A nivel nacional, el 24,9% de las viviendas terminadas desde 2008 permanecen desocupadas, mientras que en Almería el porcentaje es del 38,9%
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| Urbanización Playa Macenas, en Mojácar, donde el Sareb tiene a la venta varias propiedades. |
EUROPA PRESS / 25·11·2015
Almería es la provincia que cuenta con una mayor proporción de inmuebles vacíos sobre viviendas terminadas desde 2008 de toda España, con un 38,9% de inmuebles vacíos sobre vivienda acabada, seguida de Cuenca y Castellón, con un 37,1% y un 36,1%, respectivamente, según el informe 'Radriografía del stock de vivienda 2015' realizado por la empresa de servicios de valoración, análisis y asesoramiento inmobiliario, Tinsa.
En la costa se detecta esta circunstancia en algunos municipios situados en la Costa del Sol, en la costa norte de Gerona y en Cádiz, así como en territorios insulares como son Baleares o Tenerife.
Por el contrario, Álava es la provincia que cuenta con una menor proporción de viviendas deshabitadas, un 10,3 por ciento, y por encima estarían Guipúzcoa con un 15,2 por ciento y Navarra con un 17,6 por ciento.
A nivel nacional, el 24,9% de las viviendas terminadas desde 2008 permanecen desocupadas. Así pues, en España se han construido 1,56 millones de viviendas desde 2008, una cifra equivalente al 6,4% del parque total inmobiliario, de las cuales 389.000 están vacías y se estima que tardarán una media de 2,5 años en liquidarse, tal y como se indica en el estudio.
«Las viviendas que están en comercialización no se venden porque no se dan las condiciones para que la demanda sea solvente, se han mejorado las condiciones de financiación pero sigue habiendo una tasa de paro muy elevada y se esta empezando a salir de una crisis muy potente en España», ha explicado el director de productos y diversificación de Tinsa, Pedro Soria, este miércoles en la presentación del informe.
Por tanto, desde Tinsa consideran que, de forma general, será en torno al primer semestre de 2018 cuando el stock de viviendas vacías nuevas esté totalmente liquidado.
A su vez, este escenario supone implícitamente una demanda equivalente de 150.000 viviendas nuevas anuales, ya sean de compraventa, autopromoción o alquiler, a lo largo de los próximos años.
No obstante, en las zonas donde el excedente está por debajo del 10% del parque construido, el tiempo para absorberlo por completo se reduce hasta un 1,2 años, y en los que se supera el 50%, aumenta hasta los cuatro años.
En este sentido, las dificultades de financiación, el aumento del paro y la perspectiva de bajada de los precios han sido las variables que han frenado bruscamente las compraventas.
El papel de los promotores
El 13,9% de las viviendas nuevas vacías continúa en manos de la figura del promotor, mientras que el 86,1% es propiedad de otras organizaciones, en su mayoría bancos, según ha indicado Soria. En este contexto, es difícil estimar qué porcentaje de vivienda nueva vacía no se está comercializando, ya que depende de los operadores.
Entre las causas que explican que exista una parte del stock al margen del mercado están que el propietario de la vivienda quiera esperar a que suban los precios para obtener una mayor rentabilidad, o que se considere que no hay demanda solvente.
Por otro lado, la compañía destaca como causas por las que las viviendas en venta no logran venderse o alquilarse una demanda insolvente, la mala ubicación o localización en algunos casos, los altos precios o la falta de consolidación del entorno.
En la costa se detecta esta circunstancia en algunos municipios situados en la Costa del Sol, en la costa norte de Gerona y en Cádiz, así como en territorios insulares como son Baleares o Tenerife.
Por el contrario, Álava es la provincia que cuenta con una menor proporción de viviendas deshabitadas, un 10,3 por ciento, y por encima estarían Guipúzcoa con un 15,2 por ciento y Navarra con un 17,6 por ciento.
A nivel nacional, el 24,9% de las viviendas terminadas desde 2008 permanecen desocupadas. Así pues, en España se han construido 1,56 millones de viviendas desde 2008, una cifra equivalente al 6,4% del parque total inmobiliario, de las cuales 389.000 están vacías y se estima que tardarán una media de 2,5 años en liquidarse, tal y como se indica en el estudio.
«Las viviendas que están en comercialización no se venden porque no se dan las condiciones para que la demanda sea solvente, se han mejorado las condiciones de financiación pero sigue habiendo una tasa de paro muy elevada y se esta empezando a salir de una crisis muy potente en España», ha explicado el director de productos y diversificación de Tinsa, Pedro Soria, este miércoles en la presentación del informe.
Por tanto, desde Tinsa consideran que, de forma general, será en torno al primer semestre de 2018 cuando el stock de viviendas vacías nuevas esté totalmente liquidado.
A su vez, este escenario supone implícitamente una demanda equivalente de 150.000 viviendas nuevas anuales, ya sean de compraventa, autopromoción o alquiler, a lo largo de los próximos años.
No obstante, en las zonas donde el excedente está por debajo del 10% del parque construido, el tiempo para absorberlo por completo se reduce hasta un 1,2 años, y en los que se supera el 50%, aumenta hasta los cuatro años.
En este sentido, las dificultades de financiación, el aumento del paro y la perspectiva de bajada de los precios han sido las variables que han frenado bruscamente las compraventas.
El papel de los promotores
El 13,9% de las viviendas nuevas vacías continúa en manos de la figura del promotor, mientras que el 86,1% es propiedad de otras organizaciones, en su mayoría bancos, según ha indicado Soria. En este contexto, es difícil estimar qué porcentaje de vivienda nueva vacía no se está comercializando, ya que depende de los operadores.
Entre las causas que explican que exista una parte del stock al margen del mercado están que el propietario de la vivienda quiera esperar a que suban los precios para obtener una mayor rentabilidad, o que se considere que no hay demanda solvente.
Por otro lado, la compañía destaca como causas por las que las viviendas en venta no logran venderse o alquilarse una demanda insolvente, la mala ubicación o localización en algunos casos, los altos precios o la falta de consolidación del entorno.
