¿Cómo conciliar el negocio porcino con el bienestar de los huercalenses?




ALMERÍA HOY / 09·11·2018

La Corporación municipal de Huércal-Overa ha aprobado una moción socialista para estudiar una modificación en el PGOU que ponga coto a la saturación de granjas de cría de cerdos que sufren la mayor parte de las barriadas de Huércal Overa. Tratan de hacer compatible un sector del que viven 500 familias con la salud y calidad de vida de los vecinos.

Los vecinos de Gacía se concentran desde hace meses, durante las mañanas de lunes alternos, ante las puertas del Ayuntamiento para protestar contra la instalación de una nueva macrogranja con capacidad para 2.498 cerdos que, presumen, se ampliará en poco tiempo hasta albergar 6.000.
No es la primera vez que huercalenses se levantan contra explotaciones de este tipo –aún son recientes las protestas de los habitantes de La Morena-, pero nunca antes habían alcanzado las cotas de movilización y persistencia que ahora. Por cierto, hay que señalar que con la comprensión del alcalde, que se ha acostumbrado a recibirles en cada manifestación.

Pero el pasado 17 de octubre se abrió un nuevo capítulo en esta historia. Ese día, el Pleno del Ayuntamiento aprobaba por unanimidad una moción socialista para estudiar la posibilidad de modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el fin de aumentar la distancia entre granjas y evitar, de esa manera, la saturación que sufren la mayoría de las pedanías de la Villa.

“Esa saturación se ha convertido en un problema que debemos compatibilizar con las explotaciones familiares”, dice el edil socialista Antonio López Olmo. “Los promotores de macrogranjas–añade- presentan proyectos para 2.498 cabezas con el fin de superar unos requisitos medioambientales más fáciles, pero las preparan desde un principio para ampliarlas hasta albergar 6.000”.

López Olmo asegura entender a los vecinos de Gacía. “Es normal que quienes viven ahí recibande uñas a las granjas por todos los inconvenientes que acarrean. Recordemos que hablamos de viviendas que apenas quedan a 100 metros de esas explotaciones. Un grupo de afectados se ha movilizado y nosotros les hemos escuchado. Creemos que están en lo cierto”.

Para el edil socialista, “Huércal Overa tiene que decidir cuál quiere que sea su futuro económico y por qué quiere que la conozca el resto del mundo. En ese sentido, haciéndonos eco de las demandas de los vecinos, propusimos al Pleno que se modifiquen las distancias entre granjas. De esa manera se puede evitar que el alcalde se vea obligado a otorgar más licencias en zonas del pueblo que están ya mucho más que saturadas”.
“Y es que por culpa del desarrollo que han experimentado estas explotaciones, ya existen muy pocos lugares en los que puedan instalarse más –explica el veterano edil-. El término municipal está muy saturado. Quizás sea posible que se instale alguna más en la zona del Límite. En el resto no creo que quepa ya ninguna”.

“En las próximas semanas –añade- se debe constituir una comisión integrada por representantes de los diferentes grupos políticos municipales, técnicos, ganaderos y vecinos. Estudiaremos cuáles son las zonas más saturadas y extraeremos conclusiones para modificar el PGOU”.

No obstante, López Olmo advierte que “si esa comisión se cierra sin resultados satisfactorios, pediremos un pleno extraordinario para adoptar la solución que demandan los vecinos. Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y, por encima de todo, están la salud y el bienestar de la población. En cualquier caso, confiamos en la sinceridad del equipo de gobierno popular al votar favorablemente nuestra moción. Pero si la realidad es otra, existen métodos para obligar el cumplimiento de la propuesta socialista”.

“Es verdad –concluye- que la modificación que pretendemos introducir en el PGOU de Huércal Overa tendría que ajustarse al POTALA (Plan de Ordenación del Territorio del Área de Levante de Almería), pero también habría de adaptarse el POTALA a los problemas que sufren tanto Huércal Overa como Pulpí y ayudar a resolverlos.En los partidos hay prudencia. Son 500 familias las que viven del sector en nuestro municipio. Nosotros queremos hacer compatible un medio de vida con la vida del resto de los huercalenses. Mis compañeros se han reunido con los vecinos y saben cuál es el camino a seguir”.


“PROTEGER A LOS VECINOS”

En la búsqueda de soluciones se encuentra también el regidor huercalense Domingo Fernández (PP). “Por una parte –dice el alcalde- hablamos de uno de los sectores productivos más importantes del municipio, que es el segundo de Andalucía en producción de porcino blanco. Pero, por otro lado, nuestra obligación es proteger a los vecinos de los núcleos urbanos de las pedanías afectadas estableciendo las normas correctoras necesarias para hacer posible la convivencia del sector con los residentes”.

“Yo estoy convencido –insiste- de que se puede conseguir. Por eso trabajaremos en la búsqueda de esas medidas que mitiguen los problemas de olores, emisión de residuos y tratamiento de purines, del mismo modo que lo haremos para resolver los contingentes a las explotaciones agrícolas”.

“Un alcalde tiene que ser sensible a los problemas de los vecinos. Ya les abrí las puertas del Ayuntamiento desde la primera ocasión en que se concentraron los vecinos de Gacía. Examinamos juntos el expediente y les informé sobre los pasos a seguir en el procedimiento administrativo para la apertura de una explotación de las características de la que ha solicitado instalarse en su barriada. Ellos piensan, como los promotores de la granja, que les asiste el derecho y la razón. Yo les entiendo. Todo el mundo conoce o puede imaginar los inconvenientes que proporciona una empresa de ese tipo a quienes viven cerca. Sobre todo el olor”.

“Ellos se quejan de la norma y del mal que puede producir. Buscan nuestra empatía y solidaridad y los políticos no podemos defraudarles”.
“Pero en la búsqueda de soluciones, no podemos olvidar que la cría de cerdos es una actividad legal y muchas familias viven de eso en el municipio. Gran parte de la riqueza de Huércal Overa proviene del sector porcino. El problema surge ahora, que se ha industrializado y masificado la producción. Las explotaciones son mucho más grandes. Estamos hablando de 2.500 e, incluso, 6.000 cerdos al año”.

“Pienso que el municipio ya cuenta con muchas granjas –concluye el regidor-. Tendremos que trabajar y abrir el debate político.Mi intención es que la comisión que debe estudiar el cambio de la normativa municipal se constituya antes de terminar el mes de noviembre. Quiero dar tiempo a las partes para que recopilen todos los estudios que avalan las tesis que defienden y tengo fundadas esperanzas de que juntos alcanzaremos el consenso necesario en beneficio de todos pero, mientras tanto, no nos queda otra alternativa que cumplir la normativa vigente”.