Los «injustos» aranceles de EE.UU a la aceituna española

La Junta de Andalucía reitera la «legalidad» de las ayudas al sector, mientras la administración Trump las califica de «competencia desleal»




ALMERÍA HOY / 23·11·2017

Dicen los trabajadores del campo que, cuando salen de Guatemala, entran en Guatepeor. Que si sequía, crisis de precios, robos, el veto ruso, los temporales, la virosis... y el proteccionismo de Donald Trump, quien esta semana se ha descolgado con la imposición de aranceles a la aceituna negra cultivada en España, algo tildado de «injusto» por el Gobierno andaluz.

La reacción de la Junta no sorprende a casi nadie. De este sector dependen en Andalucíaunas 250.000 familias de más de 300 municipios, mientras que supone el 40% del empleo agrario. Actualmente, hay 832 almazaras en territorio andaluz, 657 envasadoras de aceite, 40 orujeras, 13 refinerías, 182 entamadoras y 115 envasadoras de aceituna.

¿Y en la provincia de Almería? Los datos del Gobierno andaluz consultados por ALMERÍA HOY indican que hay un total de 35.827 hectáreas (Ha) de cultivos de olivos, de las que un 52% son de secano y un 47% de regadío. Estas cifras señalan que entre 2005 y 2015, la superficie de olivar ha aumentado en unas 5.000 hectáreas.

Este informe, consultado por este medio y que confirma un aumento progresivo de la superficie agrícola destinada a este cultivo durante esos diez años, constata asimismo que la mayor parte de su fruto se destina a la producción de aceite, que el régimen hídrico predominante es secano y que más de la mitad de los olivares (el 52,5%) superan el medio siglo de vida, entre otras cuestiones. Este trabajo de campo se divide en dos partes diferenciadas, la situación del olivar en el año 2015 y su evolución en los últimos años, concretamente desde 2005.

El consejero de Agricultura, el almeriense Rodrigo Sánchez, ha reiterado que las ayudas que recibe el sector de la aceituna negra de mesa son «completamente legales», de ahí que la imposición de aranceles extraordinarios por parte de EEUU a empresas andaluzas que exportan este producto sea «una absoluta injusticia». Así se lo ha transmitido a Carlos Camacho, presidente de la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) y de la compañía Aceitunas Camacho, en la reunión mantenida para analizar la situación del sector y en la que también le ha hecho llegar el «respaldo expreso» de la Junta de Andalucía en un litigio que no se resolverá por completo hasta el próximo mes de julio.

Sánchez Haro ha detallado que ahora se van a analizar las medidas tomadas por EEUU «de forma coordinada entre la Junta, el Gobierno de España, la Comisión Europea y el propio sector». Estas medidas no son todavía definitivas —aunque las empresas tendrán que afrontar estos sobrecostes ya desde la semana que viene—, por lo que todavía «hay margen de maniobra». A su juicio, si bien los aranceles aplicados no son elevados, «prejuzgan la cuestión y podrían estar poniendo en entredicho el sistema europeo de ayudas», con lo que estaría en entredicho la propia Política Agraria Común (PAC) comunitaria.


Cifras

El litigio se inició después de que dos empresas de EEUU solicitaran en junio que se impusieran derechos antidumping y antisubvención cuya aplicación supondría en la práctica el cierre de este mercado para las aceitunas negras andaluzas. Esta medida podría prolongarse durante cinco años, con una pérdida estimada de 350 millones de euros, cantidad que se duplicaría hasta alcanzar los 700 millones de euros si hubiese una prórroga y el cierre se extendiera durante un segundo lustro.

Las exportaciones de aceituna negra de España a EEUU suponen un 36% en volumen, con 32.000 toneladas en 2016 y un valor de 70 millones de euros al año. Se da además la circunstancia de que este producto ya cuenta con los aranceles más altos para la entrada en EEUU, además de obras barreras no arancelarias.