«La responsabilidad de los agricultores ha conseguido evitar las alarmas sanitarias»

Adolfo Chavernas, Jefe del Servicio de Agricultura en Almería




ALMERÍA HOY / 24·11·2018

Las precauciones implementadas en el campo almeriense han hecho posible que e-coli sea el nombre de una bacteria que, a veces, se detecta en frutas y hortalizas de otros países, pero no en las producidas aquí. El compromiso de los agricultores y el control de la Junta están detrás de ello.

Con las cosas de comer no se juega, y eso lo saben muy bien los agricultores almerienses y, también, la Junta de Andalucía. “Es fundamental que las empresas agrícolas puedan garantizar que sus productos son inocuos para la salud de los consumidores”, afirma categórico el Jefe del Servicio de Agricultura en Almería, Adolfo Chavernas. “Pero, afortunadamente, la responsabilidad de los agricultores y, en menor medida, los controles que se realizan desde la Consejería, han conseguido evitar que haya alarmas sanitarias sobre nuestras frutas y hortalizas”.

Y es que “si algún producto no se cultiva de forma adecuada en la explotación–señala Chavernas-, acaba siempre descubierto debido a la gran cantidad de controles que se realizan y cualquier anomalía detectada ahí tiene unas importantes consecuencias económicas que recaerían sobre el productor”.

“En cualquier caso –insiste- es importante destacar que la agricultura almeriense no presenta casos de alguna patología desde hace muchísimo tiempo mientras que en otros países sí que se están detectando más casos, pero eso no significa que vayamos a bajar la guardia”.
“Nosotros –explica- insistimos en prevenir la presencia de ciertas bacterias, como la e-coli, en nuestros cultivos, una bacteria que puede producir desde una gastroenteritis hasta la muerte, pero hay que resaltar que la e-coli no existe en nuestros productos gracias a las tareas de prevención que realizan los agricultores”.


AGUA

“En ese sentido, resulta esencial controlar el agua de riego, y en este punto hay que tener en cuenta varios aspectos. Primero de dónde viene, después qué sistema de riego vamos a emplear y, sobre todo, qué cultivo vamos a obtener. Si vamos a cultivar lechuga empleando un riego por aspersión, que pone el agua en contacto con la hoja, la calidad de esa agua debe ser mayor que si se utiliza un goteo que llega directamente a la raíz”.

“En relación con el agua, es muy usual almacenarla y, en ese caso, hemos de tener en cuenta si pueden tener acceso a ella animales que puedan beber. Eso se evita mediante barreras físicas, es decir, vallar las balsas para evitar que entren.Los agricultores, además, inspeccionan visualmente los embalses y realizan análisis periódicos para asegurar su perfecto estado”.

“En Almería y el sureste español, el uso de agua desalada contribuye a garantizar la seguridad al pasar ésta por numerosos controles antes de salir de la central productora”.


ESTIÉRCOL

“Otro factor importante es la aportación de fertilizantes orgánicos, lo que todos conocemos como estiércol. Es interesante que tengamos en cuenta que ese estiércol esté muy madurado al aplicarlo a la explotación, porque durante ese proceso se inactivan las posibles bacterias que pueda contener”.

“Fundamental es, también, tener la precaución de mezclar inmediatamente ese estiércol de forma íntima con la tierra para evitar en todo momento la posibilidad de contacto directo con las plantas y que pase el mayor tiempo posible entre su aplicación y la recolección por el mismo motivo”.
“También hay que recordar que, al unirse el agua con el estiércol acumulado, los acopios de éste pueden lavarse y contaminar las explotaciones que hay por debajo, por eso siempre han de colocarse aguas abajo, cuidando que no pueda afectar al vecino, y colocar barreras físicas para que el agua no se lleve ese estiércol”.


ESTADO DE SALUD

“Igualmente importante es conocer el estado sanitario de los trabajadores agrícolas para evitar la posibilidad de transmisión de virus y enfermedades contagiosas, así como asegurar que se sigan escrupulosamente unas prácticas que ya realizamos en las casas, como es lavarnos escrupulosamente las manos con productos higiénicos después de hacer nuestras necesidades. También es elemental el uso de guantes”. “Un aspecto en el que se incide especialmente durante la formación de los trabajadores agrícolas es que, cuando se encuentren mal, avisen inmediatamente a la persona responsable de la explotación”.

“No obstante, es necesario recordar que los agricultores almerienses son muy responsables, son muy conscientes de que producen alimentos y su actitud ha conseguido que las frutas y hortalizas que producen sean tan seguras que pueden comerse a pie de finca”.