¿Dónde acabará el recinto ferial?


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

La feria ha llegado, bienvenida sea. Un grupo de amigos, con todos los años sobre los costillares, estamos sentados en un banco de la plaza, disfrutando de la vida, del buen tiempo y de la conversación. En la misma, por aquello de que estamos en tiempos de feria, aparece ésta y las ganas de ir algunas de estas noches a disfrutar del color, de la alegría y de los vinillos de Cariñena, sin olvidar “los pinchos del moro”. ¡Están cada año mejor!

En los ojos se nos nota la nostalgia de otras ferias, viejas ediciones no olvidadas, de aquellos años viviendo la caseta popular en el puerto, con el manto de las estrellas sobre nuestras cabezas. Aquella primeras casetas como “El Botijo”, el ejemplo de unos jóvenes que no se volvió a repetir. Así como su paso por la explanada de las Almadrabillas, su llegada al Zapillo, su marcha a la Avenida del Mediterráneo y su actual ubicación, en la Vega de Acá.

La feria de agosto alejándose cada vez más del corazón de la ciudad.

¿Será la de la Vega la definitiva ubicación de la feria de Almería?

Si unimos la historia de la capital, y su centro, vemos como este ha ido cambiando de ubicación, al igual que le ha venido ocurriendo al recinto ferial. No se ha sabido buscar una solución a la ciudad, lo mismo es que no la hay, y tampoco al recinto se le ha encontrado el espacio definitivo donde ubicar sus luces y farolillos.

El recuerdo de aquella calle de la Almedina, centro de la ciudad durante años, la calle de la Reina, la Calle Real, el Paseo, la Rambla se ha convertido hoy en el centro de la ciudad, y esta sigue creciendo. ¿Dónde ubicamos el futuro centro de la ciudad? ¿Dónde el futuro recinto ferial?

Un inciso. Es posible que María, la alcaldesa, esté viviendo en esa burbuja donde se ubican los políticos cuando llegan al poder, y dejan de oír a los ciudadanos y su cuitas. María, los almerienses se viene quejando en estos días, aún no había llegado la feria, del caos circulatorio en que has convertido el Paseo, posiblemente tú no lo sufras, eres la alcaldesa, tienes coche oficial y chófer, pero eso no le ocurre a la gran mayoría, y ellos están pagando ese caos en que has convertido la vía principal de la ciudad y que dejó en herencia el hoy consejero de colores.

Volveré a esta cuestión tras los días de farolillos, fería del mediodía y casetas, creo que nos merecemos alguna explicación por tu parte.

Volvamos al recinto ferial. ¿Será el de la Vega de Acá el definitivo? Almería crece en esa zona por horas y no parece que tenga otra alternativa, o los políticos no son capaces de encontrársela.

¿Tendrá la feria de la Vega de Acá el mismo problema que tuvo en el Puerto, en las Almadrabillas, en el Zapillo, en la Avenida del Mediterráneo? Menudo periplo el que han llevado los almerienses tras su feria de agosto.

¿Ha sido tan difícil encontrarle una ubicación definitiva? Ha debido.

¿Se le ha buscado alternativas? Supongo, pero o han debido dar con ellas.

Debía ser más sencillo para los políticos seguir la inercia de crecer buscando la salida del astro sol, y no se han calentado la cabeza en la búsqueda de otras ubicaciones.

Dejemos el recinto por hoy, les contaremos cómo nos vaya en él. Iremos, qué le vamos a hacer, no hay otra forma de vivir la feria, de tomar unos pinchos del moro, un vino de los maños y una vuelta por la caseta de IU, la de los mojitos, la única que sigue manteniendo la tradición de una feria conocida y querida por los viejos amigos de aquellas añoradas ediciones de nuestra juventud. Con decirle que las viejas sillas de la caseta de IU, espero que este año las hayan cambiado, nos acercan a los recuerdos de los locos años de granos y acné en el rostro.