, ha rechazado que el acusado condujera con "desprecio para la vida". "No era un conductor suicida y su conducta nunca había sido contraria a las normas", ha aseverado.

Con esto, ha recordado la declaración del acusado, quien afirmó durante el juicio que antes del accidente llevaba casi un día sin dormir, pese a lo que acudió a un concierto en Roquetas de Mar y aguantó la noche a base de una "cantidad importante" de bebidas energéticas. "Fruto del cansancio y de tomar Red Bull, puede que le llevara a una conducción como tal", ha expresado el abogado, quien en cualquier caso cree que no hubo dolo en la acción de su defendido. "No era un delincuente, tuvo un mal día", ha añadido.