Alcalde de Pulpí: «Aquí se aceptó avalar a una empresa privada en ruinas a cambio de un regalo envenenado para los pulpileños»

«La empresa tenía embargos de Hacienda y la S. Social... los trabajadores acumulaban dos meses sin cobrar»




ALMERÍA HOY / 02·03·2018

El Ayuntamiento de Pulpí ha quedado liberado de las obligaciones que le ligaban a Geriall, la concesionaria de la residencia de ancianos. La anterior alcaldesa, María Dolores Muñoz, decidió avalar 1,2 millones de los 6 que concertó la mercantil privada con una entidad financiera. El Consistorio, que a cambio de tan generosa resolución aceptaba el 20% de las acciones de Geriall, quedaba expuesto a grandes riesgos si la empresa no pagaba al banco. La compra de Geriall por un fondo de inversión británico ha liberado a los pulpileños de las obligaciones contraídas por su Ayuntamiento. Entrevistamos a Juan Pedro García (PP), alcalde de Pulpí.

- ¿Cómo es posible que la concesión de un servicio haya podido suponer un riesgo de siete millones para Pulpí?

- Es muy fácil de entender, aunque resulte imposible comprender cómo pudo llegar a ocurrir. La empresa que gestiona la Residencia de Mayores, Geriall, hipotecó por 6 millones de euros la concesión en 2007 y tres años más tarde, en 2010, el Ayuntamiento la avaló con 1,2 millones, de tal modo que, si no pagaba, los pulpileños se verían obligados a hacer frente a una losa de 7,2 millones, intereses incluidos. Por suerte, una multinacional ha comprado la totalidad de las acciones de la sociedad y lo primero que han hecho ha consistido en levantar tanto la hipoteca como el aval.

- Sin embargo, le regalaron un paquete de acciones a cambio.

- Nos habían dado un regalo envenenado. ¿Qué es, si no, el 20% de una empresa en ruinas? Todo fue un lamentable y desafortunado despropósito. No es lógico que una administración posea una participación en la concesionaria de un servicio.

- ¿Qué empresa se ha hecho cargo ahora de la concesión?

- La empresa es la misma, Geriall. Únicamente han cambiado sus accionistas. Un fondo británico, CVC Capital Partners, ha comprado todas sus participaciones. Son los propietarios de Vitalia, compañía de reconocida solvencia y prestigio, con grandes profesionales que han dirigido otras residencias que la misma sociedad gestiona por toda España. Hoy tengo la garantía de que va a cumplir pero, de no ser así, rescataremos el servicio, algo que no podíamos hacer antes por la implicación del Ayuntamiento en el accionariado.

- ¿Hasta qué punto estaba de mal la concesionaria?

- Fatal. Tenían embargos de Hacienda, de la Seguridad Social... los trabajadores acumulaban más de dos meses sin cobrar la nómina. Solventar todo eso era una condición para admitir el traspaso, porque había acumulado un riesgo de más de siete millones de euros gravitando sobre todos los pulpileños que ya nos hemos quitado de encima.

- ¿Cree que pudo haber algún delito en el aval concedido a la empresa por su antecesora o en el permiso para hipotecar la concesión del servicio?

- Pienso que se equivocó. Desde mi criterio, tenía que haber rescatado el servicio, pero nunca avalar a la empresa que lo estaba prestando.

- Le veo muy condescendiente. El PSOE no ha tardado en reprocharle a usted haber vendido por un euro las participaciones del Ayuntamiento en Geriall a los nuevos socios.

- Algunos medios han sacado que hemos vendido las participaciones por un euro y eso es mentira. Lo que hemos hecho ha sido devolver el porcentaje de ruina que nos habían cedido a cambio de levantar la hipoteca de 6 millones que pesaba sobre la concesión y también el aval de 1,2 millones, firmados ambos por el Equipo de Gobierno anterior.

- ¿Se han acabado así los problemas que heredó usted del anterior equipo de gobierno?

- Que va. Aún tenemos el del aparcamiento del mercado de abastos. Estamos en los tribunales por ese asunto, y será un juez quien determinará cuánto tendremos que pagar los pulpileños a la empresa que lo construyó a cambio de su gestión. Había unas previsiones de que entrarían 420 vehículos diarios pero, tras su apertura, no lo usaban más de dos o tres al día. Hoy está cerrado. La empresa se marchó porque en los primeros cinco años generó el Ayuntamiento una deuda de 670.000 euros. La diferencia entre los pronósticos y la realidad debía correr por cuenta del municipio, según las condiciones del contrato. La justicia dirá cuál será la cifra final.

- ¿Ese es, entonces, el inconveniente más grave que le queda a Pulpí?

- No. El más grave afecta a toda la comarca y a todo el sureste de España. Es el agua, sin lugar a dudas. Se trata del elemento fundamental de nuestra economía y de la existencia. Sin ella no hay vida. Los pulpileños son gente emprendedora que sabe sortear los obstáculos. Supieron traer, junto a los regantes de toda la comarca, el agua que aquí no había desde donde estaba, pero hasta esa les niegan ahora. De todas formas, yo conozco bien a la gente de mi pueblo. Confío en ellos y sé que sabrán resolverlo.

- En el último Pleno aprobaron una moción del grupo popular exigiendo a la Junta la adopción de medidas para acabar con el déficit de personal sanitario y especialidades en el Hospital de La Inmaculada.


- Así es. Fue aprobada por unanimidad. Exigimos la atención sanitaria que merecemos. La misma que gozan los demás andaluces. Estoy orgulloso de la unidad que existe en Pulpí a la hora de luchar por las cosas importantes como la sanidad.

- ¿No le sorprendió recibir el apoyo del PSOE a la hora de exigir algo a la Junta, una administración gobernada por su partido?


- No me sorprendió. Era lo lógico. Hay asuntos ante los cuales no puede haber matices políticos y éste es uno de esos. El grupo socialista quiso presentar una moción para exigir al gobierno de España la provisión de más plazas de MIR para formar más especialistas. No llegó a tiempo de debatirse en el Pleno y quedó pendiente para el próximo. Nosotros la apoyaremos. Es una reivindicación buena para todos, aunque vaya dirigida a una administración gobernada por mi partido.