Ayer tarde comenzó el gran debate


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

En el Congreso de los leones se iniciaron ayer martes las deliberaciones entre los grupos políticos sobre la famosa amnistía de Pedro Sánchez. Todo apunta a que llegará al Senado con los votos favorables de los señores diputados de los bancos de la izquierda, los de derechas y racistas del PNV, los apoyadores de los terrorista de ETA, EH Bildu, así como los secesionistas de derechas sucesores de Pujol (vaya con la familia) y los de ERC, que se llaman de izquierda, que tuvieron en sus filas una banda terrorista como Terra Lliure, que se declaran secesionistas y que mantienen entre su militancia a delincuentes a los que este gobierno sacó de la cárcel ante la necesidad de sus votos.

Se me olvidaba a los de Sumar, que anda estos días a la gresca con los de Podemos. Pensaba la señora Diaz que Pablo y sus mariachis se iban a quedar atontados, pero les han salido ranas. Creía doña Yoli que le iba a ocurrir con Pablo de Galapagar lo mismo que con algunos de los muertos políticos que se dejó en su Galicia natal, pero este cadáver, aparcado en una red roja, se creía que sería para siempre, ha decidido resucitar e intentar currarle la badana a la señora que ha maltratado a su compañera, a la madre de sus hijos. Y si una esposa pude ser dejada, abandonada, cambiada por otra, o por otro, a unos hijos no se les abandona. Y el red rojo del señor Iglesias ha decidido dar la batalla. Vamos a disfrutar en el futuro.

La derecha social se queja de la división política que se da entre PP y Vox. Nada nuevo en la clase política española. La lucha está siempre en ser cabeza de ratón, antes que cola de león. Y así le va a la sociedad española.

Iremos tomando nota de lo manifestado por los portavoces, aunque tras las declaraciones de unos y de otros nos imaginamos los discursos a pronunciar. Dicen que Vox le ha dado un buen argumento a Patxi López con sus declaraciones en Argentina sobre colgar de los pies a Sánchez, y que este basará su intervención en el odio que pueden generar unas palabras, que aseguran en Vox están sacadas de contexto.

Si los 350 diputados votaran en conciencia, libremente, podríamos presumir de que España tiene un Congreso libre, democrático, pero cuando los parlamentarios votan lo que dicen los jefes del partido, sin pensar en lo que les dijeron y prometieron a sus votantes en sus pueblos y ciudades, en evidencia se deja al sistema que nos han dado a los españoles los políticos de aquel bienio 1977-78.

¿Cambiará algo tras estos días de debate? La discusión sobre la amnistía abrirá los ojos de los ciudadanos ante la España que queremos, la que nos merecemos, la que nos haga iguales ante la justicia, ante la sanidad, ante la educación, ante la fiscalidad, ante la vivienda, ante el trabajo, o tras la misma ¿nos quedaremos como estábamos ayer, antes de anteayer e igual al siglo pasado?