Más de 16.000 personas trabajan “en la opacidad” en el campo almeriense

Pese a ello, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía afirma que hacen falta entre tres y cinco trabajadores más por hectárea



ALMERÍA HOY / 27·01·2025

Uno de los principales pilares económicos de la provincia y de Andalucía es el sector agroalimentario, como demuestra que entre enero y noviembre de 2024 exportó productos por valor de 3.532 millones, según Andalucía TRADE, pero también tiene una ‘cara B’ marcada por el chabolismo y la precariedad.

Es lo que se concluye del informe ‘Derechos Humanos en la Frontera Sur 2024. Las fronteras internas en Andalucía: las vulneraciones de derechos en los asentamientos de Huelva y Almería’, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), según el cual unas 16.300 personas con una situación laboral “en la opacidad» trabajan en el sector agrícola almeriense.

Según este documento, y de acuerdo a datos de peritos e ingenieros agrónomos, «hacen falta por hectárea entre tres y cinco trabajadores».

CHABOLISMO PERENNE
En este sentido, la APDHA señala que, según los datos de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía (2022), en Almería hay un total de 32.800 hectáreas cultivables, de las cuales, los municipios de Níjar y El Ejido cuentan con un 18 y un 39 %, respectivamente (6.087 Níjar y 13.112 El Ejido).

“En estos municipios es donde se desarrolla más crónicamente la situación del chabolismo”, dice la asociación, que realiza una “operación simple” para calcular que hacen falta 98.400 personas para cubrir todas las hectáreas cultivables de la provincia (según datos de 2022).

«Ahora bien, según los datos aportados por el INE en el sector económico de la agricultura en Almería hay 82.100 personas activas, o sea que hay un déficit en la provincia de aproximadamente 16.300 personas con una situación laboral que se encuentra en la opacidad», argumenta.

La APDHA se «atreve a afirmar» que un gran porcentaje de estas personas que no están contabilizadas por el INE se encuentran en situación de chabolismo y, además, en pésimas condiciones laborales.

Precisa que la mayoría de estas personas son trabajadores de la agricultura intensiva hortofrutícola de la provincia, que debido a su modelo bajo plástico ofrece trabajo en el campo durante todo el año.

LA SITUACIÓN EN NÍJAR Y EL EJIDO
«La irregularidad administrativa en el campo implica trabajar sin un contrato laboral, sin derechos laborales, a merced y la necesidad de los empresarios agricultores, sin las medidas de seguridad establecidas y en condiciones de explotación», afirma.

En Níjar hay una mayor superficie que aún no está siendo explotada por la actividad agrícola, mientras que El Ejido es un territorio con una mayor densidad de invernaderos, «en el que apenas cabe una carretera que conecte los caminos por los que se transportan los alimentos y transitan las personas».

Por un lado, en Níjar se presentan grandes diseminados de asentamientos de chabolas, como lo es Don Domingo. En El Ejido, por el contrario, se encuentran los asentamientos/infraviviendas subversivos entre invernaderos, los llamados “cortijillos”; también se presentan chabolas con las mismas características que Níjar pero dispersas entre todo el territorio.

El informe dedica también un apartado elaborado por Ecologistas en Acción en el que se analizan los efectos de la expansión del cultivo bajo plástico, que ha pasado de unas mil hectáreas en los años 70 a las 32.800 de la actualidad.

Asimismo, advierten de los fitosanitarios y afirman que la mayoría de las masas de agua de Almería padece problemas de calidad, «estando a menudo altamente contaminadas por fertilizantes, pesticidas y sus residuos». Como ejemplo señalan el humedal ejidense de Sotomontes, que según un estudio presenta hasta 23 sustancias activas diferentes procedentes de fitosanitarios prohibidos. EFE