Tienen la cara de cemento


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

. Me cuesta trabajo entender que haya personajes con mando en plaza, como el señor ministro de agricultura, un tal Luis Planas, y que en Carboneras los vecinos puedan votar a Salvador Hernández, hoy alcalde con la sonrisa y el apretón de manos de José Luis Amérigo, tras querer llevarlo a la cárcel hace unos años. Los dos caballeros tienen una cara de cemento armado que se la pisan, y una desvergüenza política, con la personal no me meteré nunca, llevada al límite. Me explico, que estarán ustedes pensando que se me ha ido la olla. Con estos personajes es lo mínimo que se nos puede ir.

Empecemos por el señor ministro. Leo una entrevista en la que el caballero en cuestión nos dice a los lectores:

“No podemos hacer las cosas de arriba abajo, hay que escuchar a los agricultores”.

Toma del frasco agricultor ¡Pero se puede tener más cara! Habría que preguntar al ministro ¿qué es lo que ha venido haciendo usted desde que está en el machito del poder, que no sea hacer desde arriba lo que le ha dado la gana, sin consultar, sin hablar, sin comentar las medidas a tomar con los de abajo, los agricultores? ¿Pero cómo tiene usted la cara de venir a decirnos ahora que así no se pueden hacer las cosas, cuando desde el gobierno central, en cualquier tiempo que se coja, han hecho ustedes, los políticos lo que les ha dado la gana sin consultar con nadie, y menos con los trabajadores del campo? Y no dimite, y se queda tan tranquilo. Y cree que nos ha convencido. Y pondrá cara de buen chico. Y nos dirá que la subvenciones llegan al campo gracias a que él las ha peleado. Si es que son…, si es que no nos merecemos otra cosa por votarles.

Don Salvador Hernández, alcalde de Carboneras desde el pasado día quince de marzo, no votaba a favor de una moción presentada por el Pp sobre la retirada de la licencia dada en su día al Algarrobico por el ayuntamiento. Y la moción salió, como era de esperar tras el voto del señor Hernández, derrotada. Bien, era su postura política, y hay que aceptarla. Es la grandeza de la democracia. Ahora es el señor alcalde, tiene la responsabilidad del ayuntamiento, han pasado solo unas semanas desde aquella votación y lo primero que se le ocurre decir, con más cara que espaldas:

“Que hay que buscar un pacto entre las administraciones para solucionar el derribo del hotel”.

Señor alcalde, si ese pacto está aprobado y en marcha desde hace tiempo, si de lo que se trata es de aceptar lo que pide la justicia, y que usted no lo votaba hace unas semanas. Y ahora se quiere hacer el bueno, pone cara de responsable, nos sale con la chorrada de un pacto y a convencer al personal de que la culpa no es de usted. Los ecologistas piden setecientos euros cada veinte días de multa al alcalde, creo que es un tal Salvador Hernández. Espero que se hagan realidad y los pague de su bolsillo, que no los saque de la faltriquera de los vecinos. Que en eso los políticos son unos hachas.

Si es que se las pintan solos, si es que no tienen por dónde cogerlos. Y encima, que es lo que más gracia me hace, no cierran la boca, dicen lo que les da la gana en cada momento como si los votantes fuéramos unos cipotes de la vela, y la verdad es que lo somos por seguir votando a este personal.