Trabajos de restauración en la zona arqueológica del segundo recinto de la Alcazaba




ALMERÍA HOY / 28·12·2018

El Conjunto Monumental de la Alcazaba continúa con las labores de conservación de la zona arqueológica que durante la década de los cuarenta y cincuenta del pasado siglo sufrió diversas exploraciones sin metodología arqueológica alguna, lo que conllevó un acentuado deterioro de las estructuras habitacionales descubiertas. Tal y como explica el delegado territorial de Cultura, Alfredo Valdivia, “en esta ocasión, los trabajos se centran en el conocido como Muro 32 y adyacentes, un espacio vinculado al área de servicio de los palacios en la zona norte del segundo recinto, como continuación a los trabajos emprendidos el pasado año”.

De momento, se están llevando a cabo diferentes trabajos arqueológicos previos de apoyo a la conservación, que consisten en la reposición volumétrica del vaciado de los muros de tapial, mampuestos y ladrillo que han perdido la fábrica casi en su totalidad, así como la fijación de la testa de dichos muros, que se encuentran disgregados y muy afectada por los procesos erosivos y climatológicos a los que se ve afectada la Alcazaba.

Por otro lado, se llevarán a cabo la fijación de los revestimientos no adhesivos al soporte murario mediante inyecciones de morteros de reintegración. La obra de restauración que se está llevando a cabo tiene como objetivo principal “la consolidación preventiva y urgente de aquellos elementos con riesgo inminente de pérdida o que haga peligrar la estabilidad de los muros”, afirma el delegado.

La intervención arqueológica ha puesto de manifiesto la aparición de una calle con varios pozos y atarjeas, conservándose en buen estado diferentes muros de tapial y ladrillo de cronología de momento desconocida, a falta del estudio de materiales, así como bienes muebles vinculados a los drenajes y desagües, como son los atanores. Estas obras de conservación son la continuación a las realizadas el pasado año en el Muro 36, una intervención donde se recuperó un espacio utilizando las técnicas tradicionales del tapial, donde se eliminaron añadidos parciales de los años ochenta del pasado siglo, se consolidaron mecánicamente grietas y elementos sueltos, así como se reconstruyó la cara norte de un arco de ladrillo que se corresponde con un pozo.

Las últimas actuaciones están siendo llevadas a cabo por la empresa UMC Construcción, con los arquitectos Lola Miralles y Gerardo Úbeba, la arqueóloga Cristina Bueno y el restaurador César Ordáz, con una inversión por parte de la Consejería de Cultura de 24.206,34 euros.


Estudios fotogramétricos en el Muro de la Vela

También ha comenzado la realización de trabajos de restitución fotogramétrica del frente occidental y oriental del Muro de la Vela de la Alcazaba. Se estima de gran interés para posibles labores de restauración y estudio de las estructuras defensivas de esta construcción, ya que la documentación fotogramétrica permite realizar exhaustivos estudios de estratigrafía parietal, definiendo en profundidad la secuencia de evolución diacrónica del monumento y las técnicas constructivas empleadas en cada momento. A partir de esta documentación, detalla el delegado territorial, “se podrán acometer restituciones científicas -digitales y a escala - de estas estructuras”.

En esta ocasión, el estudio propone la realización de las restituciones fotogramétricas en las torres de flanqueo y lienzo de la muralla de dicho frente, que suman aproximadamente unos 395 metros lineales de recorrido. Consisten dichos trabajos en la documentación gráfica, sistemática y exhaustiva, mediante medios fotográficos e informáticos, de las fábricas conservadas con el fin de obtener unos levantamientos a escala exactos, tanto en soporte papel, como digital. Dichos estudios están siendo llevados a cabo por la empresa Yamur. Arquitectura y Arqueología S.L., mientras que el estudio arqueológico de los paramentos en el que se plasmaría la secuencia evolutiva de las construcciones, lo auspicia la empresa de arqueología Arq13. Estudio de Arqueología.

Según el propio director del monumento, Arturo del Pino, dichos proyectos de conservación y estudios previos vienen a complementar otros trabajos realizados este año, como el comienzo de las obras de reforma de la instalación eléctrica, iluminación interior y sistemas de vigilancia y alarma, así como la conservación de una zona de almacén en la muralla norte y la restauración de dicha muralla. A ello hay que sumar la restauración del bastión sur, en el primer recinto de la Alcazaba, así como la intervención arqueológica de apoyo a la conservación en un paño de muralla del frente sur del segundo recinto con el propósito de recoger datos del origen de las patologías y humedades que sufre toda la muralla sur, para de esta manera seguir las pautas más adecuadas de intervención para erradicarlas y conservar así las estructuras.