A finales de diciembre, aparecía instalado en el segundo recinto del monumento una caseta, mesas, taburetes y un columpio, pero ya ha desaparecido
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| La 'fugaz' instalación en el segundo recinto de La Alcazaba. |
ALMERÍA HOY / 08·01·2018
Bien podría ser el comienzo de un relato de Manuel Bartual: una especie de mini parque infantil aparece dentro de La Alcazaba, y unos días después desaparece sin más. Ocurría a finales de diciembre —la imagen de portada fue tomada el día 21—, cuando los visitantes del principal monumento de la provincia de Almería se preguntaban, al atravesar el segundo recinto, si la caseta de madera rodeada de mesas, taburetes, papelera y columpio que se encontraban a su paso tendría algo que ver con los anunciados 'huertos urbanos', si se trataba de material empleado para algún taller para niños, o si más bien los tiros iban por un «terrario arqueológico», como apuntan desde 'Amigos de la Alcazaba'.
El director del Conjunto Monumental, Arturo Pino, explicaba hace justo un año que La Alcazaba «no tiene solamente restos arqueológicos» sino, que, según él, puede verse como «un gran parque» o «una zona verde» donde «pasear y disfrutar de las vistas» como ocurre con Itálica en Sevilla o La Alhambra de Granada.
Por aquel entonces, cuando Pino hablaba de los «huertos urbanos» en el monumento, aseguraba que se trataba de una experiencia «pionera», ya que no tiene «constancia» de que «haya algo similar en ningún conjunto histórico como este», al tiempo que recordaba que La Alhambra de Granada elabora «su propio aceite» con las aceitunas de los olivos que posee el recinto, o que la Tate Modern Gallery de Londres vende miel procedente de los panales ubicados en su azotea. En el caso de La Alcazaba, la intención iba por cultivos «relacionados con el mundo árabe».
¿Tendrá que ver el misterioso 'parque infantil' con alguna clase de experiencia «pionera» nunca vista antes en un monumento con más de mil años de antigüedad? La cuestión también ha llegado al seno del principal colectivo que reivindica una Alcazaba «digna», los «amigos» del monumento almeriense, desde donde apuntan a «guerras internas» en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía como explicación del «visto y no visto» de esta peculiar y efímera instalación.
En ese sentido, 'Amigos de la Alcazaba' señala en declaraciones a este medio que desde la Consejería del ramo, con sede en Sevilla, le habrían dado el «toque» tanto al director como al delegado de Cultura nada más tener conocimiento de lo sucedido, motivo por el que su presencia en La Alcazaba ha sido tan fugaz. ¿Y ¿cómo se enteraron tan rápido en Sevilla? —donde lo que concierne a monumentos almerienses suele llegar con cuentagotas—. «El chivato está entre las cuatro paredes de la Delegación de Cultura de Almería», sostienen.
El director del Conjunto Monumental, Arturo Pino, explicaba hace justo un año que La Alcazaba «no tiene solamente restos arqueológicos» sino, que, según él, puede verse como «un gran parque» o «una zona verde» donde «pasear y disfrutar de las vistas» como ocurre con Itálica en Sevilla o La Alhambra de Granada.
Por aquel entonces, cuando Pino hablaba de los «huertos urbanos» en el monumento, aseguraba que se trataba de una experiencia «pionera», ya que no tiene «constancia» de que «haya algo similar en ningún conjunto histórico como este», al tiempo que recordaba que La Alhambra de Granada elabora «su propio aceite» con las aceitunas de los olivos que posee el recinto, o que la Tate Modern Gallery de Londres vende miel procedente de los panales ubicados en su azotea. En el caso de La Alcazaba, la intención iba por cultivos «relacionados con el mundo árabe».
¿Tendrá que ver el misterioso 'parque infantil' con alguna clase de experiencia «pionera» nunca vista antes en un monumento con más de mil años de antigüedad? La cuestión también ha llegado al seno del principal colectivo que reivindica una Alcazaba «digna», los «amigos» del monumento almeriense, desde donde apuntan a «guerras internas» en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía como explicación del «visto y no visto» de esta peculiar y efímera instalación.
En ese sentido, 'Amigos de la Alcazaba' señala en declaraciones a este medio que desde la Consejería del ramo, con sede en Sevilla, le habrían dado el «toque» tanto al director como al delegado de Cultura nada más tener conocimiento de lo sucedido, motivo por el que su presencia en La Alcazaba ha sido tan fugaz. ¿Y ¿cómo se enteraron tan rápido en Sevilla? —donde lo que concierne a monumentos almerienses suele llegar con cuentagotas—. «El chivato está entre las cuatro paredes de la Delegación de Cultura de Almería», sostienen.
