El «annus horribilis» de la Alcazaba

«Se cayó parte de la muralla sur, meses después parte de la muralla norte, salió a la luz el documento que clasificaba la situación como dramática, y concluyó con el taladrazo»


La Alcazaba cerrada al público tras los derrumbes de la muralla sur.

ALMERÍA HOY / 28·12·2016

El portavoz de la asociación Amigos de la Alcazaba, Francisco Verdegay, ha explicado a ALMERÍA HOY que 2016 ha sido un «annus horribilis» para el principal monumento de la provincia almeriense «porque ha ocurrido de todo»- En ese sentido, Verdegay se ha referido a que «se cayó una parte de la muralla sur, después cayó parte de la muralla norte, luego salió a la luz el documento que clasificaba la situación de la Alcazaba como dramática, y concluyó con el tema del taladrazo», que acabó con la dimisión de la directora del monumento.

«Se produjo la dimisión de la directora, y hemos llevado al delegado de Cultura de la Junta de Andalucía ante la Fiscalía, por lo que tenemos un juicio pendiente con él», manifiestan desde el colectivo ciudadano, recordando otros factores negativos y referidos más al entorno del conjunto monumental, «tanto la limpieza como el edificio del Mesón Gitano, que va a ser un problema grande», según apuntan.

Así, Francisco Verdegay ha criticado que «as murallas se vienen abajo» al tiempo que no existe «ni investigación ni musealización» y mientras se mantiene «el problema de las humedades» en la muralla sur. «El mérito de la Alcazaba es que siga abriendo sus puertas a pesar de como se cuida», ha afirmado.

Al preguntarle por la partida presupuestaria que la Junta de Andalucía destinará al monumento en 2017, el portavoz de Amigos de la Alcazaba se muestra resignado. «Es imprescindible invertir dinero para rehabilitarla, pero hay un problema endémico, y es la absoluta falta de transparencia, porque no sabemos cuánto dinero hay en los presupuestos de la Junta». En ese sentido, ha sentenciado que «por ejemplo, llevan cuatro años seguidos anunciando la reforma de la iluminación del monumento, y nunca se hace nada».