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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
“Hay que tensionar la calle”. “Es usted un presidente indecente”. A nadie sorprendió. Se escrachó a una mujer embarazada en una fiesta, y el silencio del gobierno fue palmario. Se reza el rosario frente a clínicas abortivas y se multa por hacerlo. Se hacen manifestaciones en la calle Ferraz, frente a la sede del Psoe, y se manda a la policía. A la presidenta de la Comunidad de Madrid le pueden decir y atacar con su familia, pero ojo, a la esposa del presidente, a la mujer de Sánchez, si se la menciona, se está atacando a España. Alvise se puede convertir en el ogro de la política por algunas de las burradas que dice, pero a Puente hay que permitirle todos los exabruptos que se le ocurran. Se permite votar a una fiscal a la que ha destituido el Tribunal Supremo, y no pasa nada, se buscan votos en los quirófanos y se admiten, se permite el voto telemático en Cataluña contra la negativa de Conde Pumpido. ¿Cómo es eso? Ese día no debía haber hablado con Pedro Sánchez. Se podrá tener a un gobierno más mojigata que este. Alguien nos dirá que es un gobierno que nos ama, un gobierno de amor. Cursis, pijos, mojigatos. Eso es lo que sois.
Me viene a la memoria el tortazo que recibió Martín de los Reyes, el edil de Vox, de un vecino, y según se cuenta, tuvo el hombre que salir corriendo para no seguir recibiendo tortas, y no de chicharrones, sobre su esqueleto. Los partidos condenaron el guantazo, cierto es y hay que destacarlo, faltaría más, pero cuando leímos la letra pequeña, mejor cuando oímos las palabras del “begoño” Sánchez Teruel, no creo que la prensa bien regada lo publicase en su día (no lo leí), en la defensa del edil se deja caer aquello de que, “hay políticas que a veces no son del gusto de los ciudadanos, van en contra de sus derechos”, y demás expresiones a las que nos tienen acostumbrados estos cursis metidos a políticos que solo ven la mota en el ojo ajeno. Que se sepa, a ningún militante socialista le han dado un tortazo en nuestra provincia, y es de suponer que la política que está llevando a cabo el esposo de Begoña no es del gusto de muchos almerienses, sobre todo si vemos los datos de las pasadas elecciones. Es un ejemplo de que aquí, la práctica política es la misma que en el resto del país, tensionar, tensionar y tensionar. Y si hace falta hasta con mierda en el sillón de un edil en su despacho del ayuntamiento de Garrucha.
Nos estaba queriendo decir el señor Teruel que estaba en contra de la torta, y encima sin chicharrones, pero que lo mismo se la había ganado el de Vox por sus postulados políticos. A veces no entiendo de verdad estos razonamientos. Los postulados políticos de Vox están claros, y no lo ocultan, se puede estar o no de acuerdo con ellos, pero no te engañan cuando dicen que están en contra de la Agenda 2030, del pacto verde, y de que las autonomía devuelvan al gobierno central algunas competencias. (Por cierto, si es la de sanidad yo también estoy de acuerdo). Los que toman el pelo a los ciudadanos son aquellos que ante cada situación te cuentan la milonga que quiere escuchar el votante, pero después se lo pasan por el forro de su poca vergüenza, mientras pactan con los terroristas de Bildu, los racistas del Pnv y con los delincuentes catalanes la amnistía y una financiación singular solo para ellos. Estos son los que crean tensión en un país y en una sociedad. Tendríamos que luchar contra todos aquellos a los que les interesa tensionar la vida de los españoles, sean del color que sean. ¿Lo hacemos?
Me viene a la memoria el tortazo que recibió Martín de los Reyes, el edil de Vox, de un vecino, y según se cuenta, tuvo el hombre que salir corriendo para no seguir recibiendo tortas, y no de chicharrones, sobre su esqueleto. Los partidos condenaron el guantazo, cierto es y hay que destacarlo, faltaría más, pero cuando leímos la letra pequeña, mejor cuando oímos las palabras del “begoño” Sánchez Teruel, no creo que la prensa bien regada lo publicase en su día (no lo leí), en la defensa del edil se deja caer aquello de que, “hay políticas que a veces no son del gusto de los ciudadanos, van en contra de sus derechos”, y demás expresiones a las que nos tienen acostumbrados estos cursis metidos a políticos que solo ven la mota en el ojo ajeno. Que se sepa, a ningún militante socialista le han dado un tortazo en nuestra provincia, y es de suponer que la política que está llevando a cabo el esposo de Begoña no es del gusto de muchos almerienses, sobre todo si vemos los datos de las pasadas elecciones. Es un ejemplo de que aquí, la práctica política es la misma que en el resto del país, tensionar, tensionar y tensionar. Y si hace falta hasta con mierda en el sillón de un edil en su despacho del ayuntamiento de Garrucha.
Nos estaba queriendo decir el señor Teruel que estaba en contra de la torta, y encima sin chicharrones, pero que lo mismo se la había ganado el de Vox por sus postulados políticos. A veces no entiendo de verdad estos razonamientos. Los postulados políticos de Vox están claros, y no lo ocultan, se puede estar o no de acuerdo con ellos, pero no te engañan cuando dicen que están en contra de la Agenda 2030, del pacto verde, y de que las autonomía devuelvan al gobierno central algunas competencias. (Por cierto, si es la de sanidad yo también estoy de acuerdo). Los que toman el pelo a los ciudadanos son aquellos que ante cada situación te cuentan la milonga que quiere escuchar el votante, pero después se lo pasan por el forro de su poca vergüenza, mientras pactan con los terroristas de Bildu, los racistas del Pnv y con los delincuentes catalanes la amnistía y una financiación singular solo para ellos. Estos son los que crean tensión en un país y en una sociedad. Tendríamos que luchar contra todos aquellos a los que les interesa tensionar la vida de los españoles, sean del color que sean. ¿Lo hacemos?
