Entrevista a Fernando Rubio, presidente de la Junta Central de Usuarios de Aguas del Valle del Almanzora
ALMERÍA HOY / 19·11·2018
Los regantes que utilizan agua del trasvase Tajo-Segura se reunieron el pasado 24 de septiembre con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, y el director general del Agua, Manuel Menéndez Morán –respaldado por la ministra Teresa Ribera-, advirtió en declaraciones recientes que los trasvases deben ser “excepcionales” y apostó por la “autosuficiencia” de cada cuenca. Nuestros agricultores, sorprendidos y alarmados, querían oírlo en su voz, pero Morán les dijo lo contrario.
- Tras escuchar las declaraciones de la ministra y el secretario de Estado, ¿acudieron a la cita con el ánimo crispado?
- Acudimos muy preocupados. Ambos decían que cada cuenca hidrográfica debía valerse por sí misma y nosotros somos deficitarios en agua. Llegaron incluso a decir que los trasvases afectaban negativamente a la pesca de bajura. Afortunadamente, el funeral al que creíamos asistir se convirtió en un bautizo.
- ¿Qué le plantearon al secretario de Estado para obrar ese ‘milagro’?
- Le dijimos que los trasvases son imprescindibles e intocables y que, además,es necesario y urgente aprovechar las desaladoras, para lo que, primero, hay que ponerlas en funcionamiento. Le recordamos la riqueza que ha generado el agua en el Sureste de España, que ha pasado de ser tierra de emigración a receptora de mano de obra. El secretario de Estado nos dijo que estaba de acuerdo con nuestras demandas.
- ¿Le creyeron?
- Creo que fue sincero y dijo lo que en verdad sentía.
- ¿Y cómo justificó las declaraciones que había realizado en Castilla-La Mancha en sentido contrario?
- No dio explicaciones. Habló de su concepto de cuenca excedentaria y expuso que la inversión en trasvases que ha hecho el Estado a lo largo de muchas décadas no iba a quedar aparcada porque no tendría sentido desperdiciar un dinero que ha creado riqueza. Nos aseguró que no se va a retroceder en la política de trasvases.
- ¿Les dijo qué piensa hacer en materia de agua?
- Le pregunté cuáles son sus intenciones, qué nos ofrece y qué piensa hacer, pero no concretó nada. Anunció la previsión del Ministerio de aprobar en diciembre la Ley de Cambio Climático y, aunque dijo que no nos va a afectar, se comprometió a enviarnos el borrador en unas semanas para que lo estudiemos y aportemos nuestras sugerencias antes de darlo por terminado. También nos dijo que iba a poner todos los recursos de su departamento a nuestra disposición, pero no especificó en qué consisten y a cuánto alcanzan.
- ¿Dijo cuándo arreglarán la desaladora del Bajo Almanzora?
- Le pregunté por la desaladora y por Acuamed. Sonrió. Parece que su intención es liquidar esa empresa pública que tantos dolores de cabeza ha proporcionado a su departamento.
- ¿Hablaron del precio del agua desalada?
- Por supuesto. Nosotros le propusimos pagar 30 céntimos por cada metro cúbico. El secretario de Estado ofreció un tiempo de transición. Nos dijo que las desaladoras no pueden vender el agua a un precio inferior a su coste porque España tendría que devolver a la Unión Europea el importe de las subvenciones empleadas en su construcción.
- Sin embargo, la están subvencionando a los agricultores de Murcia y Alicante, pero no a los de Almería.
- Así es, y yo se lo recordé. El secretario de Estado nos dijo que se iba a ocupar él personalmente de que se repare ese agravio a los agricultores almerienses. Nos explicó que la Junta de Andalucía no aprobó el decreto de sequía necesario para poder acogernos a la subvención, como hicieron los Gobiernos de Murcia y la Comunidad Valenciana, porque llovió en la cuenca del Guadalquivir. Tendremos que recordarle a la Junta que Almería también es Andalucía para que tenga en cuenta lo que llueve aquí y elabore un decreto que contemple nuestra singular situación y, así, tener el mismo derecho que los regantes de Murcia o Alicante.
- ¿Nos olvidamos de nuevos trasvases, como pudiera ser retomar el proyecto del Ebro?
- Ahora es muy complicado poner en marcha algo así. Las comunidades autónomas, y hasta los pueblos, se creen dueños del agua de los ríos que las atraviesan. La solidaridad ha desaparecido. Sin embargo, cuando hablamos con agricultores de Castilla-La Mancha nos dicen que a ellos no les supone ningún problema que venga agua del Tajo al Levante. En ese sentido, el secretario de Estado nos dijo que es partidario de mantener la situación actual. No le parece lógico suprimir el trasvase Tajo-Segura para poner en regadío toda La Mancha.
