«Podríamos llevar 17 sesiones de radioterapia, pero llevamos siete»

Una paciente a la que le acaban de extirpar el considerado como tumor más agresivo que existe denuncia el mal estado de la maquinaria de Torrecárdenas




ALMERÍA HOY / 08·12·2017

Juanfran y Carmen forman son pareja almeriense que, desde el pasado mes de abril, vive un calvario. Todo empezó con un viaje a México en el que, tras saltar en un cenote, ella se hizo daño en el pecho, y lo que en un principio tomaron por un simple hematoma, terminó descubriéndose como el tumor más agresivo que existe: el conocido como 'triple H negativo'.

Se lo diagnosticaron tras múltiples pruebas —que se alargaron por un periodo de dos meses— en su ambulatorio de Aguadulce (Roquetas de Mar), desde donde Carmen fue derivada hasta el Hospital de Poniente (El Ejido) para ser intervenida inmediatamente. Una intervención que, hasta la fecha, parece haber sido exitosa. Desde entonces, Carmen recibe sesiones de radioterapia en el Hospital Torrecárdenas de la capital. Pero, según denuncia, sólo ha recibido siete sesiones, cuando debería haber tomado más del doble.

«Es increíble lo que pasa», confiesa Juanfran a ALMERÍA HOY con tono indignado cuando trata de hablar acerca del «pésimo» funcionamiento del servicio de radioterapia del Hospital Torrecárdenas, en la capital almeriense. «Tienes que hacer malabares para cuadrar los horarios de radioterapia con los del hospital; lo mismo te llaman a las tres de la tarde que a las nueve de la noche, y a día de hoy podríamos llevar 17 sesiones de radioterapia —a Carmen le han prescrito un total de 25 sesiones—, pero llevamos nada más que siete», lo que evidentemente implica «alargar el proceso de recuperación».

Juanfran subraya, no obstante, que su queja no va dirigida a los profesionales del servicio de oncología del hospital más importante de la provincia almeriense —a los que tilda de «cojonudos»— sino hacia los «políticos que recortan donde no deben». «No puede ser que un enfermo de cáncer esté esperando radioterapia un día sí y otro también. Pasa dos días, y la máquina está rota. A los tres días, la máquina rota otra vez. Todos los días está rota. Podríamos llevar 17 sesiones, pero llevamos nada más que siete», denuncia.