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GREGORIO FERNÁNDEZ CHAVES
Debido a mi desencanto con los partidos tradicionales y a que hace unos años vi en Podemos un discurso social más acorde a lo que yo entiendo por justicia, decidí acercarme a los dos actos de campaña que han tenido lugar en la capital de la Región de Almería estas últimas semanas.
¿Cuál ha sido «mi no sorpresa», sino más bien mi constatación de lo que, desde mi punto de vista, mancha por completo lo que me había encandilado en el pasado? Pues su marcado tinte andalucista.
Aquí, en la Comunidad Autónoma de Andalucía y Almería (la cito así, como ‘Castilla y León’, por tratarse de dos territorios diferentes), Podemos, ahora con la marca ‘Adelante Andalucía’, ha degenerado su discurso soberanamente. En el acto que tuvo lugar en la EMMA, oí barbaridades como «hacer un estudio de la lengua andaluza», así, sin vaselina ni nada. Esto lo dijo Pilar Távora (‘Izquierda Andalucista’) y, a pesar de hablar ella en andaluz y yo en almeriense, la entendí bastante bien, pero creo que se debe a que los dos hablamos algo que se llama español o castellano. Aunque me resulte ridículo tener que aclarar esto.
En ese mismo encuentro intervino Pilar González (‘Primavera Andaluza’), una pacense de Mérida que se permitió decir que era «mentira que en Almería no queríamos ser andaluces». Habrá quien sí quiera serlo pero no concibo tanta empatía con las segregaciones e independencias de ciertos territorios y el más absoluto ninguneo hacia una corriente que, a día de hoy, sigue existiendo en la Región de Almería, la constitución de Almería como autonomía uniprovincial. Tanto como dicen querernos, obviar esto viene a ser ‘consejos vendo, que para mí no tengo’.
Sin olvidar la modificación del himno andaluz, que lo cantan al final de cada acto y que de normal termina con un «sea por Andalucía libre, España y la humanidad», aunque ellos cambian España por ‘los pueblos’. Luego no quieren que el PP se apropie del concepto España, si ellos no hacen nada por arrebatárselo.
En el segundo acto, acontecido en el antiguo varadero del puerto de la capital, salieron tanto de Íñigo Errejón (‘Podemos Madrid’) como de Vanessa Angustias (‘En Marea-IU’, la marca gallega de Podemos) las palabras «¡viva Andalucía libre!». Hasta donde yo sé, por ejemplo, la marca de Podemos en Cataluña, ‘En Comú-Podem’, aboga por el derecho a decidir del pueblo catalán pero no se decanta o pronuncia por el sí o por el no a la independencia, sino por la voluntad del pueblo que la habita. Aún no he oído a Ada Colau al grito de «visca Catalunya lliure!».
Pues he ahí mi sorpresa: ¿Creéis que todos los votantes de Manuela Carmena (‘Ahora Madrid’) la han apoyado porque quieren la independencia de la capital de España? ¿España sin su capital? ¿No resulta de chiste? Pues ¿si los que votan a Podemos en Madrid no son independentistas, qué les hace pensar a Teresa Rodríguez, María Jesús Amate o Íñigo Errejón que los que votan a Podemos en Almería abogan por una república andaluza? ¿Si Podemos ya tenía un electorado de peso, por qué se presentan en coalición con grupúsculos como ‘Primavera Andaluza’ (paralelismo de las primaveras árabes) y les dan visibilidad y minutos en sus actos para desvirtuar el discurso original y pasar de hablar de los desahucios a llenarlo todo de banderas blanquiverdes, como si fuese una competición de a ver quién es más andaluz? Yo a ambos actos llevé la bandera de Almería, no por provocación, sino porque entiendo que, estando en Almería, defiendo Almería y, para los que sí se sientan andaluces, una bandera de Almería en un acto en Almería no tiene que ser incompatible con ningún partido político pero he de confesar que alguna persona me reconoció que se asustó al verme con ella ¿En serio hemos llegado a este punto? ¿Reconocerse andaluz implica negar Almería? Es muy triste lo que el andalucismo está llegando a hacer.