- Tampoco resulta lógica la falta de solidaridad entre los españoles de distintas regiones.
- Un representante de Alicante dijo que podrían plantearse allí no permitir que se bañara nadie de las provincias del interior en verano, y que ya verían si les dejaban en invierno. No podemos permitir que la convivencia entre los españoles se convierta en ese disparate al que algunos parecen querer abocarnos.
GALASA
- Un representante del PSOE propuso en la última Junta General de accionistas de Galasa que se pidiera a los regantes que contribuyeran al pago de la tubería que conecta la desaladora de Carboneras con el pantano de Cuevas, ¿qué le parece esa iniciativa?
- Es muy fácil decir que pague otro. Quienes han propuesto esta barbaridad deberían haber cumplido su función y haber evitado que Galasa pierda el 64% del agua que compra. Nosotros no formamos parte del convenio de construcción de esa tubería, nadie nos preguntó en su día y no contamos con ninguna concesión de agua de allí.Tenemos una asignación de la desaladora del Bajo Almanzora. Si Acuamed nos la manda desde Carboneras no es asunto nuestro.
- ¿Le parece, entonces, una falta de respeto?
- Más que una falta de respeto, me parece una falta de responsabilidad a la hora de cumplir con sus obligaciones.
- La verdad es que Galasa ha funcionado de forma muy distinta a como lo hacen ustedes, que apenas si pierden el 1% del agua que compran.
- Aunque las comunidades de regantespodamos tener una apariencia de entidad pública, en realidad empresasentidades privadas. Si una persona responsable no funciona y las cuentas no salen, la cambiamos por otra. Proponer que los regantes paguemos las consecuencias de una gestión irresponsable al frente de una empresa pública es deshonesto. Si quienes gobiernan Galasa fueran responsables, no estarían perdiendo el 64% del agua.
- ¿Debe desaparecer Galasa?
- En absoluto. Es la mejor iniciativa que se ha puesto en marcha en esta comarca. Yo aún recuerdo cuando sólo había agua en las casas una o dos horas al día y había que aprovechar para llenar todos los cacharros posibles. Ahora falta antes agua en los hogares de Galicia que aquí. Pero la administración de esa empresa ha dejado mucho que desear. Si sus gestores hubieran hecho los deberes y los ayuntamientos estuvieran al corriente de pago, no hubieran tenido que acordarse de los regantes.
- Tras escuchar las declaraciones de la ministra y el secretario de Estado, ¿acudieron a la cita con el ánimo crispado?
- Acudimos muy preocupados. Ambos decían que cada cuenca hidrográfica debía valerse por sí misma y nosotros somos deficitarios en agua. Llegaron incluso a decir que los trasvases afectaban negativamente a la pesca de bajura. Afortunadamente, el funeral al que creíamos asistir se convirtió en un bautizo.
- ¿Qué le plantearon al secretario de Estado para obrar ese ‘milagro’?
- Le dijimos que los trasvases son imprescindibles e intocables y que, además,es necesario y urgente aprovechar las desaladoras, para lo que, primero, hay que ponerlas en funcionamiento. Le recordamos la riqueza que ha generado el agua en el Sureste de España, que ha pasado de ser tierra de emigración a receptora de mano de obra. El secretario de Estado nos dijo que estaba de acuerdo con nuestras demandas.
- ¿Le creyeron?
- Creo que fue sincero y dijo lo que en verdad sentía.
- ¿Y cómo justificó las declaraciones que había realizado en Castilla-La Mancha en sentido contrario?
- No dio explicaciones. Habló de su concepto de cuenca excedentaria y expuso que la inversión en trasvases que ha hecho el Estado a lo largo de muchas décadas no iba a quedar aparcada porque no tendría sentido desperdiciar un dinero que ha creado riqueza. Nos aseguró que no se va a retroceder en la política de trasvases.
- ¿Les dijo qué piensa hacer en materia de agua?
- Le pregunté cuáles son sus intenciones, qué nos ofrece y qué piensa hacer, pero no concretó nada. Anunció la previsión del Ministerio de aprobar en diciembre la Ley de Cambio Climático y, aunque dijo que no nos va a afectar, se comprometió a enviarnos el borrador en unas semanas para que lo estudiemos y aportemos nuestras sugerencias antes de darlo por terminado. También nos dijo que iba a poner todos los recursos de su departamento a nuestra disposición, pero no especificó en qué consisten y a cuánto alcanzan.
