“Hay que mirar la muerte como algo natural porque es consustancial a la vida”



ALMERÍA HOY / 24·06·2024

Mientras la mayoría “vivimos de espaldas a la muerte”, para los médicos especializados en Cuidados Paliativos es una compañera de trabajo. La doctora Noelia Fernández, junto a otras especialistas, ha fundado CUIPAL, una asociación que ayuda a “bien morir” y proporciona apoyo a los familiares.

- Debe ser doloroso trabajar día a día con la muerte.
- Atender y enfrentarte diariamente a la muerte, cuesta. Nosotras la enfocamos como algo natural en el ciclo de la vida, y queremos que tanto los enfermos como quienes les acompañan la asuman como una etapa más en la existencia.
- No parece fácil por mucho que uno se prepare.
- En eso tienen mucho que ver las creencias. Unos tienen esperanza en otra vida después de la vida y otros no. Nosotras queremos ayudar a cerrar con naturalidad la biografía de la persona que va a morir. En unos casos es más fácil, pero en otros nos encontramos con pacientes que sufren porque tienen muchos asuntos pendientes de cerrar, y se resisten a morir.
- ¿Hay una forma mejor de morir?
- La respuesta es muy individual. Muchos prefieren que la muerte les sorprenda de repente, mientras duermen, sin embargo, un alto porcentaje desea tiempo para prepararse.
- ¿Han mejorado nuestra forma de morir los avances de la medicina?
- En esos momentos, la ciencia influye muy poco. Nosotras procuramos acompañar desde el lado más humano. Aun así, hay quien muere en la negación o en medio de una lucha. De todos modos, se puede ayudar mucho a alguien en sus últimos días.
- ¿Cómo morimos?
- En la mayoría de los casos, si sus síntomas de dolor están controlados y paliados, los pacientes terminales muestran una actitud de entrega. Se relajan y están en paz. En disposición de aceptación.
- Porque habrá otros muchos en que el final no sea tan beatífico.
- Por supuesto. Existen estudios que describen el duelo y distinguen entre quienes plantean una lucha y los que la aceptan. También suelen presentarse fases sucesivas de negación, lucha, aceptación y entrega. Hay pacientes que sienten que no pueden irse por la situación compleja en que viven o porque tienen hijos pequeños.
- ¿Distingue también la ciencia cómo ayudar a unos y a otros?
- Por desgracia, no. La verdad es que la ciencia no ha investigado mucho sobre la muerte porque la entiende como un fracaso de la medicina. Sin embargo, el oncólogo y paliativista Enrique Benito la ve de otra manera. Sostiene que morir es como nacer de una forma distinta como el nacer que todos conocemos.
- ¿Hay también algo de tabú en lo concerniente a la muerte?
- Algo no, demasiado. Llevamos mucho tiempo de espaldas a ella. Los niños no van a los cementerios, ubicamos los tanatorios lejos… Sin embargo, deberíamos acercarnos más a la muerte. Hay que mirarla como algo natural, porque no olvidemos que la muerte es consustancial a la vida.
- ¿Qué hace su asociación?
- Valoramos a las personas en situación paliativa, los síntomas que aparecen y sus circunstancias. Si quieren morir en casa, vamos allí y las cuidamos y acompañamos hasta el final, tanto a ellos como a los familiares que sostienen a ese paciente. Les prestamos la ayuda que precisan hasta el último segundo de sus vidas. En definitiva, les ayudamos a bien morir.
- ¿Ayudar a bien morir es ayudar a morir?
- Todo lo contrario. Tratamos a personas que se están muriendo. Procuramos que no sufran ni padezcan, y controlamos sus constantes de vida. Ellos están falleciendo, pero no aceleramos su muerte. Nos esforzamos en hacer menos dolorosos sus últimos días.
- ¿Y lo consiguen? - El dolor se puede controlar en un porcentaje muy alto. Es verdad que siempre se puede hacer algo más, pero en el 99% de los casos está controlado.
- ¿Cómo está tan segura?
- Porque los pacientes lo dicen y lo expresan. Cuando una persona se queja de que siente dolor es porque le duele, y cuando no pueden hablar, reflejan el sufrimiento en el gesto.
- Supongo que para calmar el dolor no bastará sólo con la compañía.
- Por supuesto que no. Para eso utilizamos muchos fármacos, como el fentanilo o la morfina.
- ¿Diferentes tipos de morfina?
- La morfina siempre es la misma. Lo que varían son las dosis.
- ¿Y el dolor de los familiares del enfermo terminal?
- Es muy importante acompañar a los que quedan. Para eso es fundamental que vean a sus personas queridas marchar sin sufrir. Les conforta. Es básico. Y, por otra parte, una buena compañía ayuda a bien morir.
- ¿Tanto como la vida que ha llevado cada uno?
- Por supuesto que una buena vida ayuda mucho a bien morir. Si uno lo deja todo resuelto y tiene buena relación con todo el mundo que le rodea, se marcha más a gusto. Es lo que más influye. Quien no tiene cuentas pendientes muere muy tranquilo. Se percibe.
- Ustedes también ayudan a ello.
- Nosotras únicamente tratamos de ayudarles a irse de aquí.
- Para terminar, dígame, ¿de qué manera influye en su vida ver a diario los ojos a la muerte?
- Este trabajo me ata mucho a la vida. Me mantiene presente que soy mortal y me empuja a disfrutar cada instante. La muerte me conecta con la vida y me enriquece mucho.
- ¿Pueden acabar los cuidados paliativos en eutanasia?
- De ninguna manera. Es importante diferenciar una cosa de otra. La eutanasia consiste en ayudar a morir a alguien que padece una enfermedad sin solución, siempre a petición del paciente. Mientras que el objetivo de los cuidados paliativos es evitar el sufrimiento a personas en esa situación. Si no existe control del dolor, el enfermo desea morir, y de ahí la importancia de unos cuidados paliativos de calidad para que nadie prefiera la muerte para huir de un sufrimiento insoportable. Pero contestando a su pregunta, es muy difícil que llegue a ocurrir algo así. Existen muchos controles y un procedimiento muy exigente que atiende a muchos criterios para evitar que sea una decisión fruto de un arrebato, de un arrechucho, como decimos aquí.