El historiador Luis Artero recibió el nombramiento de cronista oficial de Antas el 19 de abril, puesto en el que sucedió a su “añorado maestro” don Gabriel Martínez Guerrero
ALMERÍA HOY / 11·05·2024
Luis Artero Ridao nunca desempeñó su licenciatura en Historia, aunque no ha dejado de investigar la del pueblo en que nació. Desde el 19 de abril la ejerce como cronista oficial, puesto en el que sucedió a su “añorado maestro” don Gabriel Martínez Guerrero. Ha empezado creando un fondo documental y se ha propuesto un reto: conocer el día exacto en que Antas emergió como municipio independiente.
- ¿Cómo lleva las emociones estos días?
- Confieso que estoy muy emocionado. Es cierto que mi designación se conocía desde hace tiempo, pero siempre he tenido presente que, cuando hace cinco años le propusieron el puesto al maestro [don Gabriel Martínez Guerrero], él quiso que me nombraran a mí, pero me negué en redondo. Le dije que, en todo caso, contara conmigo de secretario. El primer cronista de Antas tenía que ser él. Nadie lo merecía más por su lucha para recuperar El Argar, el Simposio Internacional y todo el trabajo que realizó durante más de 50 años. Siempre le echaré de menos.
- Y ahora usted coge el testigo arropado por el aplauso de doscientos vecinos puestos en pie.
- Me sentí orgulloso de mi gente y de ser antuso esa noche. No sólo por las 200 personas que acudieron al acto de nombramiento o las 96 que quisieron celebrarlo después en la cena. Desde entonces, todos los días me paran amigos y conocidos que no pudieron asistir para darme la enhorabuena.
- ¿Cuál será su primera acción como cronista?
- La adelanté en el acto y ya está en marcha. Vamos a crear un fondo fotográfico y documental del pueblo. Es muy importante para construir el relato de nuestra Historia. En Antas emigraron cerca de 500 personas en los años 20 del siglo pasado con la ilusión de prosperar. La mayoría se dirigieron a EEUU, pero muchos fueron también a Orán, Argentina y otros países. Casi todos volvieron. Hubo quien subió al barco con quince años. Es importante saber todo lo posible acerca de los motivos que les empujaron a emprender ese viaje, cómo les fue allí y qué hicieron al regresar. Necesitamos saberlo para comprender la evolución de nuestro pueblo y cómo se ha forjado.
- Don Gabriel fue el primer cronista de Antas, ¿asumió alguien antes un cometido similar en Antas?
- No hubo nadie antes que él, y creo que el cronista es una figura muy importante. Debería existir uno en cada pueblo. No supone gasto alguno, porque el cargo no es remunerado. Al contrario, acaba costando dinero a quien lo desempeña, porque nunca vas a pedir lo que te has gastado fotocopiando documentos que has encontrado. Y, con independencia de que todos los municipios debieran contar con el suyo, las mancomunidades también debería nombrar cronista oficial de la comarca a alguien, en el caso del Levante almeriense a Juan Grima, un incansable investigador de la Historia de la comarca que él llama Axarquía.
- ¿Quién o quiénes deberían darse por aludidos?
- Si en los pueblos la competencia es del alcalde, el cronista del Levante almeriense tendría que proponerlo y nombrarlo el presidente de la Mancomunidad.
- En su comarca, sólo Antas, Cuevas y Vera cuentan con cronista, ¿por qué el resto de pueblos no?
- Y de los tres, el de Vera fue nombrado por primera vez el pasado 1 de diciembre. Que no haya cronistas en los pueblos me parece una evidente falta de amplitud de miras por parte de los alcaldes. Insisto, debería haber uno en cada pueblo.
- Es posible que no exista en todos alguien suficientemente cualificado para serlo.
- Estoy seguro de que en todos hay al menos un licenciado en Historia, un maestro o un investigador del pasado de su pueblo. Enrique Fernández Bolea, cronista de Cuevas del Almanzora, es filólogo, y el de Vera, Gabriel Flores, ha trabajado toda su vida en un banco, pero ha publicado dos libros con el resultado de sus investigaciones. Es importante fomentar el conocimiento del pasado de los pueblos. Quien no lo hace, no está preparado para afrontar el presente y mucho menos el futuro. No es que vayan a repetir la Historia, sino que nunca evitarán cometer los errores del pasado.
- ¿Puso usted alguna condición para aceptar el cargo?
- La misma que don Gabriel: contar con el apoyo unánime de la Corporación. Me alegró inmensamente ver a todos los concejales de PP y PSOE juntos compartiendo mesa en la cena del nombramiento. Les felicité por el talante que están mostrando durante este Mandato. Me parece un ejemplo a seguir, no sólo en otros ayuntamientos, sino hasta en el Congreso de los Diputados, que da vergüenza ver a sus señorías en demasiadas ocasiones. Les pedí que hagan política con otras cosas, pero nunca con la cultura ni con la Historia del pueblo. Que ayuden siempre a quienes se esfuerzan por recuperar las tradiciones y el pasado.
- ¿Qué asunto histórico no resuelto le gustaría esclarecer en su mandato como cronista?
- Conocer la fecha exacta de la emancipación de Antas con respecto a Vera. Sé que debió suceder entre los años 1834 y 1836, pero no el día concreto. Como todas, tuvo que promulgarse en un decreto que nadie ha encontrado aún.
- ¿Ni en el archivo municipal?
