Decir que la Junta del PSOE incumple los pactos acordados es un aserto reproducido con inapelable y contumaz reiteración
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ANTONIO FELIPE RUBIO
Estaba cantado. Mucho anunciar estabilidad, concordia, colaboración institucional, buen rollito y, por supuesto, el mantra de “por el interés general de todos los andaluces”. Y, como siempre, dime de qué presumes...
Jamás -salvo insospechada circunstancia de carácter catastrófico- se han adelantado unas elecciones por el interés general de los ciudadanos. En todos los casos, que yo recuerde, el adelanto electoral se ha producido en base a cálculos que pueden beneficiar al convocante que, por cierto, es el que tiene la capacidad y potestad para fijar la fecha de los comicios.
Desconozco las encuestas que baraja el PSOE de Andalucía, pero el caso que nos ocupa no se circunscribe a sondeos de opinión pública, sino al cálculo de riesgo que conlleva agotar la legislatura en un escenario tan desagradable como la sentencia de los ERE fraudulentos con una posible condena que batiría los records europeos de cientos de millones estafados desde el aparato del poder socialista andaluz. Además, no se puede perder de vista el asunto de la FAFFE (instrumento de la Junta para, presuntamente, evitar la sangría del paro) y en el que se vieron envueltos dirigentes socialistas en una tórrida sesión de servicios profesionales afectos a la prostitución; o sea, que los “defensores” del paro en Andalucía se van de putas con el dinero de los contribuyentes (15 000 euros de una sentada... y otras posturas). En fin, asuntos nada edificantes como para conocer sentencias condenatorias en medio de una campaña electoral. Por tanto, lo mejor es anticiparse y procesar las vicisitudes con la sordina que propicia el poder que controla voces y voluntades. O sea, como siempre ha venido practicando el PSOE desde un principio en este “cortijo”.
Entre que al PSOE no le interesa este escenario judicial, y que a Ciudadanos le urge una estrategia de escenificación de la ruptura del pacto con la suficiente antelación para armar su propia campaña, estamos ante una confluencia de intereses que cada uno interpreta como mejor le viene y, de esta manera, transmiten a la población la imagen de víctima de los intereses partidistas del contrario. El PSOE vende que C´s le ha traicionado forzando una situación límite conducente a la inestabilidad y, consecuente, se ve obligado a convocar elecciones. C´s dice -y no se equivoca- que el PSOE ha incumplido lo prometido, ¡vaya novedad! Ahora, tras las experiencias con el Partido Andalucista e Izquierda Unida, Ciudadanos se sorprende porque el PSOE no le ha cumplido los preceptos del pacto de gobernabilidad. La noticia mundial es que el PSOE cumpliese alguna vez lo prometido en tiempo y forma. En fin.
Hace tres años y medio que circulaban de aquí para allá unas procesiones de negociadores con carpetas naranjas y rojas que parecían estar preparando la Conferencia de Yalta. Han tenido tres años y medio para solucionar cosas que se pedían y que se solucionan con una firma y una sesión parlamentaria. Y ahora viene esta bulla para que todo se arregle en 48 horas; y si no, nos peleamos y nos olvidamos de tanto protocolo de carpetas y sobacos ilustrados para alcanzar unos acuerdos que han ranciado durante, insisto, tres años y medio.
Decir que la Junta del PSOE incumple los pactos acordados es un aserto reproducido con inapelable y contumaz reiteración. Incumplir las promesas y traicionar lo pactado es una condición inherente al PSOE; baste preguntarle a lo que quede del Partido Andalucista o donde ahora esté lo que se llamaba Izquierda Unida. Lo que no se entiende es que, tarde o temprano, esto no lo viese venir Ciudadanos. Pero cuando te ponen delante la preeminencia y la prebenda no calculas que llegará el momento del acabose que, con el PSOE, es con ellos o contra ellos.
Tras esta experiencia, imaginen dónde estaríamos ahora cuando pasó aquél día en el que C´s se entregó a los brazos del PSOE almeriense para dar la alcaldía a un candidato que parecía el líder indiscutido e indiscutible del PSOE local… y miren cómo acabó la cosa: candidato laminado, partido dividido… y a la espera de la vengativa revancha.
Ahora, una vez abiertas las hostilidades preelectorales, quedan por ver peores momentos. Es posible que el PSOE no busque reeditar el pacto con C´s. La alternativa es la izquierda radical de Podemos, sus confluencias y lo que quede de IU-CA.
En estas elecciones los andaluces lo tendremos más claro. El PSOE ha quemado ya todas las opciones con las que un día pactó (el PA, exterminado; IUCA, hundida; C´s, traicionado), sólo queda la experiencia de un PSOE entregado a los radicales de la extrema izquierda que, como ya estamos viendo con Pedro Sánchez, es la garantía de estabilidad, libertad y progreso.
