Condenado a nueve años y medio de prisión por violar a una joven en el garaje de su casa

El delincuente, de 24 años, abordó con violencia a la chica, a la que además robó 1.200 euros, dos móviles, un reloj y dos anillos


Audiencia Provincial de Almería. | Archivo.

EUROPA PRESS / 20·07·2016

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a penas que suman nueve años y seis meses de cárcel a un joven de 24 años que agredió sexualmente a una chica de 22, a quien abordó con violencia cuando ella terminó de estacionar su vehículo en el aparcamiento comunitario del edificio en el que reside.

V.S., vecino de Sant Joan D'Alacant —Alicante—, no solo la atacó sexualmente sino que además, le robó 1.200 euros que portaba en su bolso, procedentes de la recaudación del pub en el que trabajaba la víctima, dos teléfonos móviles, un reloj y dos anillos.

La sentencia impone al procesado seis años y seis meses de prisión por un delito consumado de agresión sexual, dos años y seis meses por un delito de robo con violencia e intimidación, y otros seis meses de cárcel por un delito de lesiones.

De manera que el tribunal ha considerado probado que, a primera hora de la mañana del 15 de diciembre de 2013, V.S. se introdujo en el garaje comunitario de edificio en el que residía la joven y, tras ver como aparcaba su vehículo, esperó a que saliera de coche para abalanzarse sobre ella guiado por «un ilícito ánimo libidinoso».

La víctima, quien intentó abandonar precipitadamente el aparcamiento por la rampa, cayó al suelo y el procesado, tratando de impedir que se moviese, se puso encima y le tapó la boca al tiempo que le decía «no grites, no grites» y le «introducía dos dedos impidiéndole que pidiera auxilio».

La joven, «ante tal situación y para evitar el inminente ataque sexual del intruso, que llevaba una sudadera con capucha puesta sobre la cabeza que le ocultaba parcialmente el rostro», le hizo gestos para indicarle que en su bolso había dinero, a lo que éste respondió «¿dónde?».

En ese momento, según recoge el relato de los hechos, ella asió el bolso y sacó 1.200 euros, «producto de la recaudación del pub en el que trabajaba», así como dos teléfonos móviles de su propiedad y se quitó el reloj y dos anillos que portaba, a requerimiento de V.S., «guiado por el ilegítimo propósito de obtener un beneficio patrimonial».


La vibración de un teléfono puso nervioso al agresor

Cuando el procesado procedió a dejar los referidos objetos en el suelo, ella aprovechó y «le pegó una patada en el pecho, cogiendo uno de los teléfonos para pedir ayuda, iniciándose un forcejeo con el agresor quien le quitó finalmente el móvil y se lo introdujo en el bolsillo del pantalón».

El tribunal indica que, a continuación, la empujó y la sentó contra la pared mientras la sujetaba con el antebrazo, y comenzó a agredirla sexualmente. Ella se negó y consiguió zafarse varias veces «hasta que él la golpeó fuertemente y consiguió el objetivo propuesto».

Finalmente, el teléfono que V.S. había metido en su bolsillo después de que ella intentase pedir auxilio comenzó a vibrar, «lo que puso nervioso al agresor quien le inquirió por la forma de salir de allí, se guardó el dinero y los dos teléfonos móviles de que se había apoderado».

A continuación, agarró a la víctima arrastrándola hasta el portón, que abrió accionando el pulsador que regula el sistema automático de apertura para salir corriendo, abandonando precipitadamente el lugar.

Como consecuencia de la agresión, la joven de 22 años sufrió diversas lesiones físicas y, según recoge la sentencia, además ha desarrollado síntomas tales como dificultad para conciliar el sueño, pesadillas con terror nocturno, reviviscencia del hecho traumático, miedo a estar sola en la calle, trabajo e incluso en su domicilio, por lo que ha precisado terapia conductual con especialistas.

Ante los hechos, el tribunal ha condenado, al margen de la pena privativa de libertad, a seis años de libertad vigilada en los que no podrá comunicarse ni acercarse a la víctima a menos de 500 metros, así como al pago de una indemnización de 10.500 euros por los daños morales causados a la joven.