Peor agua, más plagas y peligro de caída de precios por las altas temperaturas

Ya hay cientos de cultivos afectados por unas plagas que se desarrollan más rápido debido a las temperaturas anormalmente altas




ALMERÍA HOY / 21·11·2017

Cuando faltan pocos días para entrar en el último mes del año, el frío no ha terminado de asentarse y la sequía sigue haciendo estragos, algo que está afectando directamente a las cosechas de hortalizas. Y no sólo hortalizas. Uno de los efectos es la floración excesivamente temprana de frutales como el almendro o la fruta de hueso, sin obviar la llegada de las heladas y los consiguientes daños.

Es algo así como «la pescadilla que se muerde la cola»: cuanto más calor hace, más agua necesitan las plantas. Pero cuanto más calor hace, menos agua hay pozos y embalses, y además de peor calidad.

Así, la ausencia de lluvias y las temperaturas impropiamente altas están «alterando» cultivos agrícolas por todo el país, especialmente, los ciclos de producción y venta de las frutas y hortalizas. Además de esa floración excesivamente temprana, no hay que perder de vista que la acumulación excesiva de oferta de verduras en el mercado suele estar acompañada de caídas de precios. Esto aún no ha ocurrido porque «muchos cultivos van este año con retraso». Aun con todo, los agricultores avisan: «Si la cosa sigue así, sí tendremos problemas...».

Así lo señala para ALMERÍA HOY Antonio Moreno, de COAG Almería. «Deberíamos estar teniendo temperaturas más bajas. Con este calor, la planta no se desarrolla como debería desarrollarse, el producto no cuaja como debería, hay mas problemas de polinización...», explica. Los temores por la falta de agua son mayores en el sureste español —Almería, Murcia, Alicante—, pero también en zonas del centro peninsular, incluyendo Castilla y Madrid, y otras regiones como Aragón o Extremadura.

Desde COAG insisten en que, en una provincia eminentemente agrícola como Almería, «los pozos están bajando de nivel y la calidad del agua empeora cada día». Y si se agota —o se vuelve inservible— el agua de los pozos subterráneos, no pintan mejor las cosas con unos pantanos por debajo del 8% de su capacidad, ni con un agua desalada que eleva los costes de producción hasta cotas insostenibles.

Y luego están las temidas plagas que afectan a los cultivos invernados, y que, como detalla Antonio Moreno, «sumando calor y humedad hacen que se desarollen más rápido», algo que, a principios de octubre, llevó a muchos agricultores almerienses a «arrancar» plantas afectadas. «Se han visto afectados hasta un 30% de los cultivos en según que zonas de la provincia, como el Campo de Níjar», advierte, sin obviar los cultivos de almendro, cereal y olivo en el norte de la provincia, o los cítricos del Almanzora, donde «siguen pendientes de los trasvases que no llegan».