ALMERÍA HOY / 20·12·2025
Hay despedidas que se escriben con letras de oro, y la de María Caparrós en Turre es, sin duda, una de ellas. A las puertas de su jubilación, la responsable del despacho receptor mixto de la localidad ha cumplido su gran ilusión: entregar un premio "en condiciones" antes de colgar el cartel de cerrado por descanso definitivo. El sorteo de Euromillones de este pasado viernes ha dejado el código ganador de "El Millón" en este carismático rincón del pueblo.
Un negocio de toda la vida y punto de encuentro
El establecimiento no es un despacho de loterías cualquiera; es de esos comercios que son el corazón del barrio. Heredado de su padre, quien abrió un bar en 1968 y comenzó con las quinielas en 1970, el local ha sabido adaptarse a los tiempos. Tan pronto vas a por unas chucherías o una bebida fría como te acercas a recoger tus compras de internet, ya que funciona como un activo punto de entrega de paquetería, ese servicio tan socorrido hoy día para quienes prefieren no esperar al mensajero en casa.
En el pueblo, a María todos la conocen por un apodo familiar que se transmite con orgullo: "la Paíta". Es una forma de llamarla muy cariñosa y popular en Turre, un apelativo que hoy suena más alegre que nunca entre felicitaciones y abrazos.
Un brindis entre la montaña y el mar ¿Quién es el afortunado? Es la pregunta que recorre las calles. El boleto premiado es de solo dos apuestas, pero la identidad del ganador es un misterio total. "Es difícil saberlo", explica María, "por aquí pasa mucha gente". Y es que Turre tiene esa magia especial: su ubicación estratégica, al pie de una imponente montaña y a solo un paso del Mediterráneo, lo convierte en el refugio ideal no solo para los turreros de pura cepa, sino para una comunidad internacional de extranjeros que han elegido este enclave para vivir. El millón podría haber caído en manos de un vecino de toda la vida o de cualquier nuevo residente que buscaba el sol de Almería.
Las cuentas del millón
Aunque el premio está dotado con un millón de euros, el ganador no recibirá el cheque íntegro por esa cifra redonda. Al tratarse de un sorteo de Loterías y Apuestas del Estado, la normativa tributaria española entra en juego: una vez aplicado el gravamen del 20% sobre la cantidad que supera los 40.000 euros exentos, el afortunado se llevará a casa un total de 808.000 euros netos.
Una cantidad más que suficiente para que, sea quien sea el ganador, la Navidad en Turre se celebre con un sabor muy especial. María, por su parte, ya puede retirarse con la sonrisa de quien ha repartido fortuna en el pueblo que la vio crecer.
Un negocio de toda la vida y punto de encuentro
El establecimiento no es un despacho de loterías cualquiera; es de esos comercios que son el corazón del barrio. Heredado de su padre, quien abrió un bar en 1968 y comenzó con las quinielas en 1970, el local ha sabido adaptarse a los tiempos. Tan pronto vas a por unas chucherías o una bebida fría como te acercas a recoger tus compras de internet, ya que funciona como un activo punto de entrega de paquetería, ese servicio tan socorrido hoy día para quienes prefieren no esperar al mensajero en casa.
En el pueblo, a María todos la conocen por un apodo familiar que se transmite con orgullo: "la Paíta". Es una forma de llamarla muy cariñosa y popular en Turre, un apelativo que hoy suena más alegre que nunca entre felicitaciones y abrazos.
Un brindis entre la montaña y el mar ¿Quién es el afortunado? Es la pregunta que recorre las calles. El boleto premiado es de solo dos apuestas, pero la identidad del ganador es un misterio total. "Es difícil saberlo", explica María, "por aquí pasa mucha gente". Y es que Turre tiene esa magia especial: su ubicación estratégica, al pie de una imponente montaña y a solo un paso del Mediterráneo, lo convierte en el refugio ideal no solo para los turreros de pura cepa, sino para una comunidad internacional de extranjeros que han elegido este enclave para vivir. El millón podría haber caído en manos de un vecino de toda la vida o de cualquier nuevo residente que buscaba el sol de Almería.
Las cuentas del millón
Aunque el premio está dotado con un millón de euros, el ganador no recibirá el cheque íntegro por esa cifra redonda. Al tratarse de un sorteo de Loterías y Apuestas del Estado, la normativa tributaria española entra en juego: una vez aplicado el gravamen del 20% sobre la cantidad que supera los 40.000 euros exentos, el afortunado se llevará a casa un total de 808.000 euros netos.
Una cantidad más que suficiente para que, sea quien sea el ganador, la Navidad en Turre se celebre con un sabor muy especial. María, por su parte, ya puede retirarse con la sonrisa de quien ha repartido fortuna en el pueblo que la vio crecer.


