ALMERÍA HOY / 07·01·2019
El Juzgado de lo Penal 1 de Almería ha condenado a A.A.E.M.G., de origen marroquí nacionalizado español y sin antecedentes, y a L.R.G., española y sin antecedentes, por un delito de atentado contra agente de la autoridad y otro de lesiones leves a penas que suman nueve meses de prisión, inhabilitación para sufragio pasivo, multa durante un mes a seis euros diarios, y el pago de las costas procesales y de una indemnización superior a los 600 euros.
No obstante, la pena privativa de libertad queda en suspenso a condición de que no vuelvan a delinquir durante dos años.
La sentencia, consultada por este medio, estima como hechos probados que sobre las 21.00 horas del 28 de marzo de 2018, los condenados se pusieron de común acuerdo una vez que habían sido parados por agentes de Policía Nacional, algo que ocurrió en la Avenida El Treinta con la carretera de La Mojonera, en el término municipal de El Ejido.
Allí, mientras los agentes comprobaban su documentación, ella golpeó con un manotazo a uno de los policías, tirándole la linterna al suelo, momento en el cual A.A.E.M.G. se abalanzó sobre el mismo agente, golpeándolo y forcejeando con él mientras L.R.G. también le propinaba golpes.
Cuando otro de los agentes intermedió, el condenado le dio un fuerte puñetazo en la cara y le agarró del brazo para tirarlo al suelo, hasta que finalmente pudieron ser reducidos.
No obstante, la pena privativa de libertad queda en suspenso a condición de que no vuelvan a delinquir durante dos años.
La sentencia, consultada por este medio, estima como hechos probados que sobre las 21.00 horas del 28 de marzo de 2018, los condenados se pusieron de común acuerdo una vez que habían sido parados por agentes de Policía Nacional, algo que ocurrió en la Avenida El Treinta con la carretera de La Mojonera, en el término municipal de El Ejido.
Allí, mientras los agentes comprobaban su documentación, ella golpeó con un manotazo a uno de los policías, tirándole la linterna al suelo, momento en el cual A.A.E.M.G. se abalanzó sobre el mismo agente, golpeándolo y forcejeando con él mientras L.R.G. también le propinaba golpes.
Cuando otro de los agentes intermedió, el condenado le dio un fuerte puñetazo en la cara y le agarró del brazo para tirarlo al suelo, hasta que finalmente pudieron ser reducidos.
