Lo escarpado del terreno obligó a usar burros para el acarreo de materiales.
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| El alcalde de Vera con técnicos y miembros de la Comisión del Quinto Centenario del terremoto que destruyó la ciudad vieja. |
ALMERÍA HOY / 19·03·2019
Los técnicos que han participado en la primera fase del proyecto de Consolidación de los restos arqueológicos del Cerro del Espíritu Santo de Vera ofrecieron ayer en el Convento de la Victoria una charla informativa acerca de la conclusión y resultado de los trabajos llevados a cabo. Cabe recordar que alrededor de este proyecto se constituyó ‘Vera 2018. Año de la Cultura’ durante el que se han realizado numerosas muestras culturales.
Como en ocasiones anteriores, el archivero municipal del Ayuntamiento de Vera, Manuel Caparrós Perales presento a los componentes de la mesa: los arquitectos Lola Miralles Miralles y Gerardo Úbeda Rueda y los restauradores César Ordás García y Noe Sánchez Oña. El archivero municipal resumió la importancia de este proyecto, desde un punto de vista económico y estratégico, “ya que su misión a largo plazo será, además de la nombrada consolidación de los restos arqueológicos (sobre todo murarios) de la antigua ciudad medieval de la Vera vieja, la ciudad musulmana del cerro anterior a la definitiva renacentista del llano, y destruida por el terremoto de 9 de noviembre de 1518, arqueológico y urbanístico, ya que pretende, con el fin de revitalizar la vida económica y turística del entorno urbano del bien de interés cultural, embellecer los caminos que lleven a la vieja ciudad y comenzar a explotarlo de una manera racional para el disfrute del visitante”.
Apoyado en tecnología digital de última generación, como la presentación en tres dimensiones de toda la planimetría del yacimiento a nivel casi milimétrico, el arquitecto Gerardo Úbeda fue detallando cómo se habían realizado las labores de consolidación muraria, con qué materiales y con qué criterios teóricos. Señaló Úbeda, “la gran dificultad técnica de las obras debido a lo escarpado del terreno y su difícil acceso, para el que a veces hubo de recurrirse a la ayuda de burros en el acarreo del material. El recalce de muros y la coronación de estructuras para su conservación a largo plazo ha sido la parte central del proyecto. Un desbroce controlado de la vegetación que no dejaba apreciar la vieja ciudad desde varios kilómetros de distancia ha sido, a juzgar por lo visible, lo más apreciable, dejando a la vista todo lo que escondía el enclave”.
El equipo participante en el proyecto insistió en que el plan de trabajo espera las siguientes fases con el fin de completar satisfactoriamente el acondicionamiento de la zona, a la que habrá que añadir la excavación arqueológica y, así, sacar a la superficie las estructuras de las viviendas que seguro quedan ocultas bajo cinco siglos de depósitos acumulados y que impiden ver mejor cómo era esta ciudad militar, una de las “llaves y amparo del antiguo reino de Granada”.
El equipo redactor y ejecutor del proyecto mostró una impresión en 3D de cómo habría sido la alcazaba de esa Bayra en función de los estudios y trabajos realizados hasta ahora por los técnicos. Se trata de una maqueta de unos 20 centímetros de lado que supone un prototipo, una hipótesis de trabajo de lo que habría sido la cúspide del bastión defensivo.
El alcalde de Vera, Félix López Caparrós, cerró la exposición afirmando que “era deseo de muchos vecinos que el proyecto siguiera adelante en futuras fases porque podría llegar a ser una de las fuentes económicas del Municipio en el futuro, en una apuesta clara por recuperar la historia de un enclave fundamental para los tiempos que nos esperan”.
Como en ocasiones anteriores, el archivero municipal del Ayuntamiento de Vera, Manuel Caparrós Perales presento a los componentes de la mesa: los arquitectos Lola Miralles Miralles y Gerardo Úbeda Rueda y los restauradores César Ordás García y Noe Sánchez Oña. El archivero municipal resumió la importancia de este proyecto, desde un punto de vista económico y estratégico, “ya que su misión a largo plazo será, además de la nombrada consolidación de los restos arqueológicos (sobre todo murarios) de la antigua ciudad medieval de la Vera vieja, la ciudad musulmana del cerro anterior a la definitiva renacentista del llano, y destruida por el terremoto de 9 de noviembre de 1518, arqueológico y urbanístico, ya que pretende, con el fin de revitalizar la vida económica y turística del entorno urbano del bien de interés cultural, embellecer los caminos que lleven a la vieja ciudad y comenzar a explotarlo de una manera racional para el disfrute del visitante”.
Apoyado en tecnología digital de última generación, como la presentación en tres dimensiones de toda la planimetría del yacimiento a nivel casi milimétrico, el arquitecto Gerardo Úbeda fue detallando cómo se habían realizado las labores de consolidación muraria, con qué materiales y con qué criterios teóricos. Señaló Úbeda, “la gran dificultad técnica de las obras debido a lo escarpado del terreno y su difícil acceso, para el que a veces hubo de recurrirse a la ayuda de burros en el acarreo del material. El recalce de muros y la coronación de estructuras para su conservación a largo plazo ha sido la parte central del proyecto. Un desbroce controlado de la vegetación que no dejaba apreciar la vieja ciudad desde varios kilómetros de distancia ha sido, a juzgar por lo visible, lo más apreciable, dejando a la vista todo lo que escondía el enclave”.
El equipo participante en el proyecto insistió en que el plan de trabajo espera las siguientes fases con el fin de completar satisfactoriamente el acondicionamiento de la zona, a la que habrá que añadir la excavación arqueológica y, así, sacar a la superficie las estructuras de las viviendas que seguro quedan ocultas bajo cinco siglos de depósitos acumulados y que impiden ver mejor cómo era esta ciudad militar, una de las “llaves y amparo del antiguo reino de Granada”.
El equipo redactor y ejecutor del proyecto mostró una impresión en 3D de cómo habría sido la alcazaba de esa Bayra en función de los estudios y trabajos realizados hasta ahora por los técnicos. Se trata de una maqueta de unos 20 centímetros de lado que supone un prototipo, una hipótesis de trabajo de lo que habría sido la cúspide del bastión defensivo.
El alcalde de Vera, Félix López Caparrós, cerró la exposición afirmando que “era deseo de muchos vecinos que el proyecto siguiera adelante en futuras fases porque podría llegar a ser una de las fuentes económicas del Municipio en el futuro, en una apuesta clara por recuperar la historia de un enclave fundamental para los tiempos que nos esperan”.
