"Mandarnos al paro por una obsesión enfermiza de la alcaldesa le cuesta 200.000 euros a los mojaqueros"

Los empleados del establecimiento precintado por orden municipal se concentraron este martes ante las puertas del Ayuntamiento y seguirán haciéndolo hasta que "la alcaldesa dé la cara"


Un momento en la concentración de trabajadores del Maui

ALMERÍA HOY / 11·03·2020

Los 66 trabajadores del Maui, establecimiento de la Mojaquera playa del Cantal precintado el pasado 25 de febrero por orden municipal por carecer de licencia para bar musical -algo que niegan los empleados aduciendo que cuenta con licencia de restaurante-, se concentraron en la mañana de este martes a las puertas del Ayuntamiento en busca de una solución para sus puestos de trabajo.

"Estamos muy preocupados -explica el portavoz de los empleados del local-, porque la obsesión enfermiza que la alcaldesa contra los propietarios del Maui se ha convertido en una espiral de acoso y derribo que nos va a mandar al paro a los 66 empleados que, hasta el pasado 25 de febrero, contábamos con un contrato fijo, además familia e hipoteca".

"Los mojaqueros deben saber que esa persecución les cuesta, de momento, los 200.000 euros que lleva gastados la alcaldesa en abogados. Como a ella no le cuesta el dinero, no tiene escrúpulos en perseguir a la empresa con denuncias falsas, como la que puso por un concierto que tuvo lugar en Garrucha, porque al no dar permiso para celebrar en el chiringuito de Mojácar, se decidió trasladar al pueblo de al lado la concentración que congregó a 800 moteros".

Los empleados aseguran que la "persecución" de la que hablan comenzó con la oposición de los propietarios del Maui al trazado del proyecto de Paseo Marítimo que "preveía una rotonda y un parque infantil en el terreno en que se levanta el establecimiento".

De los 66 trabajadores que componen la plantilla, "más del 70% somos y vivimos en Mojácar, pero la alcaldesa nos está echando. De momento no nos han despedido. Estamos haciendo turnos de vacaciones con los compañeros del Gastro bar de Garrucha, pero ahí no cabemos todos, así que, cuando se acaben las rotaciones empezarán los despidos".

"Queremos que nos reciba la alcaldesa -añaden-, pero no quiere hacerlo. Hoy no estaba, tal vez porque sabía que nos íbamos a concentrar en las puertas del Ayuntamiento. Su secretaria particular nos ha dicho que tenía la agenda llena y que nos fuéramos, que ya nos llamaría. No sé cómo va a hacerlo, porque ni siquiera nos ha preguntado por el número de teléfono".