Jamás -salvo insospechada circunstancia de carácter catastrófico- se han adelantado unas elecciones por el interés general de los ciudadanos. En todos los casos, que yo recuerde, el adelanto electoral se ha producido en base a cálculos que pueden beneficiar al convocante que, por cierto, es el que tiene la capacidad y potestad para fijar la fecha de los comicios.
Desconozco las encuestas que baraja el PSOE de Andalucía, pero el caso que nos ocupa no se circunscribe a sondeos de opinión pública, sino al cálculo de riesgo que conlleva agotar la legislatura en un escenario tan desagradable como la sentencia de los ERE fraudulentos con una posible condena que batiría los records europeos de cientos de millones estafados desde el aparato del poder socialista andaluz. Además, no se puede perder de vista el asunto de la FAFFE (instrumento de la Junta para, presuntamente, evitar la sangría del paro) y en el que se vieron envueltos dirigentes socialistas en una tórrida sesión de servicios profesionales afectos a la prostitución; o sea, que los “defensores” del paro en Andalucía se van de putas con el dinero de los contribuyentes (15 000 euros de una sentada... y otras posturas). En fin, asuntos nada edificantes como para conocer sentencias condenatorias en medio de una campaña electoral. Por tanto, lo mejor es anticiparse y procesar las vicisitudes con la sordina que propicia el poder que controla voces y voluntades. O sea, como siempre ha venido practicando el PSOE desde un principio en este “cortijo”.
Entre que al PSOE no le interesa este escenario judicial, y que a Ciudadanos le urge una estrategia de escenificación de la ruptura del pacto con la suficiente antelación para armar su propia campaña, estamos ante una confluencia de intereses que cada uno interpreta como mejor le viene y, de esta manera, transmiten a la población la imagen de víctima de los intereses partidistas del contrario. El PSOE vende que C´s le ha traicionado forzando una situación límite conducente a la inestabilidad y, consecuente, se ve obligado a convocar elecciones. C´s dice -y no se equivoca- que el PSOE ha incumplido lo prometido, ¡vaya novedad! Ahora, tras las experiencias con el Partido Andalucista e Izquierda Unida, Ciudadanos se sorprende porque el PSOE no le ha cumplido los preceptos del pacto de gobernabilidad. La noticia mundial es que el PSOE cumpliese alguna vez lo prometido en tiempo y forma. En fin.
Hace tres años y medio que circulaban de aquí para allá unas procesiones de negociadores con carpetas naranjas y rojas que parecían estar preparando la Conferencia de Yalta. Han tenido tres años y medio para solucionar cosas que se pedían y que se solucionan con una firma y una sesión parlamentaria. Y ahora viene esta bulla para que todo se arregle en 48 horas; y si no, nos peleamos y nos olvidamos de tanto protocolo de carpetas y sobacos ilustrados para alcanzar unos acuerdos que han ranciado durante, insisto, tres años y medio.
Decir que la Junta del PSOE incumple los pactos acordados es un aserto reproducido con inapelable y contumaz reiteración. Incumplir las promesas y traicionar lo pactado es una condición inherente al PSOE; baste preguntarle a lo que quede del Partido Andalucista o donde ahora esté lo que se llamaba Izquierda Unida. Lo que no se entiende es que, tarde o temprano, esto no lo viese venir Ciudadanos. Pero cuando te ponen delante la preeminencia y la prebenda no calculas que llegará el momento del acabose que, con el PSOE, es con ellos o contra ellos.
Tras esta experiencia, imaginen dónde estaríamos ahora cuando pasó aquél día en el que C´s se entregó a los brazos del PSOE almeriense para dar la alcaldía a un candidato que parecía el líder indiscutido e indiscutible del PSOE local… y miren cómo acabó la cosa: candidato laminado, partido dividido… y a la espera de la vengativa revancha.
Ahora, una vez abiertas las hostilidades preelectorales, quedan por ver peores momentos. Es posible que el PSOE no busque reeditar el pacto con C´s. La alternativa es la izquierda radical de Podemos, sus confluencias y lo que quede de IU-CA.
En estas elecciones los andaluces lo tendremos más claro. El PSOE ha quemado ya todas las opciones con las que un día pactó (el PA, exterminado; IUCA, hundida; C´s, traicionado), sólo queda la experiencia de un PSOE entregado a los radicales de la extrema izquierda que, como ya estamos viendo con Pedro Sánchez, es la garantía de estabilidad, libertad y progreso.
