“Salvador Hernández se abstuvo por sensatez para que la alcaldía recayera en el más votado”

A la tercera victoria, José Luis Amérigo consiguió ser alcalde de Carboneras gracias a la abstención de los dos concejales de Gicar.


José Luis Amérigo

ALMERÍA HOY / 15·07·2019

Una de las incógnitas que la jornada electoral del 26 de mayo dejó en la comarca era el nombre del alcalde de Carboneras, y al tercer mandato, el candidato más votado, el socialista José Luis Amérigo, encontró un aliado en la Corporación que le permitiera gobernar. La abstención de los dos ediles del Gicar de Salvador Hernández permitieron su investidura, aunque al cierre de esta edición, la falta de secretario municipal aún no ha hecho posible la convocatoria de un pleno en el que dar cuenta de la delegación de las diferentes competencias. En cualquier caso, en Carboneras se ha abierto una etapa diferente con distintos problemas que no se han hecho esperar.


- Un día antes de la celebración del Pleno que acabó invistiéndole como alcalde de Carboneras, su secretario general, José Luis Sánchez Teruel, lamentaba que no llegara a gobernar usted pese a haber ganado las elecciones por tercera vez consecutiva, ¿le sorprendió también salir con la vara de mando?
- Después de dos mandatos ganando las elecciones municipales en Carboneras con bastante diferencia sobre el resto de formaciones uno siempre deja abierta una puerta a la esperanza, a que el sentido común se abra paso. Nosotros siempre hemos sostenido que debe gobernar el partido más votado en las elecciones, aunque buscando el apoyo de los demás concejales de la Corporación para poder llevar a cabo el compromiso adquirido con los ciudadanos por medio del programa electoral.
- ¿Pero hubo contactos con Gicar para buscar esa abstención que se produjo en el Pleno facilitándole la alcaldía?
- Claro que hubo conversaciones. Para qué nos vamos a engañar. Uno siempre toma contacto con las demás fuerzas políticas para intentar formar un gobierno estable, una circunstancia que, por desgracia, no ha disfrutado Carboneras durante los últimos años y que es tan necesario para poder generar empleo y luchar por las infraestructuras que nuestro pueblo merece y mejores servicios.
- ¿Cuáles son los términos de ese pacto al que han llegado ustedes con Gicar? ¿qué áreas dirigirán los dos concejales independientes?
- Yo no he utilizado la palabra pacto. Con Gicar he mantenido conversaciones, pero mi único pacto es con el pueblo de Carboneras y voy a hacer todo lo posible para concluir los proyectos que hay en marcha y otros que emprenderemos en esta nueva etapa.
- No hablaremos de pactos entonces, pero ¿qué responsabilidades va a delegar usted en los ediles de Gicar?
- Permítame que, por respeto a los demás concejales y al pueblo de Carboneras, no responda esa pregunta. Además, aún no sé cuándo podremos celebrar el Pleno en que daré cuenta de la organización institucional porque estamos todavía sin secretario municipal.
- Y ¿cuándo será eso?
- Espero que cuanto antes, porque ahora mismo todas las competencias las tengo yo y estoy deseando repartirlas y empezar a trabajar en equipo, que es como me gusta hacerlo. Cuando las decisiones se adoptan entre más personas y de manera colegiada es más difícil equivocarse. Esperemos contar pronto con un secretario, que es imprescindible para convocar el pleno. 
- Dicen que no hay porque se sentían acosados por usted y el Grupo Socialista.
- Eso lo habrá dicho el anterior alcalde. Es rotundamente falso. No ha habido ningún acoso por nuestra parte, como se lo podrán corroborar todos los que han ocupado ese puesto en Carboneras durante estos últimos años. Por el contrario, cada vez que ha habido un cambio de secretario me he puesto a su disposición, aunque a renglón le he solicitado toda la documentación que hemos necesitado para ejercer las labores de fiscalización que nos correspondían como oposición. Siempre he mantenido muy buena relación con todos los secretarios, al igual que con todos los trabajadores municipales, que desempeñan un papel fundamental y son el eslabón entre los políticos y la ciudadanía. Por cierto, nos hemos encontrado que no funciona el aire acondicionado en las dependencias consistoriales salvo en el despacho de alcaldía. Por solidaridad, no pienso encenderlo hasta que no puedan disfrutar ese servicio el resto de los trabajadores del Ayuntamiento.
- ¿Qué ocurre entonces con los secretarios en Carboneras? ¿Cómo piensa usted resolver el problema y las consecuencias que acarrea no disponer de ese funcionario?
- El problema no era sólo con los secretarios. Existía un mal ambiente en todo el Ayuntamiento fruto de la inestabilidad que ha campado durante estos últimos años. El aire era complicado de respirar. Durante estos cuatro años vamos a dar la vuelta a esa situación. Un gobierno estable es la mejor manera de hacerlo y de tomar las decisiones más correctas para nuestro pueblo. Ya estamos teniendo contactos con secretarios que mostraron interés en su día y que no vinieron al ver el panorama existente.
- Volviendo a las conversaciones con Gicar, ¿no le parece demasiado secretismo sobre algo que tiene que salir a la luz muy pronto?
- No ha habido secretismo en las conversaciones que hemos mantenido con Gicar, aunque sí discreción. La agrupación de mi partido ha estado puntualmente informada y ha sido muy generosa al permitirme esa discreción de que le hablo, aunque entiendo la insistencia por parte de ustedes y que exista interés por conocer los términos del diálogo entre nosotros y el Grupo Independiente por Carboneras. Ahora, lo más importante es normalizar la situación del Ayuntamiento, que era muy inestable. Sobre todo durante el último año. Estamos sin secretario ni tesorero. No podemos contratar ni pagar, y sudando la gota gorda para resolver esta situación. Lo primero, por el beneficio de los vecinos, es que el Ayuntamiento funcione.
- Pero permita nuestra curiosidad por conocer su valoración de haber resultado alcalde, además de por el voto de más carboneros que nadie, gracias también a la abstención de un concejal al que dos semanas antes llamó “personaje” e hizo todo lo posible para conseguir que inhabilitaran cuando era alcalde, y contra quien tiene aún media docena de denuncias interpuestas en los juzgados.
- Gicar, liderado por Salvador Hernández, se abstuvo en la votación y creo que lo hizo por sensatez para que la alcaldía recayera en el partido más votado en las elecciones. Sé que no es el caso de todos los municipios ni que siempre ocurre así, pero estamos convencidos de que es la mejor opción para Carboneras. Ahora no gozamos de mayoría absoluta y eso significa que debemos emprender una forma diferente de gobernar. Todos los portavoces me tendieron la mano en el pleno de constitución, y yo también se la tiendo a todos ellos.
- No obstante, en su investidura como alcalde, ¿ha primado la afinidad entre ustedes y Gicar o la desavenencia entre Salvador Hernández y su sucesor Felipe Cayuela?
- Creo que es más apropiado hacerle esa pregunta a Gicar.

