«Cuesta más arreglarlo que echarlo abajo y hacerlo nuevo»

Manuel Matías, agricultor afectado por el tornado, señala en declaraciones a este medio que «las administraciones tiene que ponerse manos a la obra»


Manuel Matías comparece ante los medios al poco de los destrozos provocados por el tornado (archivo).

ALMERÍA HOY / 17·01·2018

De los variados testimonios de agricultores afectados por el tornado del pasado 6 de enero, sin duda uno de los más gráficos ha sido el de Manuel Matías, quien se encontraba dentro de su invernadero cuando sucedió todo, y que está vivo «de milagro». ALMERÍA HOY ha charlado con él este miércoles para saber cómo se encuentra y qué hay de las quejas por la lentitud de las administraciones en concretar las ayudas prometidas a los afectados.

«Psicológicamente estoy hecho polvo. Como te puedes imaginar, he perdido todo lo que tenía después de toda la vida trabajando», lamenta el agricultor ejidense tras detallar que son los técnicos de su cooperativa los que se están encargando «de llevar los papeles al Ayuntamiento».

En cuanto al estado actual de su explotación agrícola, admite que «todavía no se ha tocado». «Tienen que entrar las máquinas, hay que sacar las matas... El invernadero está volcado, y cuesta más arreglarlo que echarlo abajo y hacerlo nuevo». Así, Manuel confiesa desconocer cuándo podrá volver a plantar. «No sé lo que tardará; son las administraciones las que tienen que ponerse manos a la obra», explica.

En ese sentido, asegura este agricultor de El Ejido que confía en la palabra dada por las administraciones, en especial con las que tienen sede en suelo almeriense. «Yo no puedo hablar malamente de ninguna administración porque tengo la seguridad de que van a participar. A lo mejor desde Sevilla lo ven como un caso más, pero el Ayuntamiento es otra cosa... Los que están aquí en Almería es distinto», traslada insistiendo en su «esperanza de que no nos van a dejar tirados».


«Llegué a pensar que me caía encima»

Así relataba Manuel Matías su traumática experiencia del pasado día de Reyes. «Sentimos un ruido muy estruondoso, y cuando vi que (el tornado) empezaba a llevárselo todo, me metí debajo del camión, pero con la mala suerte que el centro del remolino pasó por encima y levantó el camión hacia arriba, y me enganché a los hierros del camión. Imagínese con 60 años que tengo. Yo pensaba que terminaba (su vida). Primero piensas en la vida, el instinto de supervivencia, porque yo no me explico cómo el cerebro es capaz, tan rápidamente, de hacer lo que hace. Cómo me enganché (al camión) como si fuera un gato, abrazado a la transmisión, y cuando se levantó el camión para arribe, pues claro que tuve miedo. Llegué a pensar que me caía encima».

Manuel Matías indica que el panorama que se encontró cuando pasó el tornado era desolador. «Cuando salí del camión, imagínese... Si tienes 25 años, pues mira, hay tiempo por delante. Pero yo tengo ya muchos años», lamenta al tiempo que explica haber perdido toda su cosecha. «Está todo destrozado», afirma emocionado antes de sentenciar que «lo que hace falta es que ahora se preocupen las administraciones de la Junta de Andalucía, no por mi, sino por todos los agricultores», para los que pide «una 'mijica' de consideración».