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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
Que tenemos unos políticos que no le hacen ni puñetero caso. Mucho hablar, pero a la hora de hacer, poco o nada. En estos días nos hemos enterado que la exportaciones de tomate almeriense han bajado más de un seis por ciento, y que el marroquí cubre más del cincuenta por cien del que llega a estas tierras. Perdemos clientes, y abrimos las puertas al de fuera. Uno de estos días vamos a tener que dejar de celebrar en Almería el día del tomate, quizás habrá que cambiarla por la fiesta de “tomates moros y cristianos”. En ese tipo de fiestas Vera, Carboneras y otros puntos del levante y del interior les pueden dar lecciones a los organizadores.
Cuando el presidente de los EEUU anuncia la subida de aranceles, las voces de la Junta, en la defensa de las aceitunas negras se oyen en el universo, pero oye usted que alguna aparezca defendiendo al simpático y colorado tomate. Ese por el que celebramos un día al año con fiesta y algarabía en las calles de la ciudad, pero que ya vemos lo que ocurre el resto del año. Andrés Góngora, el hombre de Coag en Almería, viene denunciando desde hace años, años, consejero de agricultura, las dificultades por las que atraviesa el tomate almeriense. ¿Y, qué han hecho los que debían defenderlo? El Psoe, con un ministro que ha demostrado que es un inútil ante la defensa de los tomates, y el Pp andaluz, que ha llegado con más miedo que siete viejas al poder, y que aún no se ha atrevido a levantar la voz en las altas esferas de su partido ante una política en Bruselas que ha venido sistemáticamente a perjudicar a nuestra agricultura y de forma especial al tomate almeriense.
Es cierto que de vez en cuando aparece el consejero del tomate y nos habla de la agricultura y de los millones que van a poner en el campo para los agricultores, y está bien que lo haga, pero no lo veo en la pelea con los compañeros de su partido en Madrid y Bruselas, que son los que firman los convenios y acuerdos con Marruecos, que son los que permiten que se usen productos químicos que los de Almería tienen prohibidos. Hablan aquí, de cara al electorado, a las elecciones que cada día se acercan más, pero no les gritan a esos compañeros del Pp que, junto a los del Psoe y los verdes, vienen hundiendo la agricultura que tantos años le ha costado a nuestra provincia levantar.
La próxima fiesta del tomate en las calles de Almería ¿qué va a celebrar, la bajada de la producción, la exportación que se reduce cada temporada, o que ya recibimos el 59% del tomate del reino alauita? Imagino que será esta última, la solidaridad de nuestros políticos con los del país vecino. Y es que a solidaridad no hay quien les gane a estos políticos que nos gobiernan en Sevilla, Madrid y Bruselas.
Es cierto que de vez en cuando aparece el consejero del tomate y nos habla de la agricultura y de los millones que van a poner en el campo para los agricultores, y está bien que lo haga, pero no lo veo en la pelea con los compañeros de su partido en Madrid y Bruselas, que son los que firman los convenios y acuerdos con Marruecos, que son los que permiten que se usen productos químicos que los de Almería tienen prohibidos. Hablan aquí, de cara al electorado, a las elecciones que cada día se acercan más, pero no les gritan a esos compañeros del Pp que, junto a los del Psoe y los verdes, vienen hundiendo la agricultura que tantos años le ha costado a nuestra provincia levantar.
La próxima fiesta del tomate en las calles de Almería ¿qué va a celebrar, la bajada de la producción, la exportación que se reduce cada temporada, o que ya recibimos el 59% del tomate del reino alauita? Imagino que será esta última, la solidaridad de nuestros políticos con los del país vecino. Y es que a solidaridad no hay quien les gane a estos políticos que nos gobiernan en Sevilla, Madrid y Bruselas.
