Un debate sobre los desafíos y el valor de acercar el conocimiento al gran público
ALMERÍA HOY / 21·06·2025
¿Cómo se logra que la Historia, una disciplina académica a menudo percibida como distante y compleja, llegue al gran público de manera rigurosa y atractiva? ¿Qué desafíos enfrentan aquellos que se dedican a la divulgación histórica en la era digital? Estas fueron algunas de las preguntas centrales que abordaron Ignacio Martín Lerma y Raúl Quinto, dos figuras destacadas en el ámbito de la divulgación, en la mesa redonda "La divulgación de la Historia y la Arqueología". El evento tuvo lugar ayer, viernes 20 de junio, en el marco del I Congreso de Jóvenes Investigadores en Prehistoria y Arqueología de Antas, que concluye hoy sábado.
DOS VISIONES COMPLEMENTARIAS PARA ACERCAR EL PASADO
El encuentro, moderado por Javier Irigaray, reunió a dos profesionales con trayectorias diversas pero un objetivo común: hacer accesible el conocimiento histórico y arqueológico. Por un lado, Ignacio Martín Lerma, arqueólogo y profesor de la Universidad de Murcia desde 2011, siendo en la actualidad Vicedecano de Cultura y Comunicación, es una figura reconocida en la divulgación televisiva y mediática apareciendo en programas como “La aventura del saber” o el “Condensador de Fluzo”, y su trabajo le ha valido galardones como el "Premio Díaz Bautista de Cultura" y el "Premio Levante 2022". Es autor de obras como Prehistoria, un libro que acerca esta interesante etapa a los niños o La Prehistoria en la Mochila.
Por otro lado, Raúl Quinto es un polifacético escritor, que abarca la poesía, el ensayo, la narrativa y la crítica literaria, además de ser profesor de Historia. Su obra Martinete del Rey Sombra, galardonada con el Premio Nacional de Narrativa en 2024, es un ejemplo de cómo la literatura puede iluminar episodios históricos poco conocidos.
DE LA RESISTENCIA ACADÉMICA A LA ADAPTACIÓN DIGITAL
Ambos ponentes, pioneros en sus respectivos campos de divulgación, coincidieron en que, cuando comenzaron, la divulgación científica no gozaba de buena reputación. Era una labor relegada a la "Academia", que priorizaba la investigación y mostraba poco interés en compartir sus hallazgos con el público. Sin embargo, esta percepción ha cambiado. "Ahora, esta labor divulgativa ya no está tan denostada", afirmó Martín Lerma, destacando que incluso las universidades han creado unidades de divulgación científica que fomentan la difusión de publicaciones a través de plataformas digitales “incluso con el uso de hashtags”.
El principal obstáculo, según ambos, radica en la falta de habilidades comunicativas entre los historiadores. "Existían buenos historiadores, pero no buenos divulgadores. No les enseñaron a hablar en público", señaló Martín Lerma. Como pioneros, tuvieron que sortear las barreras de la exposición pública, pero esto les permitió llegar a una audiencia mucho más amplia. "Salir tres minutos en un programa como Sálvame tiene más repercusión que salir 25 minutos en El Condensador de Fluzo", comentó Martín Lerma, enfatizando que así se logra captar el interés de un público que, de otra forma, no se acercaría a estos temas: "es así cómo encuentras a un público que no iba por ti, ni por el tema, pero que ahora se puede encontrar interesado e incluso atrapado", añadió.
HISTORIA Y LITERATURA: UN DIÁLOGO FRUCTÍFERO
Raúl Quinto compartió su método de trabajo, revelando que para sus libros ha consultado fuentes de especialistas y textos ya existentes que, sin embargo, no habían logrado divulgar esos conocimientos. Su experiencia con Martinete del Rey Sombra es un claro ejemplo de cómo la divulgación puede sacar a la luz verdades históricas omitidas. "Los contenidos de mi libro no aparecían en los libros de texto, siendo historia", explicó Quinto, refiriéndose al arresto masivo de la población gitana española en 1749, orquestado por el Marqués de la Ensenada, un suceso que "se ha llegado a calificar como un proyecto fallido de exterminio". Afortunadamente, gracias a obras como la suya, "algunos textos escolares ahora contemplan este episodio y se conoce lo que hizo el Marqués de la Ensenada", concluyó Quinto.
La charla culminó con una reflexión enriquecedora sobre la relación entre historia y literatura. Martín Lerma aclaró: "Utilizo la literatura para dar a conocer la historia". Por su parte, Quinto complementó esta idea afirmando: "Uso la historia para generar realidades en la literatura". Ambos coincidieron en la importancia de ser conscientes de lo que se divulga, reconociendo la necesidad de "enfrentarse un poco a los académicos, pero teniendo cuidado con los charlatanes".