- Ahí no está, y lo conozco muy bien porque me encargué de ordenarlo. El documento más antiguo que contiene es el catastro de Ensenada, de 1756. Están archivadas todas las actas capitulares, excepto las correspondientes a los años entre 1808 y 1814 a causa de la Guerra de Independencia contra los franceses, pero el decreto de la segregación no aparece. Tal vez exista una copia que nadie ha localizado aún en Vera o en la Chancillería de Granada. Me he propuesto encontrarla.
- ¿Cómo lleva las emociones estos días?
- Confieso que estoy muy emocionado. Es cierto que mi designación se conocía desde hace tiempo, pero siempre he tenido presente que, cuando hace cinco años le propusieron el puesto al maestro [don Gabriel Martínez Guerrero], él quiso que me nombraran a mí, pero me negué en redondo. Le dije que, en todo caso, contara conmigo de secretario. El primer cronista de Antas tenía que ser él. Nadie lo merecía más por su lucha para recuperar El Argar, el Simposio Internacional y todo el trabajo que realizó durante más de 50 años. Siempre le echaré de menos.
- Y ahora usted coge el testigo arropado por el aplauso de doscientos vecinos puestos en pie.
- Me sentí orgulloso de mi gente y de ser antuso esa noche. No sólo por las 200 personas que acudieron al acto de nombramiento o las 96 que quisieron celebrarlo después en la cena. Desde entonces, todos los días me paran amigos y conocidos que no pudieron asistir para darme la enhorabuena.
- ¿Cuál será su primera acción como cronista?
- La adelanté en el acto y ya está en marcha. Vamos a crear un fondo fotográfico y documental del pueblo. Es muy importante para construir el relato de nuestra Historia. En Antas emigraron cerca de 500 personas en los años 20 del siglo pasado con la ilusión de prosperar. La mayoría se dirigieron a EEUU, pero muchos fueron también a Orán, Argentina y otros países. Casi todos volvieron. Hubo quien subió al barco con quince años. Es importante saber todo lo posible acerca de los motivos que les empujaron a emprender ese viaje, cómo les fue allí y qué hicieron al regresar. Necesitamos saberlo para comprender la evolución de nuestro pueblo y cómo se ha forjado.
- Don Gabriel fue el primer cronista de Antas, ¿asumió alguien antes un cometido similar en Antas?
- No hubo nadie antes que él, y creo que el cronista es una figura muy importante. Debería existir uno en cada pueblo. No supone gasto alguno, porque el cargo no es remunerado. Al contrario, acaba costando dinero a quien lo desempeña, porque nunca vas a pedir lo que te has gastado fotocopiando documentos que has encontrado. Y, con independencia de que todos los municipios debieran contar con el suyo, las mancomunidades también debería nombrar cronista oficial de la comarca a alguien, en el caso del Levante almeriense a Juan Grima, un incansable investigador de la Historia de la comarca que él llama Axarquía.
- ¿Quién o quiénes deberían darse por aludidos?
- Si en los pueblos la competencia es del alcalde, el cronista del Levante almeriense tendría que proponerlo y nombrarlo el presidente de la Mancomunidad.
- En su comarca, sólo Antas, Cuevas y Vera cuentan con cronista, ¿por qué el resto de pueblos no?
- Y de los tres, el de Vera fue nombrado por primera vez el pasado 1 de diciembre. Que no haya cronistas en los pueblos me parece una evidente falta de amplitud de miras por parte de los alcaldes. Insisto, debería haber uno en cada pueblo.
- Es posible que no exista en todos alguien suficientemente cualificado para serlo.
- Estoy seguro de que en todos hay al menos un licenciado en Historia, un maestro o un investigador del pasado de su pueblo. Enrique Fernández Bolea, cronista de Cuevas del Almanzora, es filólogo, y el de Vera, Gabriel Flores, ha trabajado toda su vida en un banco, pero ha publicado dos libros con el resultado de sus investigaciones. Es importante fomentar el conocimiento del pasado de los pueblos. Quien no lo hace, no está preparado para afrontar el presente y mucho menos el futuro. No es que vayan a repetir la Historia, sino que nunca evitarán cometer los errores del pasado.
- ¿Puso usted alguna condición para aceptar el cargo?
- La misma que don Gabriel: contar con el apoyo unánime de la Corporación. Me alegró inmensamente ver a todos los concejales de PP y PSOE juntos compartiendo mesa en la cena del nombramiento. Les felicité por el talante que están mostrando durante este Mandato. Me parece un ejemplo a seguir, no sólo en otros ayuntamientos, sino hasta en el Congreso de los Diputados, que da vergüenza ver a sus señorías en demasiadas ocasiones. Les pedí que hagan política con otras cosas, pero nunca con la cultura ni con la Historia del pueblo. Que ayuden siempre a quienes se esfuerzan por recuperar las tradiciones y el pasado.
- ¿Qué asunto histórico no resuelto le gustaría esclarecer en su mandato como cronista?
- Conocer la fecha exacta de la emancipación de Antas con respecto a Vera. Sé que debió suceder entre los años 1834 y 1836, pero no el día concreto. Como todas, tuvo que promulgarse en un decreto que nadie ha encontrado aún.
- ¿Ni en el archivo municipal?
- Ahí no está, y lo conozco muy bien porque me encargué de ordenarlo. El documento más antiguo que contiene es el catastro de Ensenada, de 1756. Están archivadas todas las actas capitulares, excepto las correspondientes a los años entre 1808 y 1814 a causa de la Guerra de Independencia contra los franceses, pero el decreto de la segregación no aparece. Tal vez exista una copia que nadie ha localizado aún en Vera o en la Chancillería de Granada. Me he propuesto encontrarla.
