Desayunos calientes, meriendas cachondas


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

Los ayuntamientos andan muy preocupados por enseñar la mejor forma y manera de vivir a sus ciudadanos. Mientras escribo, mi señora anda en un curso sobre telefonía móvil y ordenadores que organiza el Ayuntamiento del pueblo con el apoyo de la Diputación. Y para no sé qué día del próximo mes hay una excursión organizada a un balneario en Murcia. De Murcia, sí. de Murcia. Que sí, que no me quejo por una vez, que está bien que las administraciones se preocupen por la existencia de los vecinos y por hacérsela lo más amable posible.

Pero entramos en algo de lo que escribíamos hace unos días, las competencias de ayuntamientos y diputaciones. Y no sé si llevarnos a un balneario entra en las mismas. Más bien creo que no. Pero nos han acostumbrado estos políticos zampabollos a comprarnos con meriendas, comidas, fiestas, cursos y viajes. Ahí está el Imserso, hecho unos zorros, y con la viajes parados por culpa de una ministra como Ione Belarra, que parece trabajar en contra de los viejos, perdón, mayores, y un gobierno que no parece preocupado por lo que hacen sus ministros a la hora de gobernar sus carteras.

El Ayuntamiento de Huércal no ha querido ser menos, y a la hora de hacerse notar en lo que a la educación sexual se refiere, organizaba el año pasado, y repetía el pasado sábado una jornada en la que ofrecía “desayunos calientes, meriendas cachondas” (lo de cachondas lo pongo yo, que conste). Junto a los alimentos naturales a tomar durante la mañana y la tarde, otros para el espíritu y las pasiones. El espíritu es algo que tenemos que cuidar. Nos hace reír, sentirnos con ánimo e ilusiones, con esperanzas ante la vida, ante el amor y ante el resto de los humanos, sean estos del sexo que quieran y les dé la gana.

Y si el espíritu es importante en nuestras vidas, que sería de nosotros sin la pasión.

¡Oh, la pasión!

Tenemos que profundizar en la misma, buscar la señas que nos hagan vivir apasionadamente el día a día con nuestra pareja, sea esta del sexo que sea, reitero. Y para ello, se han buscado especialistas importantes y de gran renombre, para la jornada organizada en Huércal de Almería. Aprenderán ustedes, lo siento si no han participado en la edición de este año, tendrán que esperar a la edición del próximo, a quererse, a buscarse, a sentirse, a adorarse y a cuidarse. Y todo esto a cultivarlo con la persona amada. Sea esta del …

Todo un tratado contado por especialistas sobre lo que supone la vida y sus calenturas íntimas es lo que nos proponían en la jornada, adornada la misma con un desayuno caliente, y una merienda, que, acercándose las horas en las que el sol deja paso a la casquivana luna, tuviera un comportamiento más hot, más caliente, que nos llevara a disfrutar, si el tiempo, y el consentimiento de ella o de él nos lo permite, de una noche donde el amor rompa con todas las normas y tabúes que nos han ido contando e imponiendo a lo largo de unos años en los que nuestros padres buscaban las revistas que teníamos escondías, algunos debajo del colchón ¡mira que éramos tontos!, en las que las chicas aparecían ligeritas ellas de ropa.

Creo que va siendo hora de que el nudismo no se quede solo en playas apartadas y acotadas, nos dicen los que no quieren nada textil sobre sus cuerpos. Queremos pueblos y ciudades para los naturalistas, calles y plazas en nuestros pueblos y ciudades, bares y restaurantes donde podamos andar como nuestra madre nos trajo al mundo, parece gritarnos en estos tiempos la sociedad actual.

Jornada como la celebrada en Huércal nos acerca a esa sociedad que quiere vivir con su piel bajo el sol y las estrellas en tiempos de estío. ¿Lo conseguiremos algún día?

Manifestación: ¡Todos en pelotas a calles y plazas el próximo verano, que ahora ya empieza a hacer frío a según qué horas!