ALMERÍA HOY / 19·06·2025
Imagina un lugar en Almería donde el agua emerge de la tierra con una calidez constante, ajena a las estaciones. Un paraje que ha sido refugio y fuente de vida desde tiempos inmemoriales, y que ahora se reinventa para ofrecer una experiencia turística sin igual. Este remanso, largamente apreciado por sus propiedades y su singularidad, acaba de inaugurar un ambicioso complejo que eleva su oferta para convertirse en un destino aún más completo y atractivo.
Estamos hablando de la Balsa de Cela, un auténtico tesoro hídrico situado en el límite de los municipios de Tíjola y Lúcar. Sus aguas, que brotan a una temperatura constante de entre 22 y 24 grados centígrados durante todo el año, ofrecen un baño placentero tanto en las cálidas jornadas de verano como en los fríos días de invierno. Más allá del ocio, estas aguas son reconocidas por sus propiedades mineromedicinales, beneficiosas para afecciones cutáneas y articulares, convirtiendo cada inmersión en una experiencia de bienestar. La historia de este paraje se remonta a la prehistoria, cuando ya era un foco de asentamientos, atraídos por la riqueza de sus aguas. En época romana, su valor como laguna natural y termal estaba ya documentado. Durante siglos, la balsa fue un abrevadero vital para el ganado y de riego para su vega, hasta que con el tiempo se fue adaptando para el baño público, consolidándose como un punto de encuentro y disfrute para los habitantes del Valle del Almanzora y visitantes. Ha sido tradicionalmente conocida como "la playa del Almanzora", un verdadero oasis en el interior.
UN COMPLEJO DISEÑADO PARA EL DISFRUTE
El flamante complejo, bautizado como ‘Manantial de Cela’, se erige en la parte de la balsa perteneciente a Tíjola. Con una inversión total de 850.000 euros, este proyecto ha transformado una antigua caseta de bar y una vivienda turística en un moderno establecimiento que promete satisfacer las necesidades de los visitantes más exigentes.
El corazón del complejo es un edificio de dos plantas que integra a la perfección funcionalidad y estética, respetando la arquitectura local. En su planta baja, un restaurante con capacidad para más de 80 comensales invita a saborear la gastronomía de la zona, mientras que la planta superior alberga una cafetería con una terraza que ofrece vistas panorámicas a la emblemática balsa.
Pero ‘Manantial de Cela’ va más allá de la restauración. La antigua vivienda turística ha sido ampliada y redistribuida para dar vida a cinco acogedores alojamientos rurales, categorizados como hotel de 2 estrellas. Con salones, baños y dormitorios, estas habitaciones pueden albergar hasta diez personas, supliendo una carencia notable en una zona con gran demanda turística pero sin apenas oferta hotelera. Además, para uso exclusivo de los huéspedes, el complejo cuenta con una piscina privada, un oasis dentro del oasis.
INVERSIONES QUE IMPULSAN EL DESARROLLO
La materialización de este complejo no habría sido posible sin una importante inyección de capital, de la cual 200.000 euros han sido aportados por la Junta de Andalucía a través del Grupo de Desarrollo Rural Levante - Almanzora.
Paralelamente a la inauguración del ‘Manantial de Cela’, otras instituciones han redoblado sus esfuerzos en la mejora y promoción de este singular recurso natural. Se han acometido trabajos de emergencia para la limpieza de la balsa y la reparación de muros dañados por fenómenos meteorológicos adversos, con una inversión de 190.000 euros. Estas actuaciones son cruciales para mitigar el impacto en la economía local, fuertemente dependiente de este recurso.
Además, el compromiso con el desarrollo turístico de la zona se extiende a la mejora de infraestructuras vitales. Próximamente se iniciarán obras valoradas en 650.000 euros para asfaltar y hormigonar el camino que une Cela con el popular área recreativa de Poveda. Este proyecto no solo facilitará el acceso, sino que también mejorará la conectividad entre Tíjola y Lúcar.
Finalmente, la promoción turística no se queda atrás. Recientemente se ha aprobado una asistencia de 10.000 euros para el Ayuntamiento de Lúcar, destinados a las jornadas de difusión ‘Cela, luz y agua’. El objetivo es claro: resaltar el valor de este recurso natural, dar a conocer su rica historia, fomentar el desarrollo turístico sostenible y dotar a la Balsa de Cela de una programación cultural estable durante los meses de verano.
