Hay comparaciones que son odiosas


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

Una concejal del PP de La Mojonera comparaba en las redes la instrumentalización que hacían los nazis con los niños con la que hace hoy hace el grupo de LGTBI con los críos en nuestras escuelas. Odiosa por lo que los nazis han sido para la historia de una sociedad tan cercana a nosotros como la europea, y que pagaron millones de seres humanos, con el holocausto de los judíos, que en estos días vuelven a estar en el centro del huracán con una guerra declarada que dicen puede ser larga. Otra más, no tenemos bastante con la de Rusia contra Ucrania, que ahora hay que mirar a las muertes que se producen en las tierras de Gaza e Israel.

Mientras que el grupo LGTBI, según ellos mismos vienen declarando, lo que buscan, explicando en los colegios y en todos los estadios que se le proponen sus problemas, es el respeto que todo el mundo merece. Y se puede estar de acuerdo con ellos en lo que a pedir respeto se refiere, aunque algunas mameras de pedirlo, del que se viene hablando desde algunos sectores, dudo mucho que lo consiga.

Lo que quizás no he entendido bien por parte del colectivo LGTBI, me lo tendrían que explicar, es el respeto que buscan tras la semana de orgullo que se celebra cada año en Madrid y en otros puntos del país. Si con las imágenes que nos ofrecen los medios, y las que el propio colectivo sube a las redes, buscan el respeto del resto de los seres que vivimos en el entorno, no creo que lo estén logrando, pero eso es algo que ellos mismos tendrían que reconocer, tomar nota y cambiar algunas de las imágenes que nos ofrecen en su gran fiesta del orgullo. Si hay que tener y sentir orgullo por esas imágenes que nos ofrecen a lo largo de la semana de su fiesta, algo no está funcionando bien en el colectivo. Y siento decirlo.

En cuanto a los críos, sería mejor que los dejaran en la paz de sus colegios, en manos de sus maestros y profesoras, que son los encargados de ofrecerles una educación, pero tenemos un sector, el político, sea de derechas o de izquierdas, que quiere entrar cuanto antes en las mentes de nuestros pequeños para inculcarles sus ideas, su forma de pensar y de vivir. Y junto a ellos, aprovechando la oportunidad, otros colectivos intentan hacer lo mismo. De ahí las comparaciones odiosas que a algunas se le ocurren dentro del mundo de la política, como en este caso a la concejala del Partido Popular de La Mojonera.

Pero eso no quita para que sean muchos los padres que no están de acuerdo con el adoctrinamiento que reciben sus hijos en las escuelas. Claro que en este caso la culpa hay que ponerla sobre el pecho de los responsables de la educación pública, y miren por donde nos encontramos que nuestros niños están en manos de esos políticos.

Buscar el respeto del colectivo es algo con el que todos estamos de acuerdo, y fomentarlo es necesario, pero hacerlo con fiestas como la del Orgullo, no parece que sea una forma de conseguirlo.