Cuarentena preventiva para 8 trabajadores de Cosentino

Los empleados mostraron cuadros de "infección respiratoria leve" pero no han sido sometidos a tests de detección del covid-19



ALMERÍA HOY / 20·03·2020

Un grupo de ocho trabajadores de la compañía Cosentino han sido puestos en cuarentena preventiva después de que un empleado fuera detectado con un cuadro de fiebre alta y se le diagnosticara una infección respiratoria leve, sin que por el momento se le haya practicado un test para confirmar o descartar un posible contagio por coronavirus por parte de las autoridades sanitarias.

"El trabajador está bien y se encuentra en su domicilio. Su diagnóstico es de una infección respiratoria leve y Salud Pública descarta hacer ninguna prueba de coronavirus por la levedad de sus síntomas", han indicado fuentes de la multinacional, donde desde hace más de una semana se aplica un protocolo de seguridad mediante el que, entre otras medidas, se toma la temperatura de cada empleado antes de su acceso a las instalaciones.

La compañía dedicada al diseño y producción de superficies para la construcción y arquitectura ha creado un comité de crisis para la implantación de un plan de contingencia específico que permita "asegurar la sostenibilidad del negocio y de los puestos de trabajo" ante la crisis del Covid-19.

Desde la compañía se ha optado por limitar el acceso a las instalaciones de clientes, proveedores y colaboradores externos salvo causa justificada, toda vez que se han establecido grupos rotatorios entre el personal de oficina para la realización de trabajo presencial desde el pasado viernes, con lo que dos tercios de estos empleados --cerca de 300 personas-- cuentan con sistemas de teletrabajo.

Las medidas, que se evalúan y monitorizan de forma diaria, contemplan además la dotación de guantes, mascarillas y gel higienizante para los trabajadores presenciales, lo que se une a la desinfección reiterada de despachos y zonas de acceso así como al cierre de espacios comunes tales como cafetería u 'office'.

La empresa ha decidido excluir de la actividad laboral a un centenar de trabajadores considerados en grupos de riesgo, entre los que se sitúan mujeres embarazadas, personas diabéticas, con problemas coronarios o antecedentes de enfermedades respiratorias, siempre que los mismos no puedan realizar funciones mediante teletrabajo.