Con el ‘Manantial de Cela’ y el conjunto de inversiones complementarias, la Balsa de Cela se consolida como un polo de atracción en el Valle del Almanzora, ofreciendo a los visitantes una experiencia completa de naturaleza, relax y confort. ¿Te animas a descubrir este renovado oasis almeriense?
Estamos hablando de la Balsa de Cela, un auténtico tesoro hídrico situado en el límite de los municipios de Tíjola y Lúcar. Sus aguas, que brotan a una temperatura constante de entre 22 y 24 grados centígrados durante todo el año, ofrecen un baño placentero tanto en las cálidas jornadas de verano como en los fríos días de invierno. Más allá del ocio, estas aguas son reconocidas por sus propiedades mineromedicinales, beneficiosas para afecciones cutáneas y articulares, convirtiendo cada inmersión en una experiencia de bienestar. La historia de este paraje se remonta a la prehistoria, cuando ya era un foco de asentamientos, atraídos por la riqueza de sus aguas. En época romana, su valor como laguna natural y termal estaba ya documentado. Durante siglos, la balsa fue un abrevadero vital para el ganado y de riego para su vega, hasta que con el tiempo se fue adaptando para el baño público, consolidándose como un punto de encuentro y disfrute para los habitantes del Valle del Almanzora y visitantes. Ha sido tradicionalmente conocida como "la playa del Almanzora", un verdadero oasis en el interior.
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Recién inaugurado el nuevo complejo "Manantial de Cela" |
UN COMPLEJO DISEÑADO PARA EL DISFRUTE
El flamante complejo, bautizado como ‘Manantial de Cela’, se erige en la parte de la balsa perteneciente a Tíjola. Con una inversión total de 850.000 euros, este proyecto ha transformado una antigua caseta de bar y una vivienda turística en un moderno establecimiento que promete satisfacer las necesidades de los visitantes más exigentes.
El corazón del complejo es un edificio de dos plantas que integra a la perfección funcionalidad y estética, respetando la arquitectura local. En su planta baja, un restaurante con capacidad para más de 80 comensales invita a saborear la gastronomía de la zona, mientras que la planta superior alberga una cafetería con una terraza que ofrece vistas panorámicas a la emblemática balsa.
Pero ‘Manantial de Cela’ va más allá de la restauración. La antigua vivienda turística ha sido ampliada y redistribuida para dar vida a cinco acogedores alojamientos rurales, categorizados como hotel de 2 estrellas. Con salones, baños y dormitorios, estas habitaciones pueden albergar hasta diez personas, supliendo una carencia notable en una zona con gran demanda turística pero sin apenas oferta hotelera. Además, para uso exclusivo de los huéspedes, el complejo cuenta con una piscina privada, un oasis dentro del oasis.
INVERSIONES QUE IMPULSAN EL DESARROLLO
La materialización de este complejo no habría sido posible sin una importante inyección de capital, de la cual 200.000 euros han sido aportados por la Junta de Andalucía a través del Grupo de Desarrollo Rural Levante - Almanzora.
Paralelamente a la inauguración del ‘Manantial de Cela’, otras instituciones han redoblado sus esfuerzos en la mejora y promoción de este singular recurso natural. Se han acometido trabajos de emergencia para la limpieza de la balsa y la reparación de muros dañados por fenómenos meteorológicos adversos, con una inversión de 190.000 euros. Estas actuaciones son cruciales para mitigar el impacto en la economía local, fuertemente dependiente de este recurso.
Además, el compromiso con el desarrollo turístico de la zona se extiende a la mejora de infraestructuras vitales. Próximamente se iniciarán obras valoradas en 650.000 euros para asfaltar y hormigonar el camino que une Cela con el popular área recreativa de Poveda. Este proyecto no solo facilitará el acceso, sino que también mejorará la conectividad entre Tíjola y Lúcar.
Finalmente, la promoción turística no se queda atrás. Recientemente se ha aprobado una asistencia de 10.000 euros para el Ayuntamiento de Lúcar, destinados a las jornadas de difusión ‘Cela, luz y agua’. El objetivo es claro: resaltar el valor de este recurso natural, dar a conocer su rica historia, fomentar el desarrollo turístico sostenible y dotar a la Balsa de Cela de una programación cultural estable durante los meses de verano.
Con el ‘Manantial de Cela’ y el conjunto de inversiones complementarias, la Balsa de Cela se consolida como un polo de atracción en el Valle del Almanzora, ofreciendo a los visitantes una experiencia completa de naturaleza, relax y confort. ¿Te animas a descubrir este renovado oasis almeriense?