Condenado por acoso y amenazas a su expareja con la que compartía domicilio en Retamar
ALMERÍA HOY / 31·08·2018
El Juzgado de lo Penal 5 de Almería ha condenado a J.A.J.P., de nacionalidad española y con antecedentes, a penas que suman 91 días de trabajos comunitarios y prohibición de tenencia de armas, orden de alejamiento y el pago de las costas procesales como culpable de sendos delitos de acoso y amenazas a la que fuera su expareja.
Según la sentencia, consultada por ALMERÍA HOY, estima como hechos probados que J.A.J.P., que el 13 de octubre de 2016 ya fuera condenado en sentencia firme por delito leve de amenazas, ha mantenido durante dos años una relación sentimental con la víctima, de origen latinoamericano, con domicilio en la barriada almeriense de Retamar, «no llegando a aceptar el acusado la ruptura sentimental, por lo que, desde octubre de 2016, la sigue con su vehículo constantemente por Retamar».
La sentencia remarca que el condenado la seguía «incluso hasta su lugar de trabajo», viéndose obligada a cambiar de empleo y, pese a ello, él la vuelve a localizar y a seguirla constantemente, creando en ella «una gran angustia y desasosiego».
Además, sobre las 18.00 horas del 30 de mayo de 2017, la esperó a que saliera de casa y se dirigió a ella en estos términos: «De esta no te escapas; voy a terminar contigo, conmigo no puedes, te tengo que matar, y cuando termine contigo voy a empezar con tu familia, que sé dónde vive».
Según la sentencia, consultada por ALMERÍA HOY, estima como hechos probados que J.A.J.P., que el 13 de octubre de 2016 ya fuera condenado en sentencia firme por delito leve de amenazas, ha mantenido durante dos años una relación sentimental con la víctima, de origen latinoamericano, con domicilio en la barriada almeriense de Retamar, «no llegando a aceptar el acusado la ruptura sentimental, por lo que, desde octubre de 2016, la sigue con su vehículo constantemente por Retamar».
La sentencia remarca que el condenado la seguía «incluso hasta su lugar de trabajo», viéndose obligada a cambiar de empleo y, pese a ello, él la vuelve a localizar y a seguirla constantemente, creando en ella «una gran angustia y desasosiego».
Además, sobre las 18.00 horas del 30 de mayo de 2017, la esperó a que saliera de casa y se dirigió a ella en estos términos: «De esta no te escapas; voy a terminar contigo, conmigo no puedes, te tengo que matar, y cuando termine contigo voy a empezar con tu familia, que sé dónde vive».
