Miguel Ángel González asegura que los trabajadores llegaron a emplear hasta seis extintores para tratar de sofocar las llamas
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| Interior de la residencia. |
EUROPA PRESS / 10·08·2016
Miguel Ángel González, director de la residencia de ancianos de Chirivel en la que la noche de este martes fallecía una mujer de 63 años y natural de Huércal de Almería tras incendiarse la silla de ruedas eléctrica en la que se desplazaba, ha indicado que el accidente pudo deberse a un «cortocircuito» que, por motivos que aún se desconocen, hizo que la silla «empezara a arder de pronto» sin posibilidad de sofocar las llamas.
El director, que ha lamentado los hechos, ha precisado que poco después de las 21:15 horas, tras la cena, la residente fue conducida hasta uno de los cuatro patios interiores con los que cuenta la residencia, a la espera de ser subida a su habitación mientras se acompañaba a otros internos del centro, de carácter privado y especializado en enfermedades neurodegenerativas.
Fue una de las supervisoras que acompañaban a la mujer la que se percató que «de repente empezó a arder la silla» en su parte inferior, por lo que, según ha abundado, trató de sofocar las llamas al tiempo que avisaba a otros trabajadores de la residencia reclamando ayuda. «Se emplearon hasta seis extintores», ha asegurado el director.
Así, se dio aviso a efectivos sanitarios, a los bomberos de Baza (Granada) y a la Guardia Civil, según indica el protocolo. Fueron los bomberos quienes intervinieron para evitar que la silla de rueda siguiera ardiendo mientras que la mujer era evacuada por los servicios médicos, si bien falleció en el momento en el que se realizaba su traslado debido a las graves heridas que presentaba.
«La silla era nueva, se cambió el año pasado», según ha añadido González, quien espera que el informe de la Guardia Civil permita esclarecer los motivos por los que este aparato, que es el medio que la mujer utilizaba «desde pequeña» para poder desplazarse, se incendió.
El director, que ha lamentado los hechos, ha precisado que poco después de las 21:15 horas, tras la cena, la residente fue conducida hasta uno de los cuatro patios interiores con los que cuenta la residencia, a la espera de ser subida a su habitación mientras se acompañaba a otros internos del centro, de carácter privado y especializado en enfermedades neurodegenerativas.
Fue una de las supervisoras que acompañaban a la mujer la que se percató que «de repente empezó a arder la silla» en su parte inferior, por lo que, según ha abundado, trató de sofocar las llamas al tiempo que avisaba a otros trabajadores de la residencia reclamando ayuda. «Se emplearon hasta seis extintores», ha asegurado el director.
Así, se dio aviso a efectivos sanitarios, a los bomberos de Baza (Granada) y a la Guardia Civil, según indica el protocolo. Fueron los bomberos quienes intervinieron para evitar que la silla de rueda siguiera ardiendo mientras que la mujer era evacuada por los servicios médicos, si bien falleció en el momento en el que se realizaba su traslado debido a las graves heridas que presentaba.
«La silla era nueva, se cambió el año pasado», según ha añadido González, quien espera que el informe de la Guardia Civil permita esclarecer los motivos por los que este aparato, que es el medio que la mujer utilizaba «desde pequeña» para poder desplazarse, se incendió.