Para acabar, querría recordar que en 2019 son las elecciones a la Comunidad de Madrid. Estoy ‘deseandico’ escuchar a Errejón al grito de«¡viva Madrid libre!» o comprobar efectivamente que esto se lo reserva solo para cuando baja por estas latitudes.
¿Cuál ha sido «mi no sorpresa», sino más bien mi constatación de lo que, desde mi punto de vista, mancha por completo lo que me había encandilado en el pasado? Pues su marcado tinte andalucista.
Aquí, en la Comunidad Autónoma de Andalucía y Almería (la cito así, como ‘Castilla y León’, por tratarse de dos territorios diferentes), Podemos, ahora con la marca ‘Adelante Andalucía’, ha degenerado su discurso soberanamente. En el acto que tuvo lugar en la EMMA, oí barbaridades como «hacer un estudio de la lengua andaluza», así, sin vaselina ni nada. Esto lo dijo Pilar Távora (‘Izquierda Andalucista’) y, a pesar de hablar ella en andaluz y yo en almeriense, la entendí bastante bien, pero creo que se debe a que los dos hablamos algo que se llama español o castellano. Aunque me resulte ridículo tener que aclarar esto.
En ese mismo encuentro intervino Pilar González (‘Primavera Andaluza’), una pacense de Mérida que se permitió decir que era «mentira que en Almería no queríamos ser andaluces». Habrá quien sí quiera serlo pero no concibo tanta empatía con las segregaciones e independencias de ciertos territorios y el más absoluto ninguneo hacia una corriente que, a día de hoy, sigue existiendo en la Región de Almería, la constitución de Almería como autonomía uniprovincial. Tanto como dicen querernos, obviar esto viene a ser ‘consejos vendo, que para mí no tengo’.
Sin olvidar la modificación del himno andaluz, que lo cantan al final de cada acto y que de normal termina con un «sea por Andalucía libre, España y la humanidad», aunque ellos cambian España por ‘los pueblos’. Luego no quieren que el PP se apropie del concepto España, si ellos no hacen nada por arrebatárselo.
En el segundo acto, acontecido en el antiguo varadero del puerto de la capital, salieron tanto de Íñigo Errejón (‘Podemos Madrid’) como de Vanessa Angustias (‘En Marea-IU’, la marca gallega de Podemos) las palabras «¡viva Andalucía libre!». Hasta donde yo sé, por ejemplo, la marca de Podemos en Cataluña, ‘En Comú-Podem’, aboga por el derecho a decidir del pueblo catalán pero no se decanta o pronuncia por el sí o por el no a la independencia, sino por la voluntad del pueblo que la habita. Aún no he oído a Ada Colau al grito de «visca Catalunya lliure!».
Pues he ahí mi sorpresa: ¿Creéis que todos los votantes de Manuela Carmena (‘Ahora Madrid’) la han apoyado porque quieren la independencia de la capital de España? ¿España sin su capital? ¿No resulta de chiste? Pues ¿si los que votan a Podemos en Madrid no son independentistas, qué les hace pensar a Teresa Rodríguez, María Jesús Amate o Íñigo Errejón que los que votan a Podemos en Almería abogan por una república andaluza? ¿Si Podemos ya tenía un electorado de peso, por qué se presentan en coalición con grupúsculos como ‘Primavera Andaluza’ (paralelismo de las primaveras árabes) y les dan visibilidad y minutos en sus actos para desvirtuar el discurso original y pasar de hablar de los desahucios a llenarlo todo de banderas blanquiverdes, como si fuese una competición de a ver quién es más andaluz? Yo a ambos actos llevé la bandera de Almería, no por provocación, sino porque entiendo que, estando en Almería, defiendo Almería y, para los que sí se sientan andaluces, una bandera de Almería en un acto en Almería no tiene que ser incompatible con ningún partido político pero he de confesar que alguna persona me reconoció que se asustó al verme con ella ¿En serio hemos llegado a este punto? ¿Reconocerse andaluz implica negar Almería? Es muy triste lo que el andalucismo está llegando a hacer.
Para acabar, querría recordar que en 2019 son las elecciones a la Comunidad de Madrid. Estoy ‘deseandico’ escuchar a Errejón al grito de«¡viva Madrid libre!» o comprobar efectivamente que esto se lo reserva solo para cuando baja por estas latitudes.
