El suceso ocurrió en la puerta del domicilio de la víctima
ALMERÍA HOY / 21·09·2023
Un juez de Roquetas de Mar ha impuesto ocho meses de prisión al hombre que fue detenido por agredir a un agente de la Guardia Civil que se encontraba fuera de servicio y al que fue a buscar a su domicilio, donde le increpó con amenazas mientras golpeaba la pared y una ventana de la vivienda en la que se hallaba su mujer y sus hijos menores.
La sentencia, consultada por Europa Press y declarada en firme tras la conformidad de las partes, condena al acusado por un delito de atentado contra agente de la autoridad, toda vez que también le imponen penas de 44 días de multa, con una cuota diaria de tres euros, por delitos leves de lesiones y de daños, al tiempo que ordena otras medidas accesorias de alejamiento e incomunicación con la víctima y su entorno durante dos años y cuatro meses.
El fallo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Roquetas de Mar, que avanza Diario de Almería tras el juicio rápido celebrado este miércoles, señala que A.Z.E.B. era vecino de la víctima, quien en el ejercicio de su profesión lo ha detenido en varias ocasiones entre octubre y marzo de este año.
El hombre, que ha ingresado en prisión por estos hechos, acudió sobre las 17,00 horas del pasado lunes al domicilio del agente, donde se encontraba este con su mujer y sus hijos, y "golpeó de manera incesante la persiana del inmueble, causando desperfectos" que superan los 150 euros.
El acusado tuvo presente durante su acción tanto la profesión del agente como las detenciones que este había practicado hacia su persona. En este sentido, y con ánimo de intimidarle, "le vociferó en actitud chulesca, desafiante, agresiva y con total desprecio a la labor que desempeña 'hijo de puta, sal de tu casa, te tengo que matar, guardia cabrón, te voy a matar'", según recoge la resolución judicial.
Por su parte, la víctima, atemorizada por su vida y la de su familia, permaneció en el interior de la vivienda, a la espera que el acusado se marchara. No obstante, minutos más tarde, el acusado subió a la planta segunda del bloque, de modo que cuando el agente abrió la puerta de su domicilio lo encontró.
En este momento, el hombre volvió a insultar al agente, sobre el que se abalanzó "con una fuerza desmedida, propinándole patadas y puñetazos por todo el cuerpo", razón por la que el acusado fue detenido por los agentes que acudieron en auxilio de su compañero empleando la fuerza mínima imprescindible.
A consecuencia del ataque, la víctima sufrió erosiones lineales en cráneo, región cervical, hematoma circular y ansiedad, lesiones que precisaron de una primera asistencia facultativa que requirió para su sanidad de diez días de incapacidad moderada.
La sentencia, declarada en firme, señala la no suspensión de la pena de prisión contenido en la misma, por lo que el detenido ha ingresado en el centro penitenciario.
La sentencia, consultada por Europa Press y declarada en firme tras la conformidad de las partes, condena al acusado por un delito de atentado contra agente de la autoridad, toda vez que también le imponen penas de 44 días de multa, con una cuota diaria de tres euros, por delitos leves de lesiones y de daños, al tiempo que ordena otras medidas accesorias de alejamiento e incomunicación con la víctima y su entorno durante dos años y cuatro meses.
El fallo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Roquetas de Mar, que avanza Diario de Almería tras el juicio rápido celebrado este miércoles, señala que A.Z.E.B. era vecino de la víctima, quien en el ejercicio de su profesión lo ha detenido en varias ocasiones entre octubre y marzo de este año.
El hombre, que ha ingresado en prisión por estos hechos, acudió sobre las 17,00 horas del pasado lunes al domicilio del agente, donde se encontraba este con su mujer y sus hijos, y "golpeó de manera incesante la persiana del inmueble, causando desperfectos" que superan los 150 euros.
El acusado tuvo presente durante su acción tanto la profesión del agente como las detenciones que este había practicado hacia su persona. En este sentido, y con ánimo de intimidarle, "le vociferó en actitud chulesca, desafiante, agresiva y con total desprecio a la labor que desempeña 'hijo de puta, sal de tu casa, te tengo que matar, guardia cabrón, te voy a matar'", según recoge la resolución judicial.
Por su parte, la víctima, atemorizada por su vida y la de su familia, permaneció en el interior de la vivienda, a la espera que el acusado se marchara. No obstante, minutos más tarde, el acusado subió a la planta segunda del bloque, de modo que cuando el agente abrió la puerta de su domicilio lo encontró.
En este momento, el hombre volvió a insultar al agente, sobre el que se abalanzó "con una fuerza desmedida, propinándole patadas y puñetazos por todo el cuerpo", razón por la que el acusado fue detenido por los agentes que acudieron en auxilio de su compañero empleando la fuerza mínima imprescindible.
A consecuencia del ataque, la víctima sufrió erosiones lineales en cráneo, región cervical, hematoma circular y ansiedad, lesiones que precisaron de una primera asistencia facultativa que requirió para su sanidad de diez días de incapacidad moderada.
La sentencia, declarada en firme, señala la no suspensión de la pena de prisión contenido en la misma, por lo que el detenido ha ingresado en el centro penitenciario.