Diez mil vehículos


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

El alcalde de Cuevas protesta ante el paso de diez mil vehículos por la puerta de los colegios de su pueblo. Es para estar enfadado, se entiende la denuncia del hombre. Son muchos coches y camiones frente a los oídos de los pequeños, molestan a los profesores, les obligan a elevar el tono de sus voces y con ello la posibilidad de que se formen nódulos en sus cuerdas vocales, con el agravante para la educación de que no permiten que los chicos tengan una buena audición en sus horas lectivas.

Diez mil coches son muchos coches. Claro que también depende si ese paso por la puerta del colegio es a diario, a la semana, al mes o al año. Los días de vacaciones, que son muchos: verano, Semana Santa, Navidad, no cuentan a la hora de repartir vehículos y culpabilidad. También tendríamos que descontar los domingos, los sábados y las fiestas de guardar, donde el número de camiones por las calles baja bastante. Si empezamos a quitar hierro al problema, no hay juez que condene a los vehículos.

Una vez que nos hemos acercado al problema, comprobamos que la culpa no es de los vehículos en cuestión, no tienen otra vía por la que pasar, y entonces aparece el político de turno como responsable del desaguisado. Si es que donde meten la mano, la cagan, con perdón, por andar algo escatológico hoy. El propio alcalde de Cuevas nos recuerda que esa reivindicación se viene produciendo desde hace casi veinte años. Como suena. Ya en el dos mil cuatro, el ayuntamiento, puso en conocimiento de las más altas instancias, la Junta de Andalucía, la situación que se estaba viviendo en la vía donde se ubican los colegios por el tránsito de miles de vehículos. Miles y miles, hasta llegar a esos diez mil diarios que se denuncian en estos días.

En los presupuestos de la Junta ha venido apareciendo desde aquellos lejanos tiempos la necesidad de construir la necesaria alternativa viaria en Cuevas, pero año tras año se ha ido dejando para el siguiente, el siguiente, el siguiente, Y así veinte años. Veinte largos tacos del almanaque esperando sacar a los coches y camiones de las puertas del colegio. Le ha costado, pero al final el alcalde ha explotado como el último cohete de la traca ¡cataplum! y pone en solfa el trabajo de los políticos que se reúnen en los despachos del convento sevillano.

Estos del Pp, Antonio, sin prestar atención a los críos de tu pueblo. Llevan seis años sin acometer las obras, y en las cuentas de este año tampoco aparecen como una obra que vaya a comenzar en el 2025. Lo que quizás nos olvidamos, es de suponer que el señor alcalde no lo hace, es que antes, y durante catorce años, los que estuvieron en el poder en las orillas del viejo Betis eran los hombres y las mujeres del partido de don Antonio, el Psoe. Supongo que el caballero de la vara de mando municipal en la mano se quejaba con la misma pasión, ante las promesas sin cumplir del partido socialista durante catorce años, como ocurre ahora con el Pp con seis. Y que conste, señor alcalde, que me uno a su protesta, son ya seis los que lleva Moreno de presidente de la Junta, y los críos siguen soportando el paso de diez mil vehículos por la puerta de su colegio.

Y mientras, los chicos de Juan Espadas en Almería ¿cuánto le queda al espadachín al frente de los sanchistas andaluces? nos cuentan que miles de alumnos se hacinan en 27 colegios de Roquetas. ¿Qué nos contará hoy el delegado de educación de la Junta?