“Los conciertos son incompatibles con el bienestar de los animales”, dice IU-Podemos
ALMERÍA HOY / 26·06·2024
El grupo municipal Podemos ha interpuesto, en el día de hoy, una denuncia ante la fiscalía por la muerte de varias gacelas en la Finca Experimental de la Hoya, tras la celebración de los conciertos organizados por el Ayuntamiento de Almería en el mismo parque de la Hoya.
Quieren que la Fiscalía determine “si ha existido alguna negligencia o falta de previsión que pueda tener una repercusión penal y administrativa”.
En su denuncia señalan que en la finca “se desarrolla un programa de conservación de ungulados norteafricanos en peligro de extinción, auspiciado por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) y que hay unos 400 animales salvajes de tres especies de gacelas y del arruí sahariano, que son el mayor reservorio de estas especies para su conservación y posterior reintroducción en sus países de origen en el norte de África”.
El grupo denunciante recuerda que esta “incompatibilidad de actividades no es nueva”, ya que en el verano de 2020 se produjo una situación parecida y presentaron al Ayuntamiento un estudio científico-técnico en el que se muestra lo perjudicial del impacto del ruido en los animales de la finca y, por tanto, no ha cambiado en nada la situación.
Las necropsias de las tres gacelas mohor, una hembra de arruí y una gacela de Cuvier fallecidas, han sido la desatención materna de una de las crías, un aborto y distintas lesiones traumáticas, “todas ellas provocadas como consecuencia del estrés y agitación provocados por los conciertos”, según ha explicado la veterinaria de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), Sonia Domínguez.
Por ello, indican que, “por su proximidad y tipo de actividad, los conciertos son incompatibles con la preservación de la seguridad y el bienestar de los animales del programa, máxime en este periodo de reproducción en el que, junto a los ejemplares adultos se encuentran más de 50 crías (entre dos semanas y dos meses de vida)”.
Quieren que la Fiscalía determine “si ha existido alguna negligencia o falta de previsión que pueda tener una repercusión penal y administrativa”.
En su denuncia señalan que en la finca “se desarrolla un programa de conservación de ungulados norteafricanos en peligro de extinción, auspiciado por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) y que hay unos 400 animales salvajes de tres especies de gacelas y del arruí sahariano, que son el mayor reservorio de estas especies para su conservación y posterior reintroducción en sus países de origen en el norte de África”.
El grupo denunciante recuerda que esta “incompatibilidad de actividades no es nueva”, ya que en el verano de 2020 se produjo una situación parecida y presentaron al Ayuntamiento un estudio científico-técnico en el que se muestra lo perjudicial del impacto del ruido en los animales de la finca y, por tanto, no ha cambiado en nada la situación.
Las necropsias de las tres gacelas mohor, una hembra de arruí y una gacela de Cuvier fallecidas, han sido la desatención materna de una de las crías, un aborto y distintas lesiones traumáticas, “todas ellas provocadas como consecuencia del estrés y agitación provocados por los conciertos”, según ha explicado la veterinaria de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), Sonia Domínguez.
Por ello, indican que, “por su proximidad y tipo de actividad, los conciertos son incompatibles con la preservación de la seguridad y el bienestar de los animales del programa, máxime en este periodo de reproducción en el que, junto a los ejemplares adultos se encuentran más de 50 crías (entre dos semanas y dos meses de vida)”.
