María Vázquez y los jabalíes del Cabo


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

La señora alcaldesa toma cartas en el asunto de los jabalíes. Hora era de que lo razonable se impusiera en su política, y lo que no se podía soportar es que los jabalíes estuvieran llevando el miedo a una zona como Cabo de Gata. Está bien cuidar a los animales, y hay que seguir haciéndolo. Muy bien lo de los derechos de los jabalíes, que está perfecto que los tengan, pero por Dios y la Santísima, ¿dónde están los derechos de los ciudadanos? Eso, puñetas. ¿Dónde están los de los vecinos de Cabo de Gata que se veían acosados por los jabalíes? Con miedo a salir y dejar que los críos jugaran en las calles. Supongo que los animalistas pondrán el grito en el cielo, no sé si allí arriba San Pedro y cía les va a hacer mucho caso, pero me encanta que en este caso concreto la alcaldesa tampoco les haya hecho demasiado.

En estos días, tras una ley que no se entiende mucho, y que han votado algunos culos sentados en el congreso de los diputados, por aquello de la obligada reverencia a ese jefe diga lo que diga y haga lo que haga, estaba visto que habría problemas con esos animales que salen de sus hábitat buscando la comida y el agua que no se da en estos momentos en las sierras almerienses. Y que no me vengan los animalistas con la historia de que le hemos dado la espalda a los animales, cuando, hace unos días, no recuerdo la provincia, seguro que en la red aparece, alguien comentaba que la misma tenía 23 mil niños entre los cero y los cinco años, mientras que los datos oficiales daban que había más de 43 mil mascotas en los domicilios.

No está esta sociedad en contra de los animales, los datos son muy claros, más bien habría que decir que no se sabe muy bien si no estaremos más a favor de ellos que de los seres humanos. 20 mil animales de compañía más en los hogares que niños, debería hacernos reflexionar sobre a quién queremos dejar el mundo que habitamos. No estamos en contra de los jabalíes, pero sí de que se conviertan en un problema para la convivencia de nuestros niños, y en Cabo de Gata eso ha venido ocurriendo desde hace algunos meses. Pero si se dan una vuelta por el resto de la provincia, los vecinos les contaran los destrozos en sus huertas, los paseos nocturnos por sus calles, el peligro al circular por sus carreteras.

La presencia masiva de jabalíes en calles, plazas y jardines no es algo que le haya ocurrido solo a los vecinos del Cabo, o de la propia ciudad, son demasiados los pueblos que vienen viviendo desde hace años la misma situación. Pero claro, la queja de un vecino de Alhabia, Almócita o Somontín no tiene la misma fuerza ante los grandes medios que la de uno del famoso parque o de la capital.

La decisión de María Vázquez me parece perfecta, pero habría que exigirle a la Junta, y por ende al responsable de la misma, señor Moreno Bonilla, que empiece a tomarse en serio la situación que se está creando en nuestras sierras, y su repercusión en los pueblos, con la proliferación del Jabalí. Está muy bien defender los derechos de los animales, pero habrá que pensar también en el de los ciudadanos, y no le veo señor Moreno muy preocupado por este último.