ALMERÍA HOY / 29·09·2018
El Juzgado de lo Penal 3 de Almería ha condenado a Jaime C.B., español y con antecedentes, por delitos de quebrantamiento y por obstrucción a la justicia a penas que suman tres años de cárcel, 14 meses de multa a razón de seis euros diarios, y el pago de las costas procesales.
La sentencia estima como hechos probados que el condenado, que desde noviembre de 2016 tiene orden de alejamiento y prohibición de comunicarse de cualquier modo con su expareja y los hijos de ésta tras ser denunciado por maltrato, pese a lo cual el 27 de julio de 2017 la ha venido llamando en varias ocasiones desde el teléfono de su propia madre.
Dos días más tarde, la llamó en cinco ocasiones desde el mismo número de teléfono, en una de esas veces, con el ánimo de presionarla para que cambiara su declaración en el juicio penal por maltrato que estaba pendiente de celebración, le dijo lo siguiente: «Voy a meter a tus hijos en el juicio, voy a hundir al padre de tus hijos, por favor habla con mi abogada en privado para conseguir que me bajen la condena».
Bien podría aplicarse aquí aquello de "A Dios rogando y con el mazo dando", puesto que a continuación le dijo que «te estoy cogiendo mucha manía porque lo único que quieres es que yo entre en la cárcel, si de verdad me quieres lo niegues en el juicio".
Ese mismo día, la víctima recibió un mensaje de texto, también desde el teléfono de la madre del condenado, que decía: «Xfavor yamam perdonan m puesto nervioso yo tkiero".
La sentencia estima como hechos probados que el condenado, que desde noviembre de 2016 tiene orden de alejamiento y prohibición de comunicarse de cualquier modo con su expareja y los hijos de ésta tras ser denunciado por maltrato, pese a lo cual el 27 de julio de 2017 la ha venido llamando en varias ocasiones desde el teléfono de su propia madre.
Dos días más tarde, la llamó en cinco ocasiones desde el mismo número de teléfono, en una de esas veces, con el ánimo de presionarla para que cambiara su declaración en el juicio penal por maltrato que estaba pendiente de celebración, le dijo lo siguiente: «Voy a meter a tus hijos en el juicio, voy a hundir al padre de tus hijos, por favor habla con mi abogada en privado para conseguir que me bajen la condena».
Bien podría aplicarse aquí aquello de "A Dios rogando y con el mazo dando", puesto que a continuación le dijo que «te estoy cogiendo mucha manía porque lo único que quieres es que yo entre en la cárcel, si de verdad me quieres lo niegues en el juicio".
Ese mismo día, la víctima recibió un mensaje de texto, también desde el teléfono de la madre del condenado, que decía: «Xfavor yamam perdonan m puesto nervioso yo tkiero".
