Bronca en el último Pleno municipal de Turre

La Policía Local tuvo que intervenir para evitar que dos concejales llegasen a las manos


Expulsión de Rodrigo Sánchez. Imagen de archivo.
ALMERÍA HOY / 21·11·2014

La Policía Local tuvo que intervenir durante la celebración del Pleno extraordinario celebrado el pasado miércoles en Turre para impedir que el portavoz del PSOE, Rodrigo Sánchez Haro, y el concejal de Urbanismo, Juan Ángel Guerrero (PP), llegasen a mayores tras un airado intercambio de insultos y amenazas.

La sesión, que abordaba nuevamente el convenio firmado entre el Ayuntamiento y el propio concejal de Urbanismo en relación a las obras de remodelación de la Fuente Morisca de la localidad, se preveía intensa, después de que en los días previos el alcalde, Arturo Grima (PP), y el portavoz de Izquierda Unida, Martín Morales, hubiesen mantenido un agrio cruce de declaraciones en una emisora comarcal —Radio Actualidad—, en el que el regidor llegó a realizar alusiones a la familia de Morales.

Así las cosas, el Pleno comenzaba en medio de un ambiente de calma tensa, con el concejal de Urbanismo solicitando su permanencia en la sala durante el mismo —previsiblemente, para poder responder a las acusaciones de corrupción que desde PSOE e IU se han formulado en publicaciones y redes sociales en los últimos meses—. Una petición que si bien aceptaron los grupos de la oposición, rechazó Arturo Grima por ser contraria a la ley.

Mediada la sesión, Rodrigo Sánchez interrumpió el turno de palabra del alcalde para protestar por las formas en que éste se estaba manifestado y salir en defensa de Martín Morales, contra el que el primer edil arremetía muy duramente en esos momentos. La interrupción provocó la enésima expulsión del Pleno de Sánchez —que ya había sido apercibido con anterioridad— en el presente mandato, siendo acompañado por la Policía Local fuera de la sala.

Instantes más tarde, interrumpían la sesión, procedente de la planta baja del Ayuntamiento, las crispadas voces de Sánchez y Guerrero —quien aguardaba fuera el desenlace del Pleno— en un confuso y alterado intercambio de insultos y amenazas, que precisó la intervención de la Policía Local para evitar que pudieran llegar a agredirse físicamente.

De vuelta en el salón plenario, los agentes informaron brevemente al alcalde —así como al resto de asistentes— sobre lo acontecido. No obstante, el enfrentamiento volvió a reproducirse minutos más tarde, en esta ocasión a las puertas del Consistorio, obligando a la Policía Local a intervenir nuevamente.