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 - Entre los problemas que le aguardan en la alcaldía, la carga prevista de mineral de hierro procedente de Alquife en el puerto de la localidad ha levantado en armas a todo el pueblo, ¿ve alguna solución?
- Carecer de secretario ha impedido bastante el movimiento administrativo contra esa decisión, pero no la acción política. En ese sentido, ya hemos enviado escritos a las consejerías y ministerios que tienen que ver con ese asunto. Nosotros estamos en contra de esa actividad y a favor de que las industrias que existen el pueblo sean más amables. Estamos indagando qué autorizaciones existen para que se estén cargando graneles en el puerto comercial y se acopien esos materiales en el muelle y averiguando cuál es la situación actual para saber qué acciones debemos emprender sin perder de vista a las administraciones, tanto a la Junta de Andalucía, que gestiona el puerto, como al ministerio de Fomento, que es su titular.
- Precisamente una de las últimas mociones aprobadas por la anterior Corporación fue una iniciativa suya para exigir que se cubriera el acopio de carbón que existe en el puerto.
- Así es. La planteamos a finales de 2018 y solicitábamos instar a Endesa a cubrir ese parque de carbón del mismo modo que lo hace en otros lugares. No entendemos por qué no se hace aquí. Es cierto que industrias como Endesa generan en el pueblo riqueza y empleo, pero de nada sirven si no hay salud. Entonces, los concejales del equipo de gobierno votaron en contra, pero un mes y medio después posiblemente se vieran obligados a apoyar la misma moción por estar en plena campaña electoral. Me pareció lamentable que tenga que haber unas elecciones por medio para apoyar algo tan positivo para Carboneras.
- ¿Usted participa de la opinión de que Carboneras se ha convertido en una zona de sacrificio en la que, en muy poco espacio, se han acumulado una serie de industrias tan necesarias como contaminantes?
- En Carboneras tenemos una gran preocupación por esto. Gracias al trabajo de mi padre en Holcim hemos podido estudiar y salir adelante mis hermanos y yo. Y la nuestara es la situación de cientos de carboneros cuyos padres trabajaban en la misma empresa, en Endesa o en otras de esas industrias. La preocupación ha crecido incluso entre los trabajadores de esas mismas compañías. Somos conscientes de que la industria es necesaria, pero también consideramos que debe ser más amable con el pueblo de Carboneras y, a continuación, plantearnos a medio y largo plazo qué queremos hacer conociendo nuestras necesidades, con un paro altísimo. Somos el único pueblo de la costa cuya población ha descendido al tiempo que ha aumentado el desempleo por encima, incluso, de las cifras que había durante la crisis. Se trata de un grave problema que hay que resolver después de pasar por la piel de todos. Nosotros pusimos en marcha en octubre del año pasado una plataforma que quería escuchar a todos los sectores afectados, para lo que Felipe Cayuela nos puso todas las trabas posibles llegando a negarnos incluso un lugar para reunirnos con todos los interlocutores sociales. Es preciso actuar con rigor, respetando los derechos de las empresas, pero velando por el Medio Ambiente, la salud, el empleo y la generación de riqueza.

- Los padres del Simón Fuentes, el colegio en el que usted es profesor, se quejan de la situación del curso de infantil de 3 años, para el que piden otra línea y dividir los niños en dos clases dada la saturación que hay.
- Hace dos o tres cursos hubo ya una circunstancia muy parecida y me puse en contacto con la entonces delegada de Educación, Francisca Fernández, actual alcaldesa de Huacal Overa. Ahora me he puesto a disposición de la Asociación de Padres de Alumnos y de la directora. Mi interés no es ya sólo como alcalde, sino también como maestro. Mis 18 años de experiencia me han demostrado que uno de los elementos que más inciden en la calidad de la educación es la ratio. Tenemos que poner toda la carne en el asador para que no se pierda esa línea en nuestro colegio. Piense que hablamos de niños de dos y tres años que pasan por un cambio muy duro. Dejan el nido familiar para introducirse en la escuela. Tenemos que hacer un esfuerzo para que las aulas estén menos pobladas para mejorar la educación. El sueldo hay que ganárselo y si es preciso golpear la puerta con insistencia, tendremos que hacerlo hasta conseguir lo que necesita el pueblo de Carboneras.