Avanzan las obras de la nueva depuradora para Oria, un proyecto crucial para el saneamiento local



ALMERÍA HOY / 10·05·2025

Las obras de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) destinada a dar servicio al núcleo urbano de Oria se encuentran ya al 40% de su ejecución, marcando un hito importante para la mejora de la infraestructura de saneamiento de la localidad. Este proyecto, con una inversión que supera los 2,3 millones de euros, aborda una problemática histórica en el municipio, donde actualmente los vertidos de aguas residuales se realizan sin ningún tipo de tratamiento.

La situación actual en Oria se caracteriza por una red unitaria de saneamiento con cuatro puntos de vertido directos al medio. Ante esta realidad, la puesta en marcha de la nueva EDAR se presenta como una solución fundamental para garantizar la correcta depuración de las aguas residuales y cumplir con la normativa vigente en materia de vertidos.

La infraestructura proyectada se ubica al sur del núcleo urbano y está diseñada para centralizar los cuatro puntos de vertido existentes. La solución técnica adoptada para la conducción de las aguas residuales consta de tres ramales de saneamiento por gravedad, construidos en PVC-O de 315 mm de diámetro, y otros dos ramales por impulsión, en PEAD de 110 mm.

En cuanto al tratamiento de las aguas, la EDAR implementará un sistema de oxidación total, dimensionado para una población de 2.200 habitantes. Este sistema se basa en dos reactores biológicos y dos decantadores secundarios. Técnicamente, en la variante de oxidación total, la mezcla de agua residual y fango recirculado se distribuye de manera uniforme en un reactor donde se inyecta aire. Este proceso prolongado de aireación favorece que los microorganismos presentes depuren la materia orgánica, llegando incluso a consumir su propio material celular ante la limitación de nutrientes. Posteriormente, esta mezcla se traslada a un tanque de sedimentación donde se separan los fangos del agua ya tratada. Una parte de estos fangos se recircula al reactor para mantener la concentración necesaria de microorganismos, mientras que el excedente se gestiona como residuo.

La línea de tratamiento de aguas se compone de diversas etapas, que incluyen la entrada a la planta, un pretratamiento compacto para eliminar sólidos de mayor tamaño, una arqueta para la medición del caudal, el tratamiento biológico de oxidación total, la decantación secundaria para la separación de los fangos y un último medidor de caudal para controlar el efluente final. Paralelamente, la línea de tratamiento de fangos contempla el bombeo de los fangos secundarios a un sistema de digestión, un espesado por gravedad para reducir su volumen y una deshidratación mecánica para facilitar su gestión posterior.

La puesta en funcionamiento de esta EDAR representa un avance significativo para Oria, permitiendo conducir los vertidos urbanos a una instalación donde recibirán un tratamiento adecuado. Esto posibilitará verter las aguas depuradas a los cauces públicos adyacentes cumpliendo con la legislación ambiental, lo que supone un importante beneficio para el entorno natural y la calidad de vida de los habitantes del municipio.