Este diálogo entre dos grandes de la divulgación no solo destacó los desafíos y logros de esta labor, sino que también subrayó la vital importancia de acercar la historia a la sociedad, rompiendo barreras y fomentando un conocimiento más profundo y crítico de nuestro pasado.
DOS VISIONES COMPLEMENTARIAS PARA ACERCAR EL PASADO
El encuentro, moderado por Javier Irigaray, reunió a dos profesionales con trayectorias diversas pero un objetivo común: hacer accesible el conocimiento histórico y arqueológico. Por un lado, Ignacio Martín Lerma, arqueólogo y profesor de la Universidad de Murcia desde 2011, siendo en la actualidad Vicedecano de Cultura y Comunicación, es una figura reconocida en la divulgación televisiva y mediática apareciendo en programas como “La aventura del saber” o el “Condensador de Fluzo”, y su trabajo le ha valido galardones como el "Premio Díaz Bautista de Cultura" y el "Premio Levante 2022". Es autor de obras como Prehistoria, un libro que acerca esta interesante etapa a los niños o La Prehistoria en la Mochila.
Por otro lado, Raúl Quinto es un polifacético escritor, que abarca la poesía, el ensayo, la narrativa y la crítica literaria, además de ser profesor de Historia. Su obra Martinete del Rey Sombra, galardonada con el Premio Nacional de Narrativa en 2024, es un ejemplo de cómo la literatura puede iluminar episodios históricos poco conocidos.
DE LA RESISTENCIA ACADÉMICA A LA ADAPTACIÓN DIGITAL
Ambos ponentes, pioneros en sus respectivos campos de divulgación, coincidieron en que, cuando comenzaron, la divulgación científica no gozaba de buena reputación. Era una labor relegada a la "Academia", que priorizaba la investigación y mostraba poco interés en compartir sus hallazgos con el público. Sin embargo, esta percepción ha cambiado. "Ahora, esta labor divulgativa ya no está tan denostada", afirmó Martín Lerma, destacando que incluso las universidades han creado unidades de divulgación científica que fomentan la difusión de publicaciones a través de plataformas digitales “incluso con el uso de hashtags”.
El principal obstáculo, según ambos, radica en la falta de habilidades comunicativas entre los historiadores. "Existían buenos historiadores, pero no buenos divulgadores. No les enseñaron a hablar en público", señaló Martín Lerma. Como pioneros, tuvieron que sortear las barreras de la exposición pública, pero esto les permitió llegar a una audiencia mucho más amplia. "Salir tres minutos en un programa como Sálvame tiene más repercusión que salir 25 minutos en El Condensador de Fluzo", comentó Martín Lerma, enfatizando que así se logra captar el interés de un público que, de otra forma, no se acercaría a estos temas: "es así cómo encuentras a un público que no iba por ti, ni por el tema, pero que ahora se puede encontrar interesado e incluso atrapado", añadió.
HISTORIA Y LITERATURA: UN DIÁLOGO FRUCTÍFERO
Raúl Quinto compartió su método de trabajo, revelando que para sus libros ha consultado fuentes de especialistas y textos ya existentes que, sin embargo, no habían logrado divulgar esos conocimientos. Su experiencia con Martinete del Rey Sombra es un claro ejemplo de cómo la divulgación puede sacar a la luz verdades históricas omitidas. "Los contenidos de mi libro no aparecían en los libros de texto, siendo historia", explicó Quinto, refiriéndose al arresto masivo de la población gitana española en 1749, orquestado por el Marqués de la Ensenada, un suceso que "se ha llegado a calificar como un proyecto fallido de exterminio". Afortunadamente, gracias a obras como la suya, "algunos textos escolares ahora contemplan este episodio y se conoce lo que hizo el Marqués de la Ensenada", concluyó Quinto.
La charla culminó con una reflexión enriquecedora sobre la relación entre historia y literatura. Martín Lerma aclaró: "Utilizo la literatura para dar a conocer la historia". Por su parte, Quinto complementó esta idea afirmando: "Uso la historia para generar realidades en la literatura". Ambos coincidieron en la importancia de ser conscientes de lo que se divulga, reconociendo la necesidad de "enfrentarse un poco a los académicos, pero teniendo cuidado con los charlatanes".
Este diálogo entre dos grandes de la divulgación no solo destacó los desafíos y logros de esta labor, sino que también subrayó la vital importancia de acercar la historia a la sociedad, rompiendo barreras y fomentando un conocimiento más profundo y crítico de nuestro pasado.