- ¿Dijo cuándo arreglarán la desaladora del Bajo Almanzora?
- Le pregunté por la desaladora y por Acuamed. Sonrió. Parece que su intención es liquidar esa empresa pública que tantos dolores de cabeza ha proporcionado a su departamento.
- ¿Hablaron del precio del agua desalada?
- Por supuesto. Nosotros le propusimos pagar 30 céntimos por cada metro cúbico. El secretario de Estado ofreció un tiempo de transición. Nos dijo que las desaladoras no pueden vender el agua a un precio inferior a su coste porque España tendría que devolver a la Unión Europea el importe de las subvenciones empleadas en su construcción.
- Sin embargo, la están subvencionando a los agricultores de Murcia y Alicante, pero no a los de Almería.
- Así es, y yo se lo recordé. El secretario de Estado nos dijo que se iba a ocupar él personalmente de que se repare ese agravio a los agricultores almerienses. Nos explicó que la Junta de Andalucía no aprobó el decreto de sequía necesario para poder acogernos a la subvención, como hicieron los Gobiernos de Murcia y la Comunidad Valenciana, porque llovió en la cuenca del Guadalquivir. Tendremos que recordarle a la Junta que Almería también es Andalucía para que tenga en cuenta lo que llueve aquí y elabore un decreto que contemple nuestra singular situación y, así, tener el mismo derecho que los regantes de Murcia o Alicante.
- ¿Nos olvidamos de nuevos trasvases, como pudiera ser retomar el proyecto del Ebro?
- Ahora es muy complicado poner en marcha algo así. Las comunidades autónomas, y hasta los pueblos, se creen dueños del agua de los ríos que las atraviesan. La solidaridad ha desaparecido. Sin embargo, cuando hablamos con agricultores de Castilla-La Mancha nos dicen que a ellos no les supone ningún problema que venga agua del Tajo al Levante. En ese sentido, el secretario de Estado nos dijo que es partidario de mantener la situación actual. No le parece lógico suprimir el trasvase Tajo-Segura para poner en regadío toda La Mancha.
- Tampoco resulta lógica la falta de solidaridad entre los españoles de distintas regiones.
- Un representante de Alicante dijo que podrían plantearse allí no permitir que se bañara nadie de las provincias del interior en verano, y que ya verían si les dejaban en invierno. No podemos permitir que la convivencia entre los españoles se convierta en ese disparate al que algunos parecen querer abocarnos.
GALASA
- Un representante del PSOE propuso en la última Junta General de accionistas de Galasa que se pidiera a los regantes que contribuyeran al pago de la tubería que conecta la desaladora de Carboneras con el pantano de Cuevas, ¿qué le parece esa iniciativa?
- Es muy fácil decir que pague otro. Quienes han propuesto esta barbaridad deberían haber cumplido su función y haber evitado que Galasa pierda el 64% del agua que compra. Nosotros no formamos parte del convenio de construcción de esa tubería, nadie nos preguntó en su día y no contamos con ninguna concesión de agua de allí.Tenemos una asignación de la desaladora del Bajo Almanzora. Si Acuamed nos la manda desde Carboneras no es asunto nuestro.
- ¿Le parece, entonces, una falta de respeto?
- Más que una falta de respeto, me parece una falta de responsabilidad a la hora de cumplir con sus obligaciones.
- La verdad es que Galasa ha funcionado de forma muy distinta a como lo hacen ustedes, que apenas si pierden el 1% del agua que compran.
- Aunque las comunidades de regantespodamos tener una apariencia de entidad pública, en realidad empresasentidades privadas. Si una persona responsable no funciona y las cuentas no salen, la cambiamos por otra. Proponer que los regantes paguemos las consecuencias de una gestión irresponsable al frente de una empresa pública es deshonesto. Si quienes gobiernan Galasa fueran responsables, no estarían perdiendo el 64% del agua.
- ¿Debe desaparecer Galasa?
- En absoluto. Es la mejor iniciativa que se ha puesto en marcha en esta comarca. Yo aún recuerdo cuando sólo había agua en las casas una o dos horas al día y había que aprovechar para llenar todos los cacharros posibles. Ahora falta antes agua en los hogares de Galicia que aquí. Pero la administración de esa empresa ha dejado mucho que desear. Si sus gestores hubieran hecho los deberes y los ayuntamientos estuvieran al corriente de pago, no hubieran tenido que acordarse de los regantes.
