Vera tembló emocionada por el recuerdo a las víctimas del terremoto de 1518

Una ruta teatralizada y una subida colectiva al Cerro del Espíritu Santo han formado parte de los actos conmemorativos del 501 aniversario del terremoto.


Uno de los actos tuvo lugar ante el aljibe de la antigua ciudad.

ALMERÍA HOY / 12·11·2019

El pasado fin de semana Vera rindió homenaje a sus antepasados en el 501 aniversario del terremoto que asoló la antigua ciudad de Bayra y que acabó con la vida de 150 vecinos que habitaban lo que hoy conocemos como cerro del Espíritu Santo.

Debido a la magnitud del seísmo, la imponente alcazaba que coronaba el cerro se derrumbó junto con las casas y murallas de la antigua ciudad medieval lo que supuso un drama y un reto para aquellos antepasados que tenían la complicada tarea de levantar la “nueva” Vera, tal y como la conocemos hoy en día.

Cómo homenaje a las víctimas de aquel fatal suceso, el 9 de noviembre se ha convertido en la fecha donde los veratenses conmemoran este hecho histórico mediante una serie de actividades que han tenido lugar en el municipio durante el fin de semana.

El viernes se realizó una ruta teatralizada donde personajes de la época que forman parte de la historia de Vera recorrieron las plazas y lugares más emblemáticos del municipio narrando lo ocurrido aquel 9 de noviembre y días posteriores.

La Plaza del Hospital, el Convento de la Victoria, la Plaza de Fernando V y la Plaza Mayor fueron los escenarios donde personajes trascendentales para la historia de Vera como Rodrigo de Salas, escribano del Concejo; Alonso de Sepúlveda, superviviente del terremoto; Alfonso Fajardo, regidor perpetuo y procurador síndico de la nueva Vera; Francisco Godoy, alcaide de la fortaleza; Francisco de Castilla, corregidor de la ciudad; Íñigo de Guevara, alcalde mayor de Vera de la época, relataron mediante la lectura de poemas e interpretaciones teatralizadas los hechos acaecidos aquella noche con la destrucción de la vieja Vera, así como detalles de la construcción de la nueva ciudad.

Los actos organizados por el grupo vecinal “No eres de Vera si...” y la concejalía de Cultura del Ayuntamiento, contaron con la presencia de gran parte de la corporación, estando presididos por el presidente de Diputación Provincial de Almería, Javier Aureliano, quien reconoció la importancia del archivo municipal de Vera indicando que “es uno de los más importantes de Andalucía y gracias a el se ha podido rescatar la memoria de lo que pasó aquel 9 de noviembre de 1518”. Del mismo modo Aureliano, tuvo un reconocimiento hacia “todas las generaciones de veratenses que han sido capaces de levantar una ciudad tan pujante para la provincia, líder en la creación de riqueza y empleo en el Levante almeriense, como es Vera, de de la cual se sienten orgullosos todos los almerienses”. El presidente de Diputación cerró su intervención con el compromiso por parte de su institución de “seguir apostando por el crecimiento y desarrollo del municipio, con todo nuestro apoyo”.

Por su parte el alcalde de Vera, José Carmelo Jorge, destacó que aquel fatal terremoto “fue sin duda el punto de partida para construir la preciosa y avanzada ciudad en la que se ha convertido hoy Vera, siendo una de las principales ciudades del Levante, gracias al trabajo y esfuerzo de todos los veratenses”.

Los actos concluyeron con una ofrenda floral bajo la lápida en recuerdo a las víctimas ubicada en la fachada del Ayuntamiento, momento en el que se guardó un solemne minuto de silencio en memoria de los fallecidos, mientras se interpretó a violonchelo y a piano “El canto de los pájaros” a cargo de Octavio Santos y Fran Martínez. También se contó con la actuación del tenor Enrique Parra quien interpretó el “Ingemisco” del requiem de Verdi.

Pero sin duda el acto más emotivo de la conmemoración se desarrolló el sábado 9 de noviembre con una subida colectiva al cerro del Espíritu Santo, donde las antorchas iluminaron el camino al centenar de vecinos que subieron hasta la explanada del aljibe - museo Centro de Interpretación de la Ciudad Medieval de Bayra donde se procedió a la lectura de un manifiesto de Don Íñigo de Guevara, alcalde mayor de Vera en el momento del terremoto y el apagado de luz de la imagen del Sagrado Corazón que preside el cerro con un minuto de silencio en memoria de las víctimas. Todo ello a las 23:00 horas en punto, momento en el que según los relatos de la época tuvo lugar el terremoto. El emotivo momento fué acompañado por la interpretación de “La muerte no es el final” por el tenor Enrique Parra. El calor de un chocolate con bizcocho reconfortó a los presentes en una fresca y ventosa noche en la que se conmemoraban 501 años de uno de los acontecimientos históricos más importantes del municipio de Vera.